Ausencia de visión regional
La negativa del Consejo de Concesiones del MOP, de invertir en la ruta Calama-María Elena, es una muestra más de la mirada centralista sin considerar las necesidades de los territorios. La tarea que nos deja (la negativa) es visibilizar lo errado de lo definido y buscar que se revierta. Ponerlo en el debate y asegurar que sea abordado con la importancia que tiene para la región.
La reacción de molestia del gobernador Ricardo Díaz, ante la negativa de invertir en la ruta B-24 que une Calama con María Elena, es absolutamente comprensible, porque denota centralismo y una falta de sintonía con los esfuerzos de crecimiento en los territorios. Y es mucho más que la mera necesidad de elevar los estándares de conectividad en toda la región, es hacerlo con la certeza que serán vitales para el desarrollo de políticas de integración con otros países del subcontnente.
Tras la llegada de Díaz, a autoridad legítimamente elegida, no tardó en destacar que dentro de las prioridades está impulsar con mayor fuerza la concreción del corredor bioceánico, que permitirá embarcar carga de Argentina, Brasil y Paraguay desde puertos del norte chileno, principalmente Antofagasta, Mejillones e Iquique, pero con una interesante alternativa para Tocopilla, comuna que está a la espera de iniciativas productivas, con destino al mercado asiático.
Para ello es vital que el circuito carretero en el país cuente con latos estándares y esa tarea viene abordándose hace años con la pavimentación de los pasos internacionales, principalmente Jama y Sico. Ese era el primer paso, y ya está avanzado, pero las rutas internas también tienen que ser óptimas y allí hay algunas que están al debe.
Una de ellas es la B-24 que desde Calama une el mineral de Chuquicamata con María Elena, la ruta 5 y el acceso directo a Tocopilla o Iquique. Y, por esta razón, se lamenta que Concesiones la haya declarado de poco interés público, siendo que es estratégica para los fines antes comentados.
La invitación del gobernador a los integrantes de ese Consejo, para que visiten la región más que un ruego es un emplazamiento a que se conozca lo que ocurre en los territorios y que ello sea el insumo principal en la toma de decisiones. Es lo que se extraña en decisiones como la aplicada a la ruta B-24.
La tarea que nos deja es visibilizar lo errado de lo definido y buscar que se revierta. Ponerlo en el debate y asegurar que sea abordado con la importancia que tiene para la región.
Es efectivo que la infraestructura vial no es todo lo que debemos mejorar para hacer efectivo el corredor bioceánico, hay otras como las estaciones multimodal, los almacenes franco, la cadena de servicio y asistencia, y lo propiamente de puertos como el de Tocopilla. Pero sin buenas carreteras otros esfuerzos son infructuosos.