Centro de distribución de cargas internacionales
"La distribución desde la Región de Antofagasta se facilitará si prospera una de las 40 medidas propuestas por el Gobierno de Chile en la Agenda de Productividad 2023".
El Corredor Bioceánico Vial (CBV), que conectará a los mercados del Asia-Pacífico con el centro oeste sudamericano desde los puertos chilenos del norte, sigue recibiendo confirmaciones de apoyo de los Primeros Mandatarios de los países que lo impulsan. Así ocurrió en la última reunión bilateral de los Presidentes de Brasil (Lula da Silva) con el de Argentina (Alberto Fernández), los que en su declaración conjunta "renovaron su interés por continuar fomentando la integración física y la conectividad entre el Atlántico y el Pacífico, incluyendo el ámbito del proyecto del Corredor Vial Bioceánico, con el fin de dinamizar el comercio, las inversiones, la actividad empresarial y el turismo regional". Ese apoyo lo expresaron también esos Mandatarios en sus respectivas reuniones bilaterales de este año con el Presidente de Chile, Gabriel Boric.
El funcionamiento de este Corredor Bioceánico Vial -en un par de años más- facilitará a los Estados mediterráneos de Brasil, así como a Paraguay, establecer en la Región de Antofagasta centros de distribución para sus exportaciones tanto al mercado chileno o de países vecinos y, en especial, para los mercados del Asia y otros del Pacífico. Estos últimos generan su principal demanda internacional, la que podrán atender más directamente por el CBV. Al mercado chileno actualmente acceden atravesando Argentina hasta Mendoza y de allí a Santiago-Valparaíso (desde donde, por ejemplo, se reenvía la carne paraguaya al norte de Chile, estando Paraguay frente a Antofagasta).
Esa distribución desde la Región de Antofagasta se facilitará si prospera una de las 40 medidas propuestas por el Gobierno de Chile en la Agenda de Productividad 2023. Consiste en "impulsar el Proyecto de Ley de Cabotaje Marítimo (Boletín N°14.532-15) que realiza modificaciones a la Ley de Fomento a la Marina Mercante y Ley de Navegación, para fomentar la competencia en dicho mercado y aprovechar la capacidad ociosa de las naves, generando importantes ganancias de eficiencia". En marzo de este año se ingresarán indicaciones a este proyecto, con el objetivo de facilitar su tramitación. La actual normativa chilena contempla una serie de barreras para que naves extranjeras puedan participar en el mercado del cabotaje marítimo en Chile, reservándolo sólo para empresas chilenas. Como consecuencia, el mercado es poco competitivo y con índices de concentración muy superiores al recomendado por la Fiscalía Nacional Económica, lo que se traduce en procesos logísticos engorrosos e ineficientes y en mayores precios finales para los consumidores de los bienes transportados.
Pudiendo usar las facilidades del cabotaje -transporte marítimo entre puertos chilenos- el CBV también servirá mejor a las exportaciones del centro y sur de Chile que tienen demanda en los mercados mediterráneos de Sudamérica, tanto gracias al Corredor como por el futuro funcionamiento del Depósito y Zona Franca de Chile en Paraguay, cuando los sectores público y empresarial de ambos países realmente se interesen por dar cumplimiento a las leyes que crearon esas facilidades comerciales, de las cuales ya funciona el Depósito Franco de Paraguay en Puerto Antofagasta, pero falta el reglamento para que pueda operar la Zona Franca Industrial en La Negra. Y en Paraguay aún no se avanza concretamente en ello.
Herman Cortés C.
Investigador IDEAR-UCN