Cierre de Balneario Municipal atrae gran número de aves
MEDIO AMBIENTE. Durante el fin de semana se avizoró una gran presencia de pelícanos en el lugar. Pese a esto, especialistas aseguran que se trata de un fenómeno circunstancial y que se ha dado en otras partes ante casos parecidos.
Curiosidad causó el paisaje que se veía en distintos momentos durante el fin de semana en el Balneario Municipal. Ante la clausura del perímetro que rodea a la playa a causa del escurrimiento de aguas servidas, se pudo visualizar un gran número de pelícanos en la orilla del mar, junto a otro grupo que estaba esparcido en el agua.
Esta escena se percibe como consecuencia de la restricción de acceso al lugar que está en pie desde el miércoles pasado. Si bien la presencia de estos animales es relativamente común por los alrededores del balneario, no suele ser recurrente verlos en cantidades considerables en esta época del año, por la cual recién termina el verano.
Según expertos consultados, estos asimilan el fenómeno a otras apariciones similares de especies que se dieron en la región a lo largo del periodo crítico de pandemia. En ese entonces, las restricciones sanitarias permitieron el avistamiento de distintas aves, así como de ballenas y otras clases de mamíferos en zonas donde anteriormente era normal la circulación humana.
"Este fenómeno es habitual cuando ocurren este tipo de medidas. Se pudo observar en el sector de la playa en el Monumento Natural La Portada cuando se prohibió el acceso ahí. También en el Salar de Tara, donde hace algunos años se restringió el acceso a turistas en la zona. Ahí se vio que los flamencos comenzaron a volver y aumentaron su actividad reproductiva, porque no hubo perturbaciones asociadas a la presencia de personas que los espanten", explicó el exseremi de Medio Ambiente, Felipe Lerzundi.
Circunstancial
Más allá de lo inusual de la aparición, los especialistas también hacen énfasis en que esta es más que nada circunstancial. Los pelícanos, así como también las otras aves que suelen pasar por el lugar, han aprovechado el vacío dejado por la ausencia humana, pero éste desaparecerá en cuanto se vuelva a permitir la circulación por la playa.
"En rigor, esto no se debe entender como un aumento de la cantidad de individuos por especie. Son muchos los factores que determinan la abundancia de una, cómo la cantidad de alimento que depende de las condiciones oceanográficas o de la productividad del mar. Además, Antofagasta tiene una costa bien extensa, por lo tanto, las aves y el hombre constantemente interactúan", detalló el biólogo marino de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile, Roberto Villablanca.
"Dado que las especies tienen una gran cantidad de playas para acceder, no sabemos si está en particular les brinde algo mejor que las otras para que ahora se acerquen debido a que no hay personas, sumado a que pelícanos, garumas y otros tipos de gaviotas están habituadas a convivir en algunos sectores con las personas, así que lo más probable es que hayan visto sólo una oportunidad para descansar allí", profundizó el encargado pecuario regional del SAG, Sergio Estay.
Medidas a tomar
Pese a lo efímera que pueda ser esta presencia, se recomienda seguir de cerca la actividad de estos animales, considerando que los malos olores y el potencial daño que han causado las aguas filtradas en las playas les afecte. A la vez, la idea tampoco es apartarlas del todo, aunque eso implicaría algunas restricciones parciales al público.
"El ideal sería que ese tipo de medidas permanecieran, pero es imposible al considerar al balneario como un lugar de uso público. A lo que apuntaría yo sería a definir zonas en el territorio en donde se haga exclusión de ciertas actividades permitiendo esto. Por ejemplo, que en esos lados se evite el acceso a los vehículos. Eso protegería del efecto que provocan las ruedas o llantas a los nidos en edificación", propuso Lerzundi.
Por su parte, Villablanca apunta a un cuidado más consciente por parte de los vecinos y transeúntes: "En ese sentido, cada ciudadana y ciudadano puede contribuir a qué está interacción no sea perjudicial para las aves, evitando perturbarlas, cuidando que sus mascotas, en especial perros, no las persigan, y disponiendo adecuadamente los residuos. Un caso bien dramático, son las mascarillas y el hilo de pescar, que se enreda en las aves y puede ocasionarles muchos problemas, incluso la muerte".
"Este fenómeno es habitual cuando ocurren este tipo de medidas. Se pudo observar en el sector de la playa en el Monumento Natural La Portada cuando se prohibió el acceso ahí".
Felipe Lerzundi, Exseremi de Medio Ambiente