Aduana argentina requisó meteorito que un hombre ingresaba desde Chile
CONTRABANDO. Roca de 12,5 kilos era transportada en auto por un jubilado trasandino que reside en Córdoba.
Funcionarios de la Aduana argentina detectaron el ingreso de un meteorito en un vehículo que entraba desde Chile a través del paso internacional Agua Negra, que conecta la Región de Coquimbo con la provincia de San Juan, según informaron este sábado fuentes oficiales.
La roca, de 12,5 kilogramos y 27 centímetros de largo, fue trasladada a Buenos Aires para ser analizada por el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) el 8 de febrero pasado, y concluyó una semana más tarde que se trataba de un meteorito.
El meteorito fue detectado en el paso internacional ubicado 4.780 metros sobre el nivel del mar, en la Cordillera de los Andes: a los agentes de la Aduana argentina les llamó la atención una piedra de aspecto brillante al inspeccionar un vehículo de patente argentina que en el asiento trasero llevaba una gran cantidad de piedras de diferentes tipos y tamaños.
El vehículo era conducido por un hombre jubilado argentino, oriundo de la provincia de Córdoba, que ingresaba desde Chile para volver a su país tras las vacaciones.
La ley 26.306, de "Régimen del Registro del Patrimonio Cultural" establece que los meteoritos y demás cuerpos celestes que se encuentren o ingresen en el futuro al territorio argentino, su espacio aéreo y aguas jurisdiccionales son bienes culturales, están comprendidos dentro de los efectos y alcances de una Convención internacional sobre medidas que prohíben e impiden la importación, la exportación y la transferencia ilícitas de bienes culturales".
Por ello el meteorito en cuestión era, definitivamente, de importación prohibida, según el Código Aduanero, un contrabando aunque no tuviera fines de lucro. La Aduana se enmarcó así en la "Resolución sobre el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales", de la Organización Mundial de Aduanas.
El informe del Segemar, realizado por un grupo de científicos (Andrés López, Sabrina Costa, Patricia Claramunt y Mariana Constante, y firmado por Liliana González, directora de Servicios Analíticos, dice que la piedra tiene "rugosidad característica y capa superficial tratada mediante un barniz probablemente del tipo siliconado, para evitar eventuales alteraciones" y que "por su morfología macroscópica y características físicas corresponde a un meteorito", del que se destaca "su elevado peso y tenacidad" y "su forma irregular, caracterizada por la presencia de cavidades que le imprimen un aspecto onduloso".
Esas depresiones, dice el informe, "corresponden a los regmagliptos formados por la ablación cuando el meteorito penetra en la atmósfera terrestre".
En conclusión, dice el informe, "luego de la observación macroscópica y microscópica de las características superficiales, morfológicas, estructuras internas y también, por el análisis de los datos de elementos químicos, la muestra se clasifica como siderito octaedrito "meteorito", compuesto de analito, hierro, níquel, silicio, calcio, fósforo y germanio.