El espíritu de Caín
"El sector del Frente Amplio, para poder matar simbólicamente a un padre/madre política, debería, para empezar, tener a uno/a". Cristian Zamorano Guzmán, Doctor en Ciencias Políticas
En una interpretación laxa del concepto psicoanalítico freudiano, la figura metafórica de "matar al padre" expresa un proceso en el cuál el individuo se libera de la tutela progenitora para volar con sus propias alas. Supone romper con lo que el "padre"; o más bien la figura indiscutiblemente dominante; representa, defiende o cree.
El problema para la izquierda, es que actualmente no tienen a nadie a quien "matar" para crecer. El sector "Concertación" más que "asesinar" a alguien, su voluntad sería más bien resuscitar a la figura de Michelle Bachelet, idea que con el tiempo se ve cada vez menos factible. El sector del Frente Amplio, para poder matar simbólicamente a un padre/madre política, debería, para empezar, tener a uno/a, porque simplemente estos dan la impresión que aún no han dejado de ser "hijos". Más allá que estar sumergidos en una "neurosis obsesional", tienen un grave problema de confrontación con lo real y en la manera de cómo enfrentarlo. E intervenirlo. En cuanto al Partido Comunista, como ahí no hay un solo personaje a cargo, ya que el mando funciona a través de un cuerpo colegiado, no se puede "matar" a alguien en particular. Y sobre todo, ahí, los huevos nunca se colocan en una solo canasta.
Ahora, en la derecha, en la región, el concepto de Freud tiene una cierta cabida. Acá no se trataría de "padre" sino de "madre" política. En su origen, este relato tuvo más bien que ver con una especie de confrontación entre Abel y Caín, pero versión "hermanas", con la rivalidad que existió entre las figuras de Karen Rojo y Paulina Nuñez, ambas dirigiéndose en ese entonces hacia una candidatura senatorial. Como Caín mató a Abel, la justicia sepultó la carrera política de la ex alcaldesa, y si Caín se fue a Nod y fundó familia con una mujer de esa ciudad, la Senadora Nuñez se fortaleció en Santiago y se casó con un referente político de allá.
Volviendo a Freud, llegar a la cúspide de su trayectoria política con su elección como Senadora no fue exento de un intento de homicidio simbólico ya que el propio personaje que ella quiso "inventar", como político, se presentará en su contra, ella padeciendo entonces la pérdida de más de la mitad de su votación anterior, sumado a un estripitoso fracaso anterior de sus candidatos en la elección de convencionales. Hoy dia, sus púlpilos, en esta carrera para el Consejo Constitucional, tienen la ardua tarea, más allá de ganar para ellos mismos, de mantener vivo el liderazgo de la persona que los patrocinó, porque ese liderazgo indiscutiblemente se ha diluido, en algunas oportunidad en agua medias turbias (caso del llamado "narcofuncionario" relacionado con RN, caso "empresas exprés", …).
El cariño que le tenía un cierto sector de la ciudad se le fue como agua sucia entre los dedos. Y eso debería confirmarse en las próximas elecciones. Pero nada está inscrito en la piedra, porque la dupla rival en esa misma lista, una alianza pragmática entre Evopoli y la UDI, deberá sacar a un consejero/a constitucional más que su rivales directos para alterar ese desvanecido liderazgo. Y si estos no lo logran, lo podrán también hacer las listas de Repúblicanos y/o del PDG. En este caso, igual el homocidio simbólico ocurrirá. Es decir, tenemos dos casos de figuras posibles sobre tres de asistir a lo que Freud llamaría el festín de la "horda primitiva", cuando literalmente los "hijos" degustan al "padre/madre".