Lugares Comunes
El famoso periodista estadounidense Walter Lippmann solía decir que donde todo el mundo piensa lo mismo, nadie piensa (La Opinión Pública, 1964). Los estados-nación dictatoriales necesitan estructurar estrategias de 'entrenamiento lingüístico', anular la disidencia de pensamiento y alinear a la gente en función de las mismas ideas pertenecientes a las elites que gobiernan. Las democracias debieran ser la antítesis, nos permiten la libre expresión y ésta nos lleva a crecer políticamente en el diálogo diverso, pero constructivo. En las organizaciones, aquellos personajes llamados la 'quinta columna' representan la mirada distinta de lo que se está haciendo y desde lo antagónico inclusive contribuyen al desarrollo organizacional. Insistiría en que la tiranía del lenguaje, del pensar y del sentir no puede ser la norma en gobernanzas sanas y democráticas, y el periodismo está para tensionar los poderes una y otra vez, aquella autoridad que no entienda eso, no sirve para su cargo.
Sin embargo, lo que vemos en nuestra política es el camino a pasos agigantados a lo que la periodista Ecce Temelkuran analiza en su libro Cómo perder un país: los siete pasos de la democracia a la dictadura (2019). Los pasos que describe Temelkuran implican la creación de un movimiento, trastocar las lógicas y atentar contra la normatividad lingüística establecida, cambiar la realidad por la postverdad, desmantelar la institucionalidad política, diseñar un modelo propio de ciudadanía, dar 'pan y circo' para que el/la ciudadano/a no reflexione y sólo se ría de lo que está pasando, y construir un país a medida de las oligarquías reinantes. Desgraciadamente los medios y las redes sociales son grandes artífices en la construcción de este 'país inventado', donde finalmente se imponen discursos que como señala Jorge Majfud (La Narración de lo Invisible, 2005) construyen 'ideoléxicos', o expresiones/ideas que se van imponiendo como paradigmas sociales en las narraciones históricas de un país. Si bien de acuerdo a Ernesto Laclau (Los fundamentos retóricos de la sociedad, 2014), la sociedad es una producción discursiva en sí, pero las construcciones del país no pueden basarse en el pensamiento de una minoría que constituye los poderes fácticos y las elites político-económicas que nos gobiernan.
El tema de seguridad en nuestro país, que sin duda es tan real y tangible como la existencia misma, se ha convertido cansadoramente en el 'lugar común' para hacer política, desgraciadamente desde un populismo preocupante. La famosa ley Nain-Retamal nos deja poco espacio para discutir temas tan fundamentales como la reingeniería de las policías, su identidad de subordinación al poder civil y sobre todo su formación en derechos humanos y cívicos, es decir, cómo preparar a un/a buen/a policía para que como dice su himno vaya "sin miedo tras el bandido" y sea a su vez "del débil, el protector". Nadie discute el uso hegemónico de las armas por parte del poder institucionalizado, lo discutible es que la condición de privilegio se puede transformar en un arma de doble filo que endurezca las represiones frente a manifestaciones sociales cívicas. Es legítimo tener dudas, pensando que hasta las organizaciones internacionales han planteado estos cuestionamientos.
Los lugares comunes no se acaban aquí, si revisamos las construcciones propagandísticas de la derecha y de la social democracia para la elección de constituyentes, podemos observar la crítica frontal hacia el gobierno y el Presidente de la República, la revaloración de los 30 años de los gobiernos democráticos y la re-significación del estallido social por el 'estallido delincuencial'. En todos estos momentos discursivos se aplica las tres 'P': populismo, polarización y post-verdad (Moisés Naim, La Revancha de los Poderosos, 2022). En todos los casos se estaría produciendo lo que Ernesto Laclau (1998) llama la 'duplicidad de la figura retórica'. Bajo el doble discurso de la seguridad y otras expresiones comunes, se va generando lo que Naim llama una 'necrofilia política', es decir, una tendencia a la concentración de poder por parte de "autócratas disfrazados de demócratas" (EMOL, 15/06/2022) que erosionan la democracia con los mismos cánticos de siempre.
Las democracias no sólo son un 'electo-partidismo' (Natalia Soledad-D'elia, 2011). Se deben superar los esquematismos (Martín Retamozo, 2014), y dar paso al nacimiento de pensamientos divergentes que nos permitan realmente convertirnos en una democracia sana, contemporánea e inclusiva. No hay que tener miedo a ser impopular, hay que temer a los significantes vacíos que solamente ocultan prácticas del 'cómo voy yo ahí'.
Cristo no va a regresar
Es Semana Santa. Época de aparente recogimiento, pero la realidad nacional dista mucho de la espiritualidad que se observa en otras latitudes y otros países; Colombia, por ejemplo. En Chile, la gente piensa más en comprar pescado, antes que otras cosas. Se argumenta que esas son nuestras tradiciones. Evidentemente, somos una sociedad gastronómica y culinaria.
A pesar de los acontecimientos acaecidos en los últimos años, seguimos bajo el influjo de un materialismo desenfrenado, no importando mucho la fecha ni las circunstancias. ¿Qué pensaría Cristo de todo esto, si regresara a vivir nuevamente entre nosotros? Posiblemente, ya no volvería a sacrificarse. ¿Para qué hacerlo?
Mi padre, Miguel Serrano, durante su larga estadía en India, pudo comprobar que en aquella nación altamente espiritual también habría estado Cristo. Yo lo acompañé en esos peregrinajes .Esta es en parte su narración de los sucesos:
"Se han hecho investigaciones sobre una tumba existente en Srinagar, Cachemira, que se dice es la de Jesús. Tal vez sea la de un antiquísimo santo del Islam o de un maestro sufí. Nada hay de preciso en ello. He ido personalmente a ver esa tumba. Muy pocos saben de su existencia y del lugar en donde se encuentra. Cuesta llegar. El sitio se llama Rozaball y la calle creo que Khanyar...
"De hinojos oro aquí, como si lo hiciera en la tumba de Cristo en Jerusalén. De seguro hay más recogimiento, más solemnidad que en aquellos Santos Lugares profanados por el comercio y la rivalidad de las sectas cristianas. Además, aquí se encuentra la imagen viva del pasado, los rostros judíos de antaño, las tribus perdidas, los ojos abismales, que contemplan el paso de los siglos, la belleza de sus perfiles puros que encarnaron a Dios.
"Allá, cuando las mujeres llegaron a la tumba, no lo encontraron. La tumba estaba vacía. Jesús se había ido, había resucitado en Cachemira. Después, Él se apareció a sus discípulos. Tal vez proyectaba su mente, su cuerpo sutil, su vehículo astral, con el poder de su ciencia de la Atlántida, para ir a recorrer nuevamente los torturados lugares de su Pasión. Daba así impulso al Mito primigenio del Redentor Sacrificado, Mito que estallaría en el centro de un mundo naciente, haciendo añicos el camino aún no hollado de los arios de Europa, mas dando vida al sueño fantasmal del Amor Eterno.
"Si abriéramos esta tumba en Cachemira, ¿veríamos acaso que también está vacía? Porque Yousa se ha ido nuevamente, ha partido, para ser crucificado en otro universo, en otro astro, fracasada su misión en la tierra, no entendida su ciencia… no comprendido su Mito del Redentor Sacrificado."
Al analizar con detención lo que sucede hoy en el mundo, y principalmente en Chile, se podrá comprender que lo narrado anteriormente es muy cierto. Los rostros de la gente de Cachemira y otras partes de India trasuntan espiritualidad, y una bondad antigua, quizás bíblica, que Jesús pudo haber conocido. Cuando echó a los mercaderes del Templo, estaba haciéndolo también con todos los que actualmente no quieren entender su mensaje. Acá, con los tiempos que corren, sobran mercaderes y Dios está cada día más ausente.
Dra. Francis Espinoza F.
José Miguel Serrano
Opinión
Opinión
"
"
El tema de seguridad en nuestro país, que sin duda es tan real y tangible como la existencia misma, se ha convertido cansadoramente en el 'lugar común' para hacer política, desgraciadamente desde un populismo preocupante.
A pesar de los acontecimientos acaecidos en los últimos años, seguimos bajo el influjo de un materialismo desenfrenado, no importando mucho la fecha ni las circunstancias. ¿Qué pensaría Cristo de todo esto, si regresara a vivir nuevamente entre nosotros?
"
"
Académica UCN
Economista Universidad de Columbia