Los próximos desafíos del proceso constitucional
ANÁLISIS. División en el oficialismo y la propuesta del Partido Republicano marcan nuevo panorama político.
A menos de tres meses de las elecciones de quienes integrarán el Consejo Constitucional, cuya tarea será elaborar la nueva propuesta de Carta Fundamental, ayer se cumplió el plazo final para que los pactos políticos sellaran sus acuerdos de candidatura para el próximo 7 de mayo, cuando se realice el sufragio.
Con esto ya zanjado, lo que queda ahora es observar lo que ocurra hasta que llegue el día de las votaciones, un periodo corto pero que probablemente sea intenso producto de la campaña electoral.
Los cuatro cuartos
Para el analista político Osvaldo Villalobos, el país se encuentra en escenario completamente diferente al del plebiscito pasado, pues "Chile está pasando desde el conocido tres tercios -izquierda, centro y derecha-, a los cuatro cuartos: derecha, centro derecha, centro izquierda e izquierda, y este sinceramiento de las posturas obedece a que cada partido está revisando más su futuro que el presente".
De esta forma, explica, "en la derecha hay una fuerte apuesta del Partido Repúblicano por interpretar a la derecha más prístina, dejando de lado a RN, UDI y Evópoli, división que es una señal que la derecha también tiene dos almas, donde una de ellas asume su simpatía por un modelo económico y valórico conservador que prefiere no realizar mayores cambios y seguir con un modelo. Mientras el otro sector, al mostrarse más dialogante y al centro, ha perdido de alguna manera su identidad. Es también una lucha que busca disipar el camino para que recuperen el poder en las próximas elecciones".
¿Por qué no se dio esta división antes? Villalobos sostiene el plebiscito de salida fue clave: "Hace dos años el modelo que propone la derecha parecía derrotado después del 80/20 del plebiscito de entrada, pero después del 65/35 del plebiscito de salida, se abre la oportunidad de representar a muchas personas que no votaban, pero que con el cambio en la obligatoriedad del sufragio deben hacerlo".
Obligatoriedad que para Cristian Zamorano supone incertidumbre, dado que la creación de alianzas de sectores políticos son algunos de los puntos que pueden jugar en contra del nuevo proceso constituyente, esto porque la diversificación de votos puede ser un ámbito no medido por ciertos sensores políticos.
"En un contexto ideal, lo mejor hubiese sido la unidad. Básicamente porque nadie conoce el caudal de votos que tiene, por ende, ir a la segura no olvidando el contexto de voto obligatorio y habrá una masividad y creo que es mejor enfrentarla unidos. Las diferentes uniones que hay del oficialismo parecen más circunstanciales que biológicas o que de convicciones, y frente a la oportunidad de sacar sus propios candidatos, quizás tener más posición en la correlación de fuerzas, se muestra esa fragilidad de las alianzas", comenta el analista.
"Yo creo que se están encadenando las malas decisiones. Ya la opinión pública percibió de manera negativa la manera en cómo se reanudó el proceso constituyente, parecía una cocina entre partidos políticos", añade Zamorano, y sentencia que "vemos que los partidos no son capaces de unirse por un bien superior, sino que cada uno está viendo por la pequeña mirilla de su propio partido, chiquitita la mirada y eso puede fragmentar la votación".