Claudia Carrazana y Marisela Figueroa marcan un hito en la historia de la adopción en Chile puesto que se convertirán en las primeras mujeres de la Región de Antofagasta en ser madres a través de adopción y quienes luego de un largo camino, encontraron en el Servicio de 'Mejor Niñez' una respuesta efectiva a su deseo de formar una familia, la misma que lleva 12 años en construcción.

La búsqueda de la maternidad también atravesó por complejos procesos de fertilización, los cuales lamentablemente no pudieron concretar el embarazo de Claudia. "Nosotras en un minuto hicimos un procedimiento donde Claudia quedó embarazada, pero perdimos al bebé. El procedimiento es muy caro y además es invasivo, uno queda muy mal psicológicamente además de la afectación física, por lo que decidimos no seguir por ese camino. Desde que nos conocimos, siempre estuvo la opción de adoptar, a pesar de tener o no hijos de manera biológica", expresó Marisela.

Adopción homoparental

El proceso de adopción lo inició Claudia de manera independiente, puesto que en el momento en el que realizaron los trámites, en Chile todavía no se promulgaba la ley de matrimonio igualitario, por lo que en forma legal, sólo podían postular parejas homoparentales como madres o padres solteros.

"Cuando ingresé al sistema para adoptar, lo hice como madre soltera porque con nuestro acuerdo de unión civil no se podía. Hicimos el proceso sin saber muchas cosas en realidad porque uno tampoco se informa (...) Dentro del proceso que estábamos postulando, salió el matrimonio igualitario y claramente es un sistema diferente, es otra categoría y como nosotras habíamos hecho el proceso de fertilidad bastantes veces se pedía un requisito de que una de las dos tenía que ser infértil, obtuvimos el certificado porque anteriormente pasamos por el proceso médico", señaló Claudia.

La ley de adopción establece categorías en las que se prioriza a los matrimonios chilenos y extranjeros residentes en el país, en segundo lugar a matrimonios en el extranjero y en tercer lugar los solteros, viudos o divorciados.

"La lógica de prelación es que si se tiene la sentencia de un niño, se tiene que buscar la mejor alternativa en el registro, en el caso de que no se encuentre un matrimonio, se debe hacer un llamado internacional y solo si internacionalmente no se tienen postulantes, se trabaja con los solteros. Entonces para ellos es mucha espera", aseguró Patricia Campillay Rojas, jefa de la Unidad de Adopción del Servicio Mejor Niñez.

"Con todos los cambios que hemos ido viendo de matrimonio igualitario y el crear conciencia con los tribunales, los solteros se han ido enlazando en procesos más rápidos, pero no quiere decir que en los sistema de cuidados alternativos de Mejor Niñez tengamos niños a la espera de ser adoptados, sino que en tramitación, pero los niños susceptibles se entregan de manera inmediata. Por ende, tenemos familias a la espera de un niño y no un niño a la espera de ser adoptado", consignó la encargada.

Espera final

De acuerdo a lo indicado, la espera de Marisela y Claudia está próxima a terminar, puesto que se encuentran una etapa avanzada, así lo afirmó Katherine Santibañez Mondaca, analista y psicóloga del programa de adopción.

"Los tiempos de adopción son relativos, pues dependen de la cantidad de tramitación judicial que existan en el sistema, sumado a la expectativa que tengan los solicitantes. Ellas están ingresadas en el registro, lo que quiere decir que en cualquier momento se puede enlazar, es decir, la designación de un niño para incorporarlo a su familia. Nosotros buscamos la mejor alternativa para ese niño y si dentro de esa mejor alternativa están ellas, las citamos para presentarles la opción y ellas deciden si quieren seguir", indicó la encargada.

Precedente

El caso de la familia Carrazana Figueroa marca un precedente para la comunidad, puesto que invita a romper estereotipos y convoca a todos los tipos de familia que quieran adoptar a pasar por el proceso. "Es un paso importante porque nuestra condición nos pone trabas desde hace mucho tiempo. Es algo que se ha luchado harto y se ha conseguido cosas de a poco, muy pausado y creo que estar dentro de este proceso como un matrimonio es muy importante para todos, no solamente para nosotras, sino que para toda la sociedad y mientras se esté más abierta, ver esto y que puedan ser parte, que la condición no es algo limitante, discriminatorio. Es un hito importante para nosotros también", dijo Carrazana.

Asimismo, tanto Marisela como Claudia y el equipo de Mejor Niñez, instan a todos y todas a que apoyen a quienes deseen formar una familia y brindar seguridad y oportunidades a niñas, niños y adolescentes que pertenecen al sistema.

"Todos quienes quieran darle una oportunidad a un niño de tener una familia, que se acerquen a Mejor Niñez porque las puertas están abiertas, acá no discriminan por el tipo de familia, sino que al contrario, mientras tengan las competencias van a evaluarte para llegar a ser apto en este proceso y si lo eres, vas a poder tener a un niño a a quien poder cuidar y darle los valores necesarios para el día de mañana", finalizó Marisela Figueroa.

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, jornada en la que se recuerda la lucha constante de las mujeres por su participación en la sociedad en igualdad de condiciones con los hombres. Un 8 de marzo, en 1857 y luego en 1909, trabajadoras textiles realizaron huelgas exigiendo derechos laborales. En ambas ocasiones más de cien de ellas fueron asesinadas. En 1975 las Naciones Unidas celebraron por primera vez el Día internacional de la Mujer.

El feminismo es el movimiento en que se han organizado las mujeres desde hace más de doscientos años con el fin de levantar sus demandas colectivas.

La filósofa y teórica argentina Diana Maffia entrega una conceptualización acerca de cuándo puedo decirme "feminista", señala "soy feminista cuando reconozco una desigualdad a nivel de sexo género, es decir, las mujeres están peor que los varones en todas las sociedades y considero que eso es injusto. Busco no reproducir esa injusticia y, en la medida de que eso me sea posible, hago algo porque eso desaparezca" ésta pareciera ser una buena definición porque tiene que ver con el compromiso de cada quién y no necesariamente con una conceptualización que excluye. Otra dimensión interesante la da la filósofa argentina, Daniela Suárez Tomé tiene que ver con cómo hacer el cambio de consciencia, cómo hacer que las mismas mujeres, y otros sujetos que se encuentran oprimidos dentro de este sistema jerarquizado de sexo género en el que vivimos y que recibe el nombre de patriarcado; cómo es que pasamos de vivir inmersas en esa opresión a comprender que somos oprimidas, y eso tiene que ver con el momento en que comprendemos que algo que pensábamos que padecíamos de manera individual, en realidad responde a una estructura opresiva que es colectiva. Ese cambio es personal y si bien puede ser doloroso, también es muy emancipador.

Desde un orden político afectivo, aporta a la reflexión, escuchar la voz inconfundible y tan actual de la Gabriela Mistral, cuando el año 1906 nos interpelaba con cariñoso delirio "La instrucción suya, es una obra magna que lleva en sí la reforma completa de todo un sexo. Instruir a la mujer es hacerla digna y levantarla. Abrirle un campo más vasto de porvenir".

Marcela

Mercado,