Agencias
Un niño de 13 años fue rescatado ayer con vida tras haber estado 182 horas atrapado entre los escombros de un edificio en la provincia de Hatay, que se derrumbó el lunes pasado debido a los dos grandes terremotos que devastaron el sureste de Turquía y que han dejado más de 33.000 fallecidos en este país y otros 3.682 en Siria.
El rescate del pequeño Kaan, mostrado en directo por la emisora Halk TV, es uno de los que se siguen produciendo con cuentagotas entre los miles de edificios que se vinieron abajo, y entre los que algunos expertos estiman puede haber aún hasta 155.000 cuerpos.
Cuatro horas antes se había rescatado con vida a una mujer de 70 años y a una joven de 26 años, tras aguantar 178 horas, ambos en Antioquía, capital de la provincia de Hatay.
En la provincia de Adiyaman, más al norte, también fue salvada ayer en la mañana una niña de seis años, después de 176 horas entre los escombros.
Según los expertos, las bajas temperaturas, que en estos días han estado cercanas a cero incluso en la provincia de Hatay, la más meridional de las afectadas por el sismo, pueden favorecer la supervivencia, porque retrasan la deshidratación.
La mayoría de los rescates de los últimos días, que la prensa turca califica de "milagrosos", se producen en Hatay, situadajusto sobre una falla geológica, lo que explica la destrucción pese a su distancia del epicentro.
Siria actualiza cifras
En Siria, mientras tanto, el número de muertos por los terremotos se situó en 3.682 y el de heridos supera los 14.700, después de que el grupo de rescatistas Cascos Blancos anunciaseun balance global para todas la áreas opositoras del noroeste del país.
Así, los terremotos has causado ya más de 36.000 muertos en Turquía y Siria.
La organización de socorristas, que no había actualizado su recuento de víctimas en Siria en casi 48 horas, explicó en Twitter que las regiones rebeldes suman ya 2.274 fallecidos y más de 12.400 heridos lesionados, "después de recabar estadísticas de la mayoría de las autoridades médicas".
En las áreas opositoras de las provincias noroccidentales de Idlib y Alepo operan una miríada de grupos insurgentes de distinto signo, dividiéndolas en diversas zonas de influencia que dificultan la recopilación de información sobre la tragedia al no existir una autoridad común para todas.
"Continúan las operaciones de búsqueda para recuperar los cuerpos de los fallecidos en varios lugares en las áreas rurales de Idlib y Alepo, por octavo día desde el devastador terremoto que golpeó la región", afirmaron los rescatistas, que ya dieron por finalizado el rescate de supervivientes a finales de la semana pasada.
Abren dos pasos
En las áreas controladas por el Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, el balance continúa en 1.408 fallecidos y 2.341 heridos, sin que la agencia oficial de noticias SANA haya ofrecido actualizaciones antes del cierre de esta edición.
Al Asad aceptó abrir temporalmente dos cruces fronterizos adicionales entre Turquía y la zona del noroeste del país bajo control rebelde para facilitar el suministro de ayuda humanitaria.
Así se lo comunicó este lunes el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, a los miembros del Consejo de Seguridad durante una reunión a puerta cerrada celebrada después de entrevistarse en Damasco con Al Asad, dijo a Efe una fuente diplomática y más tarde el organismo lo confirmó.
La apertura de estos dos pasos fronterizos, que fue solicitada por Naciones Unidas ante la crisis desatada por el terremoto de la semana pasada, tendría una duración inicial de tres meses.