Los 144 años de la anexión de Calama
Hoy se conmemora el momento en que las tropas chilenas protagonizaron la toma de la hoy capital de El Loa, y desde ese momento, pasó a ser parte del territorio y factor determinante en la economía del país. Sus autoridades y líderes sociales piden avanzar en el desarrollo sostenible solucionando lo inmediato y poniendo énfasis en lo que debe existir para el futuro
La Guerra del Pacífico, tiene marcado como primer episodio de armas, el ocurrido en Calama, el 23 de marzo de 1879. Ese día, las tropas chilenas al mando del comandante Eleuterio Ramírez, en una rápida acción militar contra un puñado de comuneros y soldados armados, tomó posesión de la plaza de Calama.
La estrategia era fortalecer la presencia nacional en los territorios reivindicados y evitar el posible rearme del ejército boliviano y la aparición de montoneros.
Desde ese momento se recuerda que la actual capital de la provincia El Loa, pasó a ser parte del territorio chileno y con el tiempo se transformó en un pilar de la economía, con la presencia de grandes minerales de cobre, los que aún siguen vigentes con un menor grado productivo, pero de gran relevancia para el país.
Calama ya estaba presente en la historia como una zona de paso y de descanso ancestral. En la época prehispánica fue el punto utilizado para el reabastecimiento y retomar las fuerzas de las caravanas que iban y venían entre las zonas altiplánicas y costeras.
Sus características de oasis y una agricultura capaz de entregar el alimento requerido, eran trascendentales en esta suerte de corredor entre la cordillera y el mar.
Su historia se remonta mucho antes de la llegada de Ramírez y sus soldados. No obstante, el 23 de marzo quedó instaurado como la fecha que hasta hoy celebramos como su aniversario, sin desconocer que posee un legado muy anterior.
Las condiciones de aquella época pretérita distan mucho de lo que hoy conocemos, pero su ubicación estratégica y de sostén económico, siguen siendo sus grandes aportes al desarrollo del país. No obstante, a casi un siglo y medio de su anexión, arrastra inequidades que debiesen estar resueltas.
Los calameños critican una suerte de abandono histórico y están conscientes que merecen un mejor trato, mucho más allá de los discursos descentralizadores, aún guardan la secreta esperanza que se está viviendo un punto de inflexión para la comuna y la provincia.
Sus autoridades y líderes sociales piden avanzar en el desarrollo sostenible solucionando lo inmediato y poniendo énfasis en lo que debe existir para el futuro.
El actual gobernador regional, Ricardo Díaz, ha definido, junto a la mayoría de los alcaldes entregar una mejor calidad de vida en las nueve comunas de la región. Ello abre los caminos que tanto se esperan para Calama.