Herida a la confianza

No es sorpresa para nadie que en los negocios, lo más relevante es "el vil dinero", y que gracias al dinero se mueve la maquinaria productiva y empresarial. Lo que no hay que olvidar, que el lubricante de esta maquinaria es la confianza, el respeto y la seriedad.

Lamentablemente el actual gobierno ha generado una herida en la confianza, seriedad y trayectoria de nuestro país en materias de diplomacia y negocios internacionales. El borrar con el codo lo que se escribió con la mano es lo último que los inversionistas extranjeros necesitan para poner sus capitales en nuestra deprimida economía

Javier Ávila Parada Fundación para el Progreso

En práctica

¿Cuantas horas de práctica le restan aún a los dirigentes universitarios que están gobernando Chile? Mal que mal quienes están hoy en el poder siempre dijeron estar listos y preparados porque venían a cambiarlo todo y la ciudadanía, quizás por crédula o ignorante, depositó su confianza en ellos. Eso sí: nunca especificaron si el cambio sería para mejor o peor. El tiempo lo dirá.

Rodrigo Durán GuzmánViviendas

Muchos Servicios Públicos(del Estado), continuamente están trasladando a su personal, lo que implica un cambio de ciudad que muchas veces les acarrea un sin número de problemas, siendo el más importante el de no tener una residencia .

Generalmente esta situación afecta a quienes no tiene la categoría de Jefes de Servicio. Los servicios dependientes del estado: S.I.I, Aduana, Tesorería y otros ,deberían tener casas o departamentos para el personal que ha sido trasladado. Ante esa situación el funcionario tiene que asumir el gastos de arriendo por algo que él no ha solicitado.

Muchas veces se destinan recursos fiscales para obras menos importantes que el bienestar de los funcionarios.

Jorge Valenzuela Araya

¿Cuál es el límite?

Tantos errores en la Cancillería, suman y siguen, ¿Cuál será el límite?, palabras más, palabras menos, se preguntan ex cancilleres, parlamentarios, expertos, etcétera, perdón, pero también se agregará a la señora Juanita y al tío Rorro.

¿Pero, qué tiene que ver la señora Juanita y el tío Rorro?

Lo que ocurre, y todos los sabemos, que la señora Juanita y el tío Rorro, junto a sus familiares, compadres, amigos y la lista es larga, lo han vivido y experimentado en sus respectivos trabajos, esto que a la primera "chambonada", aunque haya sido sin querer queriendo, sería todo.

Porque la verdad, son muy pocos, los que a la primera llamada de atención, por algún error, impasse o desprolijidad, le muestran la tarjeta blanca, a la segunda, la amarilla, a la tercera, "se la perdonan", cuarta "miran para el lado", etcétera, porque todos saben, que con una segunda amarilla, viene la roja y para su casa...

¿Cuál es el límite?

¿Cuántas chilenas, cuántos chilenos, hoy se quisieran tener la inigualable y soñada oportunidad de experimentarlo todo, de hacer sus verdaderas prácticas laborales en La Moneda y sus alrededores, en todos los oficios posibles, para definitivamente saber... ¿Y para qué soy bueno?, y casi con el lema... "El cielo es el límite", cuántas, cuántos, y de seguro, muy en especial, los que han vivido en carne propia, que a la primera "chambonadita" (y sin querer queriendo) en sus pegas, han visto la roja directa y ni la FIFA, ni el VAR los ha salvado?.

Luis Enrique Soler Milla

Crisis de miedo

Después de leer algunas noticias políticas de escaso valor como ya es usual, concluyo que el universo político está sufriendo una crisis de miedo transversal.

Para ocultarla ha creado, por segunda vez, una trama de discusión preconstitucional en dirección hacia ninguna parte. Pero eso no es lo que importa. Por ahora los políticos están comprando el tiempo necesario hasta que aparezca algún "sucedido", como decía Firulete, que les permita continuar viviendo con cargo a Moya.

Y los "Moya" aceptamos esta surrealidad como si no pasara nada, e incluso intentamos justificarla. Quizá lo único bueno que está sucediendo en nuestro país es la evolución económica con emprendimientos privados que, gracias a Dios, escapan al accionar del gobierno de turno, siguiendo las líneas de países avanzados.

Dentro de todo lo tumultuoso del acontecer nacional, esto último me parece esperanzado.

Gustavo M. Astorquiza