"Tenemos los planes, las personas, el conocimiento y las ganas para seguir siendo la principal productora de cobre mundial"
Esta semana, Codelco hizo noticia por dos hechos que parecen opuestos. El martes se hizo público que cerrará 2022 con cerca de 172 mil toneladas de cobre menos que en 2021, debido a interrupciones en sus operaciones y a retrasos en sus grandes proyectos; mientras el viernes se conoció un informe que asegura que mantendrá el liderazgo mundial en la producción del metal rojo.
Su presidente ejecutivo, André Sougarret, explica de forma franca la compleja situación que vive la empresa y los planes que tiene para asentar los pilares de los siguientes 50 años de la principal empresa de Chile.
¿Cómo se explica que Codelco mantenga el liderazgo mundial en la producción de cobre, con las cifras que se han conocido respecto de sus resultados en 2022?
-Las complejidades para alcanzar las metas de producción que teníamos el año pasado se deben a muchos factores, los que, cabe recalcar, han afectado a la industria minera a nivel global. De hecho, cuando se habla del estancamiento o de la caída de producción, no es un tema que impacte sólo a Codelco, sino que a Chile entero y al sector completo. Un dato: en 1990, nuestro país producía 1,5 millones de toneladas; en 2004 esa cifra creció en 370% hasta sumar 5,5 millones de toneladas, pero hoy en 2023, pasados casi 20 años, nos mantenemos en esa misma cifra. Por lo tanto, es cierto que Codelco ha sostenido su producción y no la ha incrementado, pero también es cierto que el resto de la industria que opera en el país está en la misma situación.
En el caso específico de Codelco, ¿por qué no ha podido incrementar su producción?
-Se piensa que es fácil mantener nuestra producción, pero es tremendamente complejo. Tenemos minas centenarias, cada vez más profundas, con menores leyes de mineral y con mayores impurezas. A eso se suma un contexto socioambiental y normativo cada vez más exigente. Sostener nuestros niveles productivos en un escenario como éste exige mucho esfuerzo.
¿Se tomó tarde la decisión para construir los proyectos estructurales de Codelco?
-En las discusiones públicas, muchas veces se dice que Codelco es una empresa lenta en el proceso de toma de decisiones. Esa velocidad no siempre nos acomoda, nos gustaría ser más rápidos, pero no hay que olvidar que somos una compañía estatal de tamaño mundial, ubicada en un país pequeño, con difícil acceso a insumos y con una economía menos visible en el entorno internacional. Todas nuestras decisiones tienen altísima visibilidad y están sometidas al escrutinio público, y debemos responder con responsabilidad ante lo que se espera de nosotros, por lo que efectivamente a veces las definiciones demoran más de lo que quisiéramos.
Hoy los proyectos estructurales están retrasados y hace poco se transparentó que el costo de construirlos es mucho mayor a lo que se planificó.
¿Debe preocuparle a Chile esta información?
-En Codelco estamos comprometidos con la transparencia. Ésta es una empresa que le pertenece al país, por lo que debemos rendir cuentas de manera confiable y permanente. Enfrentar las conversaciones difíciles abiertamente es clave para generar planes estratégicos sólidos. Tal como explicó esta semana el presidente del directorio, Máximo Pacheco, en estos últimos años la ejecución de los proyectos a nivel mundial se ha visto afectada por la interrupción en la cadena de suministros debido a la pandemia y la guerra en Ucrania; la condición crítica de los contratistas y proveedores de equipos, atrasos en las ingenierías a niveles históricos, presiones inflacionarias y una fuerte caída en la productividad del sector construcción, entre otros factores. Ha sido un período complicado y seguirá siéndolo en el siguiente trienio. Seguiremos expuestos a la volatilidad en el precio del cobre, al reto de desarrollar proyectos altamente complejos y hacerlos simultáneamente, así como el desafío de controlar los costos, que se han acrecentado en estos años.
¿Qué hará para enfrentar este escenario crítico para los proyectos?
-Estamos haciendo una completa revisión de los proyectos estratégicos que se encuentran en proceso de reformulación. Dichas revisiones serán presentadas durante 2023. Actualmente, estamos cerrando las definiciones de alcance y preparando a las divisiones para su pronta puesta en marcha, de modo que empiecen a producir lo antes posible. Estamos construyendo la Codelco de los próximos 50 años, porque la Corporación que tanto progreso le ha dado a Chile ya se agotó. Invertir 40 mil millones de dólares en una cantidad de tiempo acotado para construir simultáneamente varios megaproyectos, muchos de los cuales enfrentan condiciones únicas que están en la frontera del conocimiento, como la minería subterránea en Chuquicamata y El Teniente, es un desafío que estamos enfrentando con máxima responsabilidad.
¿Calificaría la actual situación de Codelco como una crisis?
-No estamos en crisis, sí en un momento delicado. Nuestra industria enfrenta enormes dificultades y altos riesgos de manera constante. Quienes no tienen la capacidad de involucrarse en un negocio en el que los proyectos de inversión son de largo plazo y en el que los riesgos son altísimos, no pueden dedicarse a la minería. Nosotros tenemos 50 años de historia, en los que hemos enfrentado volatilidad de precios, logística, abastecimiento y otros más complejos, como innovar para enfrentar problemas geotécnicos que nunca han sido abordados.
¿Se refiere, por ejemplo, a los problemas que se viven en Chuquicamata Subterránea?
-Chuquicamata Subterránea es un ejemplo de lo que permanentemente enfrentamos. Las rocas son heterogéneas, reaccionan de manera distinta a lo planificado y nos han hecho la vida difícil, pero no abandonaremos nuestra tarea de acceder a los enormes recursos mineros de este yacimiento centenario por las dificultades intrínsecas de la minería subterránea. Eso sería desconocer la historia de Codelco. Ya nos hemos enfrentado antes a proyectos complejos que están en la frontera del conocimiento y lo haremos de nuevo.
La demanda de cobre sigue creciendo aceleradamente. Esto puede llevar a un alza del precio del cobre, ¿podría ser la salvación de Codelco?
-Probablemente una oferta limitada de cobre hará que su precio aumente. Sin embargo, confiar en esa tendencia como la gran solución a nuestros problemas no es razonable. Abordaremos nuestros problemas concentrándonos en mejorar nuestra propia gestión, cambiar nuestra cultura organizacional e implementar planes estratégicos robustos.
¿Cree que se mantendrá la tendencia de una escasez de oferta de cobre?
-El cambio climático reclama una rápida descarbonización y una acelerada transición energética a nivel global. Los gigantes China e India son sociedades cada vez más urbanizadas que no podrán construirse sin cobre. Este metal es el conductor por excelencia de la electricidad y la tecnología asociada a las energías renovables requieren de muchísimo más cobre. Nuestros grandes clientes nos han planteado que el abastecimiento futuro de cobre es una de sus principales preocupaciones. Y, por supuesto, que también es la nuestra.
¿Podrá responder Codelco ante esa necesidad?
-A corto plazo estamos concentrados en cumplir nuestro compromiso de recuperar los niveles productivos de 2021, pero mirando el largo plazo, asumimos que nuestra responsabilidad con el planeta es enorme. Tenemos las mayores reservas de cobre en el mundo, contamos con excelentes profesionales y técnicos, seguimos atrayendo a los mejores talentos del país, acumulamos conocimiento de primer nivel, estamos implementando innovaciones con mirada de futuro y somos protagonistas de una profunda transformación digital. En suma, tenemos los planes, las personas, el conocimiento y las ganas de seguir siendo la principal productora de cobre mundial por muchísimos años más.
¿Cuáles son los desafíos concretos para 2023?
-Tenemos importantes desafíos, pero el primero y más importante es que no podemos tener más accidentes fatales. Ésta en una actividad riesgosa y nuestro deber es que quienes trabajan en esta empresa regresen sanos y salvos a sus hogares. Es un deber moral cuidar a nuestra gente. Otro objetivo clave es cumplir con nuestro presupuesto de producción, que no es solamente una responsabilidad con Codelco y con las arcas fiscales del país, es con el mundo. Por eso, más relevante aún es consolidar nuestro camino hacia una minería sostenible, respetuosa con el medioambiente, amigable con las comunidades y preocupada del desarrollo local. Hemos tomado decisiones difíciles, como avanzar hacia el cese de las operaciones de la fundición Ventanas, y en otras sumamente necesarias, como la construcción de una desalinizadora, acorde a nuestra promesa de reducir en 60% el consumo unitario de aguas continentales, que se suma al cambio de los contratos de energía para asegurar nuestra promesa de una matriz 100% limpia a 2030 y disminuir en 70% las emisiones de efecto invernadero. Queremos ser líderes en protección ambiental y destinaremos nuestro esfuerzo para lograrlo.
"Ésta es una empresa que le pertenece al país, por lo que debemos rendir cuentas de manera confiable y permanente".
"A corto plazo estamos concentrados en cumplir nuestro compromiso de recuperar los niveles productivos de 2021, pero mirando el largo plazo, asumimos que nuestra responsabilidad con el planeta es enorme".