Mujeres en alta dirección y el techo de cristal
"Recuerdo mis primeros años trabajando en sectores aislados, cuando era casi la única mujer en terreno y no había baños para mujeres".
El Día Internacional de la Mujer es una ocasión para revisar la participación de la mujer en la sociedad y, especialmente, al interior de las empresas. Y quiero utilizar la metáfora del "techo de cristal" para describir la situación en que las mujeres alcanzan un cierto nivel dentro de una organización, pero no logran ascender a los cargos más altos. Esta barrera invisible representa un problema importante en la lucha por la igualdad de género en el mundo empresarial.
No cabe duda de que se han implementado iniciativas y políticas que han ayudado a aumentar la representación de mujeres en cargos gerenciales durante los últimos 10 años. Cada vez más empresas cuentan con programas de diversidad e inclusión para fomentar la contratación y promoción de mujeres en posiciones de liderazgo. El gobierno, por su parte, también promueve políticas de igualdad de género y diversidad en el ámbito laboral.
Una de las formas para avanzar en este camino y romper el techo de cristal, es que las organizaciones se comprometan con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres forma parte integral de cada uno de los 17 ODS, incluido un objetivo independiente para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ODS 5) y metas con sensibilidad de género en los demás objetivos. Estos compromisos son el tipo de liderazgo transformacional que requerimos para ser escuchadas e influir en las políticas y medidas del desarrollo sostenible.
Recuerdo mis primeros años trabajando en sectores aislados, cuando era casi la única mujer en terreno y no había baños para mujeres. Para usar el de los hombres, mis compañeros me acompañaban para asegurarse que nadie ingresara hasta que yo saliera. Nueve años después, fui la primera mujer en un cargo de gerente de primera línea dentro de la organización. No solo estoy agradecida y orgullosa, me siento con la misión de promover una cultura inclusiva y equitativa en la que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres, para que puedan atravesar ese techo de cristal y avanzar hacia un mundo más justo y sostenible.
La experiencia me ha demostrado que las empresas que valoran la diversidad de género en sus equipos de liderazgo están mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro. La diversidad de género aporta una visión distinta, una perspectiva innovadora y una mayor creatividad en la toma de decisiones.
Por otra parte, las mujeres tenemos un papel clave en la sostenibilidad y debemos ser parte de la solución a los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos, sobre todo en sectores donde aún existe una cultura en la que se valora más la presencia masculina en puestos de liderazgo.
Romina López Díaz
Gerente Corporativo de Sostenibilidad de Ambipar Environment Latam