Incursión israelí que dejó 9 palestinos fallecidos eleva la tensión al máximo
YENÍN. Netanyahu ordenó a Ejército prepararse para "cualquier escenario", mientras que posteriores choques armados dejaron otra víctima y 7 palestinos heridos. Liga Árabe condenó "horrible masacre" y EE.UU. pidió "calma" a las partes.
Cisjordania ocupada vivió ayer uno de los incidentes armados más letales en años, luego de que una incursión israelí dejara al menos nueve palestinos muertos durante una redada en la ciudad de Yenín, lo que elevó la tensión en Israel y Palestina al máximo y dejó en 30 la cantidad de personas muertas este año producto de estos enfrentamientos.
Tropas del Ejército, agentes de inteligencia y policías israelíes irrumpieron por la mañana de ayer en el campo de refugiados de Yenín para realizar una operación de arrestos de un escuadrón de Yihad Islámica que derivó en violentos enfrentamientos.
La incursión se saldó con tres horas de combates e intercambio de fuego entre tropas israelíes y milicianos locales, lo que generó importantes destrozos en edificios y acabó con nueve muertos entre residente, algunos milicianos pero también una anciana.
Hubo 20 heridos, cuatro de ellos graves, según el Ministerio de Salud palestino, que denunció que "la mayoría de heridas que registraron los hospitales desde el campo de Yenín fueron en la cabeza y el pecho, lo que significa que los disparos tenían la intención de matar".
Posteriormente, otro palestino murió y al menos siete resultaron heridos durante violentos enfrentamientos que estallaron en varios puntos de Cisjordania a raíz de la redada.
"El joven Youssef Yahya Abdul Karim Muhaisen, de 22 años, murió a causa de sus graves heridas en el Complejo Médico Palestino de Ramala, como consecuencia de los disparos de la ocupación (israelí) en Al-Ram", un poblado entre Jerusalén y Ramala, indicó el Ministerio de Salud.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) calificó los hechos de "masacre", declaró tres días de luto nacional y se convocó a una huelga general. A su vez, anunció la suspensión total de la cooperación en seguridad con Israel, en represalia por el hecho. "La coordinación en seguridad ya no existe a partir de ahora", anunció Nabil Abu Rudeineh, vocero del presidente palestino Mahmud Abás.
Netanyahu
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó ayer al Ejército prepararse para "cualquier escenario en los diversos frentes", tras la incursión militar.
"Después de evaluar la situación de seguridad, el primer ministro expresó su agradecimiento por el coraje y el ingenio de los combatientes que frustraron ataques que podrían haber costado muchas vidas", dijo su oficina.
Netanyahu mantuvo una reunión de urgencia con su gabinete de seguridad para evaluar la situación, después de que las milicias palestinas de Gaza, entre ellas Hamás y la Yihad Islámica, amenazaran con represalias por lo ocurrido en el campo de refugiados de Yenín, bastión de la lucha armada en Cisjordania y base de su movimiento miliciano.
Aunque Netanyahu instó a las fuerzas de seguridad israelíes a estar listas ante cualquier escenario "para salvaguardar la seguridad de los israelíes", dejó claro que "Israel no busca una escalada", y el Ejército se puso inmediatamente hoy en alerta ante la posibilidad de lanzamiento de cohetes desde Gaza a territorio israelí.
EE.UU., ONU y UE
Estados Unidos pidió horas más tarde "calma" tras los incidentes. "Estamos pidiendo que haya una desescalada y calma ante esta situación", declaró la encargada de Oriente Medio en el Departamento de Estado estadounidense, Barbara Leaf.
"Estamos preocupados obviamente", reconoció Leaf, quien consideró "bastante lamentable" que haya civiles entre las víctimas de la redada.
La escalada se produce días antes de que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, visite Israel y Cisjordania, y justo cuando finalizaba el mayor ejercicio militar entre Washington y Tel Aviv, el Juniper Oak, con 6.500 oficiales y soldados de las Fuerzas Armadas de Estados Unido y pruebas de fuego reales.
Por su parte, Egipto, Qatar y Naciones Unidas, mediadores habituales entre Israel y las milicias palestinas cuando se producen estos hechos de violencia, están mediando de nuevo entre las partes para prevenir una mayor tensión en la región, según informan fuentes palestinas y medios locales.
Asimismo, la Unión Europea (UE) reconoció la preocupación "legítima" de Israel por su seguridad, pero le pidió un uso "proporcionado" de la fuerza, y "en consonancia con el derecho internacional", tras la incursión militar.
170 muertos hubo en 2022 en Cisjordania por incidentes violentos entre Israel y Palestina. Este año van 30.