Arica decreta "emergencia migratoria" tras desesperada huida de venezolanos a Tacna
COLAPSO. Decenas de los cientos de "varados" en Chacalluta que esperan por volver a su país se echaron a correr en masa por el desierto para burlar control fronterizo peruano, en medio del "estado de emergencia" decretado por Dina Boluarte.
El municipio de Arica decretó ayer el estado de "emergencia migratoria" a nivel comunal después de que decenas de migrantes "varados" en la frontera chilena con Perú, en su mayoría de Haití, Colombia y Venezuela, intentaron abandonar nuestro país al rebasar los controles de seguridad, para tratar de cruzar por el desierto hacia la ciudad de Tacna. Algunos incluso llegaron a huir hacia el océano, pero la mayoría fue contenida por el contingente de agentes antidisturbios que llegó para reforzar al pequeño grupo que vigilaba el paso fronterizo.
Según las imágenes difundidas por la televisión, un grupo de mujeres haitianas reclamó a los miembros de la policía peruana por bloquearles, el paso en cumplimiento de las disposiciones dictadas por el Gobierno de Dina Boluarte la jornada anterior.
Posteriormente, ciudadanos colombianos y venezolanos arrojaron piedras y objetos contra los efectivos, mientras que al otro lado de la línea fronteriza un contingente de carabineros impedía que regresaran a Chile.
La crítica situación escaló hasta el colapso luego de que cientos de personas que llevaban al menos cinco días esperando autorización para pasar a Perú y continuar hasta sus países recibieron la noticia de que Boluarte había decretado "estado de emergencia" en todas sus líneas fronterizas, con el despliegue de militares, para aumentar el "control de los ciudadanos extranjeros".
Al hacerse ayer efectiva la medida, decenas de migrantes, la mayoría venezolanos, corrieron en masa hacia el desierto para intentar avanzar a la fuerza fuera de Chile.
Según el Ejecutivo peruano, el estado de excepción en todas sus fronteras se debió a la "militarización de las fronteras" que implementó Chile a partir de febrero pasado.
Corredor humanitario
Debido a que la tensión ayer aumentó, y a raíz de la compleja situación humanitaria en la zona de Chacalluta , el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, puso en marcha dicho decreto de "emergencia migratoria", pues la ciudad ayer ya sumaba diez días consecutivos con cientos de inmigrantes "atascados" en sus calles y plazas, ante la negativa peruana de poder ingresar al país vecino.
La situación crítica había sido advertida por la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, al menos 48 horas antes.
"Vamos a disponer de recursos para ir en apoyo, especialmente, de las personas más necesitadas, que son los niños, las niñas y personas mayores que tienen enfermedades, y que su destino no es Chile, sino que es llegar a Venezuela", dijo el alcalde, que ordenó desplegar equipos municipales se desplegaron por todo el territorio fronterizo para elaborar un plan migratorio.
Desde Santiago, Espíndola agregó que un "corredor humanitario (que permita atravesar por Perú a los migrantes en caravana) es fundamental, es clave", debido a que la situación se va a agudizar por el estado de emergencia y la militarización de la frontera peruana. Por lo mismo, urgió a la ONU intervenir, así como también a las Cancillerías de los países involucrados.
En Radio Infinita, el canciller Alberto van Klaveren dijo que "el tema es muy complejo, afecta a una serie de países en América del Sur, estamos hablando de un flujo migratorio procedente de Venezuela superior a siete millones de personas y menos del 10% de esa cantidad se encuentra en Chile".
La ministra del Interior, Carolina Tohá, aseguró que se está brindando ayuda para que las "personas que intentan trasladarse a otros países encuentren por el lado chileno todas las condiciones de apoyo humanitario", y aunque el presidente del Congreso peruano, José Williams, llamó a los países a "trabajar en conjunto" para afrontar la crisis, su Gobierno no dio señales de flexibilizar los bloqueos al paso de extranjeros hacia su territorio.
Califican a Boluarte de "irresponsable"
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, fue duramente emplazada por la oposición venezolana, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática, tras adjudicar a la migración de ese país la crisis delictual para justificar el cierre de todas sus fronteras. La entidad "rechazó" las expresiones de la mandataria, "quien de manera irresponsable ha generalizado señalando a nuestros más de 1,2 millones hermanos venezolanos como principales responsables de hechos delictivos que han ocurrido en el hermano país".