Agorechi y un 2023 con más descentralización
Ricardo Díaz Cortés , Gobernador Regional de Antofagasta
La elección de gobernadores regionales generó un proceso irreversible hacia una real descentralización que permitirá avanzar en la autonomía territorial. Mucho se habló de las pocas competencias que tendríamos los gobernadores y de la incapacidad de gestionar, administrar y proyectar la región. Con el tiempo que ha transcurrido y a partir del trabajo de los distintos Gobiernos Regionales (Gores), constatamos que gran parte de esos temores eran infundados. Lo que nadie se esperaba era que las y los gobernadores comenzaríamos a trabajar coordinadamente y que a través de esa asociatividad podríamos empujar los cambios que por décadas las regiones hemos levantado y que desde el nivel central observan con un marcado recelo.
Con este preámbulo, hace unos días la región fue protagonista de un hito significativo. Vendrá de cerca la referencia, pero que la ceremonia de asunción de la nueva directiva de la Asociación de Gobernadores y Gobernadoras Regionales (Agorechi), que me toca encabezar, se haya producido en el norte grande del país, es un claro ejemplo de que vamos avanzando en la dirección correcta.
Por cierto que estamos en una primera etapa en la operatividad de esta nueva institución dentro la línea de tiempo de nuestra breve historia republicana, pero Agorechi nace con el gran propósito de empoderar a las regiones. De establecer lineamientos y políticas que permitan ahondar en el proceso descentralizador y lograr con paso firme mayor autonomía en la toma de decisiones.
Los logros son evidentes: ya no existe devolución de recursos regionales hacia el nivel central, se han ampliado las competencias para la administración del presupuesto regional, a partir del 2023 tenemos la capacidad de ejecutar proyectos propios y con la firma del Acuerdo de Antofagasta, se establece un plazo para la presentación del proyecto de ley que termina con la figura del delegado presidencial. Todas estas acciones permiten que las regiones puedan implementar políticas públicas desde los territorios en beneficio de los intereses de quienes habitamos la región.
Con estos avances, el gobernador, que no olvidemos es un servidor público electo por la ciudadanía, tiene capacidad resolutiva y dispone de recursos para poder gestionar mirando las urgencias, dolores y sueños de la región. Frente al aumento de la inseguridad, los gobiernos regionales hemos invertido más de $300 mil millones para mejorar la labor de nuestras instituciones. Frente al aumento de la cesantía, hemos diseñado programas de atención al empleo e inversiones que apuntan aumentar la capacidad de trabajo en cada uno de los territorios. Frente a la escasez de infraestructura en salud o en educación, hemos generado programas que responden a esas urgencias. Como ven, el actuar de las y los gobernadores asociados obedece al mandato ciudadano y permite una reacción más eficaz frente a los problemas que tenemos.
Por eso es relevante construir confianza y trabajar en conjunto para seguir levantando las problemáticas que nacen desde las regiones. Queremos más competencias para empoderar a los territorios, porque tenemos que equiparar la cancha para que el desarrollo llegue a cada rincón del país, a cada zona urbana y rural, de norte a sur y de mar a cordillera. Esta presidencia de Agorechi que asumo con responsabilidad, sólo viene a reforzar el compromiso que hemos hecho con toda la Región de Antofagasta por mejorar nuestra calidad de vida. Como gobernador siempre pondré el interés de nuestra región por delante, sólo que ahora con más asociatividad, representando la voz de la diversidad de territorios y trabajando desde un espacio más amplio en conjunto con compatriotas de todas las regiones por un objetivo común: mayores certezas, empoderamiento de las regiones y bienestar para sus habitantes.