"La idea del proyecto Adelaida es que en la zona todo aquel que requiera hidrógeno verde pueda acceder y gatillar la demanda"
Hasta el 7 de abril de 2023 se extenderá el proceso de oferta pública de hidrógeno verde que AES Andes abrió para su proyecto Adelaida. Iniciativa energética, emplazada en la Central Termoeléctrica Angamos de Mejillones, que busca activar el mercado y gatillar una demanda entre empresas de la Región interesadas en utilizar H2V para hacer sus operaciones más sostenibles.
Proyecto al que se refirió el director de Hidrógeno Verde AES Internacional, Luis Sarrás, quien además se refirió a la posibilidad que esta tecnología vaya escalando al transporte de minerales, ya sea camiones o ferrocarriles, como a los equipos de alto tonelaje de la gran minería de la Región.
¿Cuál es el estado actual del proyecto Adelaida?
-Todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la ingeniería para poder construirlo lo tenemos ya muy avanzado y por otro lado desde el punto de vista de la permisología pudimos validar, a través de una Carta de Pertinencia, que no se necesita un permiso ambiental adicional si no que podemos hacerlo amparados bajo el permio ambiental de la misma Central Angamos, porque es un proyecto que está confirmado que no tiene emisiones.
¿En qué consiste la oferta pública que abrió la empresa?
-En el Open Season, que es básicamente el proceso de agregación de demanda y que anunciamos en octubre, lo que hicimos fue comenzar a anunciar este tema. Lo que buscamos es dar a conocer el proyecto con parámetros súper claros, darle un marco, de tal manera que las empresas que estén interesadas puedan hacer sus estudios en un periodo de tiempo razonable. El proceso completo dura hasta el mes de abril y de aquí a abril pueden manifestar intensión de consumir alguna cantidad de hidrógeno verde por un periodo de tiempo mínimo de 10 años y con un precio mínimo de US$ 10,9, y si logramos juntar, a través de varias empresas, los mil kilos día que se necesitan, entonces podemos dar el vamos al proyecto en el segundo trimestre del próximo año.
¿Este primer impulso podría escalar a un nivel industrial?
-Efectivamente si es que hay más demanda esto se puede ampliar y podríamos, eventualmente, poner otro electrolizador, este consiste en un electrolizador de 2,5 MW, es pequeño, y se podrían agregar más. La idea es que en la zona todo aquel que requiera para un consumo relativamente pequeño pueda acceder a esto y gatillar la demanda, generar conocimiento, que la gente pueda ir y ver una hidrolinera, como en Rotterdam o Hamburgo donde se parecen mucho a una estación de servicio de gasolina; que vean que es seguro, que vean vehículos transitando y que las compañías que lo usen puedan decirlo. Básicamente, si hay más demanda se pude multiplicar.
¿Quiénes deberían ser estos primeros clientes, los primeros usuarios?
-En esta escala, creemos que la demanda será de electromovilidad, o de vehículos que se muevan con hidrógeno verde, pueden haber algunas otras aplicaciones como blending, que quiere decir alguien que quiera mezclar hidrógeno con gas natural en las redes de distribución domiciliaria y hay algunos proyectos en el norte que están buscando hacer blending.
Aquí lo que deberíamos ver es que alguien que quiera tener una camioneta que use hidrógeno con el logo de su compañía, pruebe el vehículo, lo cargue y mostrar que la tecnología funciona. Ahora, una camioneta con hidrógeno podría, desde el punto de vista de la electromovilidad, competir con baterías, pero si quiero tener en mi circuito ambas tecnologías, puedo hacerlo.
Dónde aplica mejor esto, en vehículos más grandes que muevan cargas por largas distancias. Por ejemplo, hay algunas empresas mineras en la zona que tienen que trasladar concentrado de cobre hacia los puertos y el vehículo es más grande, que se transporta largas distancias con carga y que necesita estar operando las 24 horas del día, entonces no lo puedo estacionar a cargar seis horas ni le puedo colocar una batería que pesa lo mismo que el camión, ahí el hidrógeno podría funcionar mucho mejor y por lo tanto camiones que usan las mineras para transportar mineral permanentemente hacia la costa.
Locomotoras, eventualmente a las empresas de ferrocarriles le podría interesar el hidrógeno, porque nuevamente se mueven largas distancias y no pueden estar muchas horas detenidas o buses de transporte de pasajeros de las compañías mineras que llevan y traen a su gente desde largas distancias, también podrían utilizar hidrógeno. Eso es lo que este proceso busca resolver también, que las compañías resuelvan esto y decidan en qué lo quieren utilizar y no solamente eso, que decidan qué inversión quieren hacer.
¿Hay planes para escalar la producción del H2V a la gran minería del cobre?
-El proyecto Adelaida pretende generar una demanda relativamente pequeña para un microsistema en la zona de Mejillones, y si uno quiere generar a mucho mayor escala probablemente se requieren más espacios donde producir, los electrolizadores podrían estar eventualmente en Angamos, pero todo lo que es la instalación de energías renovables dedicadas a este tema debería estar en otro lugar.
Para esto, en marzo del año pasado, anunciamos un proyecto y dijimos que estábamos trabajando con un líder mundial en hidrógeno para desarrollar un proyecto, el que sigue avanzando, no está emplazado directamente en la Central Angamos, sí está en la Región de Antofagasta y estamos haciendo levantamiento de las líneas base ambientales para poder presentar un Estudio de Impacto Ambiental y estar en condiciones de iniciar construcción en los próximos años.
¿Qué tan avanzado está ese proyecto de H2V?
-Ese proyecto va bien avanzado, estamos en etapas bien avanzadas de lo que llamamos la ingeniería ambiental, para poder definir exactamente cuáles serían los impacto que habrían, y eso esperamos poder presentarlo en algún minuto durante el próximo año a su evaluación ambiental. Es un proyecto que ha sido anunciado de aproximadamente 850 MW, eso está variando obviamente por se van ajustando las configuraciones, para producir del orden de 250 mil toneladas de amoníaco, lo que significa producir 70 mil toneladas de hidrógeno aproximadamente.
Generar un microsistema
"Adelaida es muy importante porque, básicamente, rompe el problema del huevo y la gallina a través de un proceso transparente. Lo que se hace, sobre qué es primero si la oferta o la demanda, es que uno coloca a disposición la oferta y dice: "mira aquí hay una cantidad de hidrógeno, a determinado precio, bajo estas condiciones, por un periodo determinado de tiempo y si tú de aquí a tal fecha me dices que quieres consumir ese hidrógeno y logró juntar demanda suficiente, entonces parte el proceso".
1.000 kg/día, equivalente a 2,5 MW de potencia, producirá la planta de hidrógeno verde Adelaida de Aes Andes.
2023 a mediados del próximo año partiría la construcción de Adelaida, para entrar en operaciones en 2024.
2022 partió el proceso público que invita a las empresas a ofertar por una parte o el total de la capacidad.