200 años
"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol". Martin Luther King Jr". Marco Antonio Díaz Muñoz, Abogado - Master en Admnisitración de Negocios
Corrían los inicios del año 1823, y se discutía en el incipiente Chile de la época los afanes reformadores del aquel entonces Director Supremo, y la eventual nueva constitución que configuraría la trama de la exprovincia fértil "de remotas naciones respetada".
No eran tiempos apacibles, nuestro padre de la patria abdicaba, y a pocos meses de que nuestro país decidiera abolir la esclavitud, y con ello, a justo título, ganar su lugar en la historia de la humanidad, comenzaba a gestarse una relación que hoy mira al pasado y conmemora 200 años de amistad cívica.
El 27 de enero de 1823, el quinto presidente de los Estados Unidos de América James Monroe, designa a Heman Allen como Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario de Estados Unidos a Chile, dando así comienzo al establecimiento de relaciones bilaterales entre ambas naciones.
Hoy, a pocos días de haber cumplido ya 200 años de aquel hito, podemos ver como la decisión del presidente Monroe termina por constituirse en el hito fundacional de una relación sólida y madura, una que a través de distintos instrumentos da testimonio a sus ciudadanos de los fuertes vínculos construidos a lo largo de los años.
En esta línea, los esfuerzos compartidos de ambas naciones por colaborar en materias de índole gubernamental, académica, relativas a nuestra sociedad civil y/o en el sector privado, han sido la base para construir herramientas de beneficio mutuo para nuestros ciudadanos. En esta línea, i) un tratado de libre comercio que ha permitido, por ya cerca de veinte años, aumentar el intercambio bilateral, ii) un trato amigo para abrir las puertas de sus fronteras con la conocida Visa Waiver; así como iii) inversiones norteamericanas en nuestro suelo y propias en los Estados Unidos, son sólo algunos frutos de esta relación bicentenaria.
Ahora bien, queda mucho camino por recorrer y son grandes los desafíos por enfrentar en distintas áreas del quehacer nacional y regional, tales como ciencia, descentralización, comercio, seguridad y educación; no obstante, soy un convencido que, desde Chile y particularmente desde nuestra región de Antofagasta, nuestros profesionales, técnicos y jóvenes estudiantes, serán la sabia para seguir nutriendo esta relación bilateral, en el convencimiento que, si aún no existiere un mañana, hoy seguiría siendo una buena oportunidad para plantar un árbol, para seguir construyendo futuro.