La Democracia en Picada
En 2021, la ganadora del premio Pulitzer, Anne Applebaum, escribió sobre la fragilidad de la democracia frente al avance de modelos políticos autocráticos en Occidente (El Ocaso de la democracia: la seducción del autoritarismo). Por su parte, la periodista turca Ece Temelkuran nos entrega, prácticamente, un 'manual de cortapalos' de cómo caer desde la democracia a la dictadura de facto (Cómo perder un país: Los siete pasos que van de la democracia a la dictadura). En 2018, los académicos estadounidenses Steven Levitsky y Daniel Ziblatt en su libro Cómo mueren las democracias discuten el incremento de la corriente populista en Estados Unidos, liderada por un personaje como Donald Trump. Con anterioridad, los economistas turco e inglés Daron Acemoglu y James A. Robinson se refirieron a la relación directa entre la política económica dictada por los dirigentes y el desplome de algunas naciones-estado (Por qué fracasan los países, 2014).
Toda esta literatura contemporánea en política, nos habla del 'tufillo' a regresión autoritaria (Cristóbal Bellolio, La Tercera, 09/04/2023), o abiertamente al avance hacia concepciones dictatoriales de cómo gobernar un estado. Esta sensación de pérdida es en contra de la democracia. El cuestionamiento que nos surge es ¿en contra de qué tipo de democracia?, de la democracia representativa, cuya 'abstención' había venido 'ganando las elecciones' antes del voto obligatorio; de la democracia político partidista, cuyo declive en Chile comienza con la visibilización del financiamiento de la política y la eufemística expresión 'boletas ideológicamente falsas'; o de las democracias capitalistas de Occidente como Corea del Sur, cuyo desarrollo contrasta con tener a su haber uno de los índices más altos de suicidios (junto con Groenlandia) a nivel mundial. De una forma u otra, las gobernanzas democráticas sí entregan mayores garantías de sana convivencia a la ciudadanía y las libertades necesarias para alcanzar el deseado bienestar social, progreso, cohesión y equidad.
El punto es por qué la gente podría preferir actualmente formas autocráticas de gobierno en desmedro de lo que hemos tenido por más de 30 años. Los resultados de la Encuesta Barómetro (IPP, UCN, abril 2023) revelaron que el 71% (noviembre de 2021) de la población encuestada está pensando en formas autoritarias de gobernanza a diferencia de la valoración de la democracia observada en agosto de ese mismo año. Podríamos reconocer que lo que nos dice la literatura internacional es que se han ido instalando 'olas de pedagogía del miedo' en diferentes partes del mundo, que según Manuel Peña Díaz buscan "la interiorización de la desconfianza y la inseguridad. Con miedo es imposible recuperar el sentido de comunidad y la tranquilidad para habitar la ciudad" ("La Pedagogía del miedo", El Español, 10/03/2017). Si bien Peña Díaz se refiere a las campañas publicitarias de empresas de seguridad, pero esto pudiese ser aplicable a todo ámbito, sobre todo al noticioso en medios de comunicación y redes sociales. Asimismo, habría una 'extensión' de este fenómeno a la fabricación y venta de armas, blindaje en viviendas y vehículos, y así todo un determinismo tecnológico (Marshall McLuhan, El Medio es el masaje, 1967) en favor de una población temerosa e insegura que busca protegerse de la delincuencia y enemigos invisibles/visibles.
Aun cuando Lorena Cabrerizo argumenta que la práctica del terror constituye un instrumento de dominación (Poder Popular, 12/10/2017), el contexto real nos golpea la cara. Según la información reciente de la Subsecretaría de Prevención del delito, entre 2021 y 2022, se aprecia un aumento de un 44,6% de los delitos de mayor connotación social (El Mercurio de Antofagasta, 09/04/2023). En este sentido, los dichos recientes de la Delegada Presidencial Karen Behrens sobre la dicotomía entre percepción y realidad carecerían de base empírica; pero el discurso de la CORE Katherine San Martín tampoco reflejaría una contundencia en el discurso al momento de buscar orígenes y soluciones a la problemática. La problemática está aquí: los niveles de evaluación de nuestras autoridades regionales y locales (con notas muy 'rojas') ayudan a justificar la hipótesis de que el debilitamiento o procrastinación institucional es la clave en la caída de las democracias (María Victoria Murillo, Steven Levistky y Daniel Brinks, 2021).