Escuelita Chepuja cumple 3 años de trabajo
SOCIEDAD. El proyecto sigue en funcionamiento sin interrupciones en el Campamento Altamira.
Lo que se inició el año 2020, en plena pandemia, como un Punto de Lectura levantado con el fin de acompañar a los niños migrantes del Campamento Altamira, se ha consolidado como un modelo de exitosa inclusión escolar en el sistema educativo, que hoy cuenta con dos Escuelitas para niños en campamento Altamira y Campamento Chilenos por un Sueño, además de una Escuelita para adultos que quieren terminar sus estudios. Todos estos proyectos se encuentran al alero del Club de Lectura Rebelde, quienes fueron reconocidos el año 2022 como Premio al Fomento Lector Regional, por convertir la cultura y, en particular, la literatura, en herramientas de formalización y conocimiento, al servicio de cientos de familias, en su mayoría migrantes, y que ven la educación como la resolución a problemas como la falta de un proyecto de vida y la seguridad ciudadana.
El funcionamiento ininterrumpido de Las Escuelitas ha modificado la vida, también, de los profesores, estudiantes, ingenieros y periodistas que, como voluntarios, han convertido una iniciativa en un modelo sistematizado de apoyo escolar. Al respecto, su coordinador territorial, Sebastián Castillo, comenta: "Esta es una oportunidad maravillosa para no sólo para nuestros niñas y niños, hoy más de 120 entre ambas Escuelitas, sino que un proceso de aprendizaje inmenso para quienes partimos como voluntarios siendo estudiantes universitarios y hoy somos profesionales, sentimos que nos hemos formado también profesionalmente acá."
Preocupación
No obstante, para la fundadora de las Escuelitas, la gestora cultural Marcela Mercado, existen síntomas preocupantes que surgen de su propia iniciativa. "Como Escuelita, hemos sido invitados por el Ministro de Educación y el Seremi, además de autoridades e instituciones educativas. Los profesores que han sido el corazón de este proyecto, ven con mucha preocupación cómo sólo podemos intervenir en dos Campamentos. Hoy existen más de mil familias viviendo en asentamientos irregulares. La informalidad permite que los valores que articulan una sociedad estén dislocados. Nos hemos preocupado de que nuestros niños tengan escuela, uniformes y materiales, mochilas, que conozcan la historia de la ciudad, que entiendan que están incluidos en Antofagasta y que la educación, la lectura literaria y la cultura serán los ejes sobres los que podrán construir un proyecto de vida personal y que los haga felices y ciudadanos que aportan a este país".
Ciencia
En este tercer año, los niños y niñas de la Escuelita Chepuja, ya participaron de una Escuela de Verano en el Instituto AIEP, hicieron ruta patrimonial el Día de Antofagasta y desde la semana pasada retomaron sus clases de ciencia, a cargo de Fundación CECA, quienes además desarrollan una Academia Científica en el lugar. Asimismo, tienen apoyo en inglés, lenguaje, matemática e historia. Según los indicadores que manejan, hoy los 145 niños cuentan con cupo escolar, el porcentaje de abandono y repitencia fue cero y uno de los niños ya cursa estudios superiores.
"Estamos convencidos que la educación es la posibilidad de posibilidades para nuestros niños y niñas, por eso este año hemos fortalecido alianzas de tipo científicas. Una de ellas es con el Centro de Ciencia, Tecnología y Sociedad, C-TyS de la Universidad de Antofagasta, así es como hoy asistieron a visitar el proyecto 'TAKKINI, desde el desierto al Universo'", señaló.
"Es un proceso de aprendizaje inmenso para quienes partimos como voluntarios siendo estudiantes universitarios y hoy somos profesionales".
Sebastián Castillo, Coordinador territorial, Escuelita Chepuja
"Nos hemos preocupado de que nuestros niños tengan escuela, uniformes y materiales, mochilas, que conozcan la historia de la ciudad, que entiendan que están incluidos en Antofagasta".
Marcela Mercado, Fundadora Escuelita Chepuja