Nuevo antecedentes confirman asesinato de policía por célebre forajido del Viejo Oeste
HISTORIA. Los hechos sucedieron en la Antofagasta de principio de siglo, cuando tras un discusión en un burdel, Sundance Kid disparó y asesinó al oficial de la policía Arturo González.
La Antofagasta de principios del siglo XX no era tan diferente a la actual, en cuanto a los riesgos de la entretención nocturna. Los burdeles eran el lugar donde llegaban todo tipo de personajes con diversas intenciones. No fue casualidad que uno de los más célebres forajidos de la época en Estados Unidos, el pistolero Sundance Kid, cometiera un crimen en un lupanar de la creciente "Perla del Norte".
Butch Cassidy y Sundance Kid en esos momentos huían de la ley estadounidense, en un periplo que los había traído primero a Argentina y después al Norte de Chile. Se instalaron en Antofagasta con identidades falsas y la excusa de generar negocios ganaderos. En una jornada de alcohol, uno de los fugitivos se peleó con un parroquiano. La policía llegó y ordenó a todos los presentes que salieran a la calle, pero el bandido gringo molesto por el control policial sacó su arma. Luego de una discusión se produjo el disparo que mató al oficial.
La escena de 1905, salvaje como en el Viejo Oeste, está detallada en un informe judicial recientemente redescubierto en el país por los investigadores ingleses Anne Meadows y Dan Buck, según un artículo que publicó el diario inglés The Guardian. Lo anterior, según Anne Meadows, es un "capítulo desconocido en su vida".
La pareja, según The Guardian, ha pasado décadas siguiendo el rastro de la fuga de los bandidos a Sudamérica, una búsqueda que ha continuado incluso después de la publicación en 1994 de su libro "Digging Up Butch and Sundance". Así, ha estado quince veces en Sudamérica visitando todos los escondites conocidos de los forajidos en Argentina, Chile y Bolivia en busca de pistas.
Pero el documento recién descubierto, que Meadows y Buck encontraron en junio, no sólo probó que Sundance, cuyo verdadero nombre era Harry Alonzo Longabaugh, mató a un oficial de policía en Chile, sino también que un diplomático estadounidense lo ayudó a escapar. "Sucedió en este período entre Argentina y Bolivia cuando nadie sabe realmente qué estaban haciendo", dijo Meadows, al medio inglés desde su casa en Washington. "Sundance había estado en los burdeles de Antofagasta esa noche, y varias otras noches, con Butch Cassidy", agregó Buck.
El Industrial
El documento chileno relata los hechos del 21 de agosto de 1905 con detalles microscópicos. "Dependiendo de la versión en la que creas, Sundance disparó su arma o se disparó accidentalmente", dijo Buck. "Butch Cassidy no se enteró hasta más tarde en la mañana", agregó Meadows.
El asesinato fue reportado en las páginas del diario El Industrial de Antofagasta. "Un hombre decorosamente vestido, de nacionalidad yanqui, que en sus modales y en todo pretendía ser un caballero de buena reputación", disparó a quemarropa al oficial, "causándole la muerte en el acto", informó el diario.
Sundance fue arrestado en su hotel cuando intentaba contratar un carruaje para salir de la ciudad. Tenía casi $70,000 en efectivo, un arma de fuego y municiones, como se describe en un artículo de Meadows and Buck, publicado en la revista de este mes de la Wild West History Association.
El oficial de 24 años, Arturo González, fue enterrado al día siguiente con todos los honores, incluida una procesión, una banda de música y un coche fúnebre cubierto de flores, seguido por su joven viuda y su hijo de dos años.
El disparo de Boyd fue "arreglado y calculado... debe estar bien versado en el manejo de un revólver", dijeron los testigos. Boyd alegó que "el disparo fue hecho por casualidad, lo que sucede tantas veces y muy fácilmente con el revólver Smith & Wesson sin gatillo abierto, que yo llevaba".
Butch testificó a favor de Sundance bajo el alias de Thomas Fisher. "Soy socio de Frank Boyd y venimos de Estados Unidos para estudiar el negocio del ganado", dijo.
Sundance finalmente fue entregado al cuidado del vicecónsul de EE.UU. como era de esperar. Sundance huyó, dejando a Aller responsable de pagar la fianza de $50.000. No está claro si alguna vez lo hizo. "Creemos que Cassidy pudo haberle adelantado el dinero a Aller (el cónsul)", dijo Meadows.
La pareja regresó a Argentina, se metieron nuevamente en problemas por un atraco a un banco allí y luego huyeron hacia el norte, a Bolivia, donde enfrentaron su última posición en noviembre de 1908.
Meadows y Buck habían renunciado a encontrar las piezas faltantes del rompecabezas. Pero sin que ellos lo supieran, se habían digitalizado ejemplares del viejo diario El Industrial en Chile. Una búsqueda en línea casual realizada por Buck arrojó una gran cantidad de artículos sobre el caso de Frank Boyd, lo que llevó a la pareja al archivo judicial revelador. "Llegó de la nada y por casualidad", dijo Buck.
Forajidos
Los forajidos del salvaje oeste habían escapado de Estados Unidos a Argentina en 1901, después de que una serie de descarados robos de trenes en los EE. UU. pusieran a la renombrada Agencia de Detectives Pinkerton tras ellos. Con la amante de Sundance, Etta Place, abordaron el barco británico Herminius rumbo a Buenos Aires.