Correo
Agenda de seguridad
Para nadie fue una novedad que en la aprobación en la Cámara de la Ley Nain-Retamal, el Partido Comunista, algunos del Frente Amplio y la izquierda radicalizada votaran en contra, ya que todo lo que proteja y regule el accionar de Carabineros de Chile va contra sus principios ideológicos. El Partido Comunista y Apruebo Dignidad son el apoyo permanente del caos y desorden en el país. Lo vemos en la Plaza Italia, en los colegios emblemáticos, en el día del joven combatiente o, mejor dicho, delincuente, por nombrar algunos hechos violentos.
A estas agrupaciones ideológicas no les interesa la transversalidad para dar solución a la actual inseguridad pública. Afortunadamente, una gran mayoría apoyó esta ley en la Cámara, teniendo presente el bien de Chile, porque a una gran mayoría de la ciudadanía no le interesa la derecha ni la izquierda.
Leopoldo Vásquez Morales
Educación
El fuerte temblor de la semana antepasada ya quedó en el olvido. Olvidamos así también el otro terremoto, el más profundo. Desde 2020 se viene hablando de un "terremoto educacional", de una crisis que provoca atraso educativo y provocará pobreza a nivel nacional y mundial, con una posible disminución de hasta un 25% de los ingresos futuros de los actuales niños y niñas, según el Banco Mundial. En la Fundación Letra Libre trabajamos para despertar la consciencia sobre la permanencia de este terremoto y para movilizar a todos y todas a que puedan ser parte de la solución, sumándose a ser tutores de lectura de un estudiante que lo necesita. No nos olvidemos de esto y movilicémonos por el terremoto profundo y no sólo por el que se siente en la superficie.
Francisco Fernández, Lorena Sariego y Catalina Díaz Fundación Letra Libre
El valor del cuidado mutuo
El sociocuidado o el cuidado mutuo de las personas en una comunidad es un valor que, lamentablemente, está en desuso en nuestra sociedad actual. A menudo, la gente se enfoca tanto en sus vidas y propias necesidades, que se olvidan de aquellos que les rodean.
Cada día las personas están menos involucradas en la comunidad en la que viven, evidenciando relaciones más superficiales y menos significativas entre los individuos y sus grupos. Esta falta de conexión y confianza se ha convertido en un problema arraigado en nuestra sociedad moderna y ha llevado a una sensación de aislamiento y desconexión.
La falta de conductas de sociocuidado pueden llevar a crecientes brechas, pues al centrarse únicamente en uno mismo se deja atrás la igualdad de oportunidades y la justicia social. La falta de atención en quienes nos rodean y especialmente en los más vulnerables, se traslada a una mayor fragmentación y desigualdad social.
Es importante reconocer el valor del sociocuidado y empezar a hacer cambios significativos para fomentar la solidaridad y empatía. Si cada persona se centrara en cuidar y ayudar a aquellos que les rodean, la comunidad en su conjunto sería más fuerte y próspera. Así, se vuelve fundamental promover una cultura del cuidado mutuo para promover la unidad y conexión entre las personas.
En suma, el sociocuidado es un valor esencial que puede ayudar a fortalecer nuestra sociedad. Promoverlo, provocaría un impacto significativo en nuestras vidas y en nuestra comunidad, creando relaciones más fuertes, mejorando la salud y el bienestar de las personas, y ayudando a cerrar las brechas que nos separan. Sumémonos a construir una sociedad más unida, participativa y respetuosa.
Sandra Acuña, Universidad de Las Américas
Carabineros y uso de la fuerza
Si se encomienda a Carabineros la protección del orden y la seguridad pública, se debe aceptar que ellos hagan uso de la fuerza -de la violencia física legítima del Estado- y de los medios inherentes a su oficio. Numerosas personas dicen que los policías "deben usar una fuerza mayor y no proporcional a la de los asesinos".
Tales personas tienen un error de concepto: obviamente la fuerza utilizada por los policías debe ser mayor. La proporcionalidad no significa igualdad: que si un delincuente agrede con piedras o con un arma blanca a un carabinero, este debe responderle con los mismos elementos.
La fuerza debe estar en proporción a la resistencia ofrecida, a la gravedad del delito, a la situación que se controla, al peligro representado por los criminales y al objetivo legítimo que se persigue, lo que en casos graves justifica el empleo de medios letales. La desproporción en el uso de la fuerza no sólo puede predicarse respecto de la que es excesiva para cumplir con un determinado fin legítimo, sino que también respecto de la que es insuficiente para lograrlo.
Adolfo Paúl Latorre