La desaparición de Javiera Jiménez
Un caso que contiene una serie de aristas que complican la posibilidad de esclarecerlo y que mereció mayor atención desde el primer momento en qué ingresó la denuncia. Las características de quien hoy es buscado por obstrucción a la justicia y por sus nexos con los asaltos a las cargas de cobre del Ferrocarril, hacen temer lo peor.
Quienes han podido seguir desde sus inicios la extraña desaparición de la joven antofagastina Javiera Jiménez, podrán entender que en su génesis hubo declaraciones inverosímiles de quienes la vieron por última vez. La principal fue la de su pareja, quien fue entrevistado y entregó una versión inconsistente y burdamente preparada.
Les dijo a los policías que iban rumbo a Calama en su vehículo, cuando se tuvo que devolver a buscar una maleta que se había caído y que al regresar no encontró a la joven y por ello siguió a su destino sin volver a verla. Pensó que estaba molesta por la situación y cómo acostumbraba a tener ese tipo de conductas, creyó que era una más. ¡Inverosímil!
Lamentablemente con el pasar de los días se perdió el rastro del este joven calameño y hasta el día de hoy se desconoce su paradero.
Obviamente que no había pruebas para detenerlo o retenerlo, pero sí se debieron tomar otras medidas para evitar su huida. Más si de las intervenciones telefónicas que se le hicieron quedó en evidencia que era parte de una peligrosa banda criminal dedicada al robo de cobre.
Las características de quien hoy es buscado por obstrucción a la justicia y por sus nexos con los asaltos a las cargas de cobre del Ferrocarril, hacen temer lo peor. Incluso se investigan disputas internas en la banda, con amenazas de muerte y con uno de sus supuestos oponentes baleado y en estado parapléjico.
Y, precisamente, son esos vínculos los que abren una especial arista en la investigación del desaparecimiento de la influencer. Las opciones son múltiples y no se puede perder el objetivo de dar con el paradero de Javiera.
Se van a cumplir seis meses desde que fue vista por última vez y cada día que pasa crece la incertidumbre sobre las condiciones en que se encuentre.
Es lamentable que el principal sospechoso haya escapado frente a las narices de los policías, que no se sepa sobre su paradero y que de su ubicación dependa el éxito de una investigación que sigue caratulada como una presunta desgracia. Sí, porque como es detallado en el proceso, tiene la sagacidad para dificultar su captura.
Creo que las explicaciones de los persecutores son necesarias, más aún en este caso que ha traspasado los fronteras locales, conocer cómo fue que no pudieron estar sobre sus pasos para evitar la escapatoria y en qué se ha avanzado para ubicarlo. De otro modo estaríamos frente a un procedimiento caracterizado por la negligencia.