Redacción
En una de las peores actuaciones de Argentina en la última década, la Albiceleste perdió por 3-0 contra Croacia en el Mundial de Rusia 2018, cita de la que se despidieron contra Francia en octavos de final.
Ayer el fútbol le dio revancha a la selección trasandina y en especial a Lionel Messi, pero incluso podría darle otra el domingo si los galos clasifican frente a Marruecos.
Los sudamericanos dieron una demostración de convicción y, con un orden táctico, sumado a la magia de su mejor jugador, vencieron a Croacia por 3-0, asegurando los pasajes a la final del Mundial de Qatar, tal como hace ocho años lo consiguieron en Brasil.
Messi demostró que con 35 años sigue vigente y dará la batalla hasta el último minuto para conseguir el único trofeo que le falta: la Copa del Mundo.
Aunque el primer tiempo comenzó equilibrado, Croacia tuvo mayor posesión y se instaló en la mitad de cancha rival, aunque sin generar reales ocasiones de peligro.
Argentina esperó sus momentos para atacar e hizo daño con un disparo de Enzo Fernández desde afuera del área que el guardameta alcanzó a desviar.
Hasta que, pasada la media hora y de la mano de Julián Álvarez, los actuales campeones de América generaron peligro.
De hecho, la mitad de la apertura del marcador fue gracias a él, porque el delantero recibió un pase en profundidad, entró al área, remató y luego chocó con el arquero, que había salido a intentar evitar el tiro. El árbitro no dudó y cobró un controversial penal, generando los reclamos de los balcánicos.
Como durante todo el Mundial, Lionel Messi se encargó del lanzamiento, y aunque en frente tenía a Dominik Livakovic, un gran atajador en estas instancias, el capitán de la Albiceleste anotó el 1-0.
El gol le dio energía al equipo de Lionel de Scaloni, que fue directo a buscar otra conquista para la tranquilidad.
A los 39 minutos, Álvarez se mandó en una jugada individual, dejó rivales en el camino y, en su camino al arco, el esférico rebotó en dos rivales, pero atropelló hasta entrar al área chica para disparar a quemarropa ante un arquero que no pudo evitar el segundo de los sudamericanos.
La ventaja de Argentina obligó a los croatas a intentar buscar al menos un descuento que los mantuviera en el partido, por eso el entrenador Zlatko Dalic pobló el ataque y movió algunas piezas para el complemento, por ejemplo dejando a Ivan Perisic de lateral para sumarlo en ofensiva.
Esfuerzo estéril
Los esfuerzos del conjunto europeo le sirvieron para acercarse al arco de Emiliano Martínez, aunque estuvieron lejos de complicarlo. Si en la etapa inicial no tuvieron tiros al arco, en el segundo tiempo fueron apenas dos las ocasiones en las que tuvo participación el guardameta.
Pero sí hubo minutos en los que, liderados por Luka Modric, asediaron a la defensa trasandina, que estuvo sólida para sacar todos los balones que se acercaban al área.
Scaloni reaccionó e hizo ingresar a Lisandro Martínez para sumar un quinto defensor, momento en que llegó la calma de la Albiceleste.
Desde ahí el trámite comenzó a cerrarse, los trasandinos se replegaron y apelaron a sus dos delanteros, inspirados ayer y durante toda la Copa del Mundo, para ampliar las diferencias, y les resultó.
Con una jugada maradoniana, Messi desbordó por la derecha hasta la línea de fondo, sacó a pasear a un zaguero rival y encontró en la puerta del área chica a Álvarez, que solo tuvo que empujarla hacia al arco para anotar el 3-0 definitivo que les dio la clasificación a una nueva final ante un rival que se definirá esta tarde.
Los minutos finales fueron para algunos homenajes. En Croacia salió Modric, que se retiró entre aplausos a pesar de la derrota.
Mientras, en Argentina ingresaron los futbolistas de campo que todavía no habían tenido presencias en este Mundial como Paulo Dybala, Ángel Correa y Juan Foyth.