Proliferan carpistas en los alrededores del Balneario Municipal y Las Almejas
CIUDAD. Personas en situación de calle y migrantes utilizan el sector para vivir y pernoctar.
A las 11 horas de ayer, en la ducha ubicada en el costado del balneario, un señor con acento chileno despotricaba contra la persona lo había grabado en ese misma lugar. El señor de cabello abundante y piel tostada por el sol, le decía, en tono amenazante, a otro señor de edad -quien es parte de las cuadrillas del aseo del sector-, que agarraría a quien lo grabó con el celular. El registró fue utilizado por el alcalde, Jonathan Velásquez, en redes sociales con un discurso entremedio, con la intención de denunciar a los carpitas o personas en situación de calle o migrantes, que habitan en los alrededores del Balneario Municipal.
El dilema es que a simple vista no son dos ni tres carpas las dispuestas, si no que varias que se pueden cuantificar en alrededor de veinte. Están tomadas las áreas verdes y las meses para jugar pingpong. Hay cordeles donde cuelgan la ropa.
Mariana va todos los días a practicar deportes al balneario, a veces natación y en otras surf a la vuelta de la puntilla. Reconoce que no le afecta lo de las personas que habitan en el lugar, "porque no son agresivos y viven su mundo", si la basura que dejan en los alrededores donde habitan. "Hay lugares, como donde están las meses de pingpong que están ocupados por las personas que viven en las carpas. Ahí, hace unos meses, iban jóvenes a ejercitarse. No he visto a esos jóvenes desde hace algún tiempo. Las carpas de los comerciantes que pernoctan ahí, sin duda, afean el lugar. Uno camina más allá y se encuentra con el deprimente estado de la ex cancha de rugby -pero eso es otra historia-", aseveró.
Según cuentan personas que trabajan haciendo aseo en el lugar, hay un grupo de migrantes que ha estado por varios meses viviendo. Duermen, comen y hacen sus necesidades ahí. Trabajan cuidando autos en la noche o en otras cosas. El lugar les provee agua y aseo. "Los fines de semana, especialmente los domingos, son visitados y apoyados por un grupo de evangélicos, quienes hacen sus reuniones con ellos. Antes ese lugar, donde pernoctan estos migrantes, los jóvenes hacían deportes y yoga. Las mismas personas que habitan ahí sólo por su presencia han espantado a las adultos y niños", dijo uno de los trabajadores del aseo.
Machetear
Otra persona que trabaja en el sector y que no se quiso identificar comentó que hay un grupo de "hippies", hombres y mujeres; no tan jóvenes, de treinta años o más, que pasan todo el día en los alrededores recolectando monedas. "Aquí ellos se conocen, se juntan y carretean. Parecen que son felices de esa manera. El otro día conversaba con una joven argentina que está por acá. Dice que se quedó acá por un tiempo por el sol y la playa, después de pasar por San Pedro de Atacama. No tienen plata y piensa hacer el dinero para continuar el viaje. Ella es parte de ese grupo. Otros andan pidiendo dinero en los semáforos, y macheteando en general a todos quienes andan", dijo.
Al costado de la playa Las Almejas, en un par de carpas iglú, viven niños junto a sus padres. Los padres son artesanos y trabajan en los alrededores. Otros menores de edad pernoctan con sus familias, migrantes, en el espacio ubicado abajo del McDonald's. Los padres de estos niños, todos venezolanos, dicen que reciben ayuda de personas en cuanto alimentación y abrigo. Reconocen que esperan seguir para el sur, y que el principal problema del sector son los ratones que circulan durante la noche. "Tenemos harta ropa para el frío, a pesar que nos hemos resfriado. La seguridad no es problema porque en general la gente en Chile siente temor hacia el migrante, y no todos somos delincuentes", aseveró una persona que se hizo llamar como Jaime.
"Tenemos harta ropa para el frío, a pesar que nos hemos resfriado. La seguridad no es problema porque en general la gente en Chile siente temor hacia el migrante, y no todos somos delincuentes".
Jaime, Persona que pernocta en el, sector del Balneario Municipal