Humor Político
Una de las críticas más importante manifestada en esta nueva versión del Festival de Viña del Mar, ha sido la escasez de humor político, tal vez porque los/as humoristas que han subido al escenario más importante de América Latina no representan 'una gallada politizada', o porque el nuevo momento constituyente ha dejado una gran desidia política en la población. A pocos meses del golpe de Estado (febrero de 1974), Edmundo 'Bigote' Arrocet se atrevió a interpretar "Libre" de Nino Bravo, guiño político que volvió a repetir en 1978, y que en su primera versión fue traducida de dos maneras: la celebración de la llegada de los militares al poder y la liberación de la Unidad Popular, o un símbolo de valentía que reclamó libertad cuando comenzó la dictadura militar (24 horas, 20/02/2017).
Años más tarde (1978) y en plena dictadura un Manolo González imitó al general Pinochet con su inmotal frase "he llegado hasta Taltal", aun cuando la parte más notable de su rutina fue el tango cantando por los ex presidentes Gabriel González Videla y Jorge Alessandri. De ahí en adelante, las presentaciones han ido mezclando chistes que se burlan de la situación política y social del país y en especial de los gobiernos democráticos de turno, e imitaciones varias a personajes icónicos como las interpretaciones de Palta Meléndez en 2004 luego de la detención de Pinochet en Londres por dos años. Si bien no podríamos abordar todo el espectro de humor político de la Quinta Vergara en esta columna con sus diversos/as humoristas, pero una rutina proyectiva del primer proceso constituyente se dio con el 'humor pensante' de Arturo Ruiz Tagle en 2015, y su crítica a lo que llamó "elementos psico-patrióticos inventados por la oligarquía" tales como soberanía y símbolos patrios. La institucionalidad como las fuerzas policiales también ha sido un flanco de ataque constante, no podríamos olvidar el troleo a Carabineros en las credenciales del Festival de Viña en 2019 con la frase acuñada por el club de la comedia "buenos días, buenas tardes" en el escudo institucional.
El investigador ecuatoriano de la CIESPAL César Ulloa Tapia señala que el humor es la válvula de escape en contra del poder establecido que se siente impotente frente a la presencia de las carcajadas, aquí se exponen los errores de los actores políticos y sus ridiculices, que finalmente son un reflejo de la condición humana ("Humor Político y Medios", 2008). Mi argumento en este sentido es que la falta de humor político en Viña 2023, sin duda refleja una apatía preocupante por la política, aun cuando se podría decir que el estilo 'stand up comedy' y la auto-burla reflejarían esa frase de "todo lo privado es público", o más bien "lo privado o personal es político" en referencia a la feminista radical estadounidense Carol Hasnich (1969). Sin embargo, más allá de críticas sociales al neoliberalismo con la frase célebre de Edo Caroe (2016) de 'amburguesado' (por aburguesado), o las referencias a la pandemia y su asistencia social en Pamela Leiva (2023), el humor en el Festival ha ido perdiendo ese interesante componente de tensar las estructuras de poder. Como bien decía en otra columna (Pueblo Político, El Mercurio de Antofagasta, 11/02/2023), cuando hay desinterés político, el autoritarismo emerge rápidamente.
Una sociedad adormecida o indiferente es blanco seguro de populismos primero y luego de gobiernos autocráticos. El humor político tiene un efecto de 'zoom progresivo' que permite poner al descubierto toda la cocina política y su tablero electoral. Como decía el filósofo marxista italiano Antonio Gramsci el optimismo de la voluntad debe superar al pesimismo de la razón (Odio a los diferentes, 2016). La idea tampoco es farandulizar la política, sacrificando algunas figuras o enalteciendo otras, no cayendo en lo grotesco o en la noticia liviana. El humor político cuestiona, impugna, ironiza y juega con situaciones y actores. Es nuestro deber volver a las conversaciones politizadas post-estallido para exigir que el humor político esté en nuestros espacios públicos y privados.
Dra. Francis Espinoza F.
Una sociedad adormecida o indiferente es blanco seguro de populismos primero y luego de gobiernos autocráticos. El humor político tiene un efecto de 'zoom progresivo' que permite poner al descubierto toda la cocina política y su tablero electoral.