Estudio afirma que recursos obtenidos a través de patentes mineras mermarían capacidad de gestión de los municipios
REGIÓN. Investigaciones de académico de la UCN da cuenta de un efecto de "desplazamiento" en donde los municipios priorizan recursos de la actividad minera por sobre la gestión propia.
El académico de la Facultad de Economía y Administración de la UCN, Dusan Paredes fue parte de un equipo de profesionales que estuvo a cargo de realizar una investigación destinada a observar la utilización de los recursos obtenidos por municipalidades chilenas a través de patentes mineras. Dentro de los lugares analizados, la segunda región fue una de las zonas que se observó con más detalle, dado su importante rol en la industria.
Los fondos que provienen de estas patentes son considerados como "no costosos", lo que quiere decir que no requieren una gestión directa del municipio para obtenerlos. En estos Paredes y compañía se centraron, con la idea de probar si eran usados en la mejora de bienes y servicios municipales. Al estudiar los datos, se encontraron con que muchas de las municipalidades no tenían cambios significativos en torno a su distribución financiera, pese al impulso que daba este ingreso.
Ante esto, los autores plantearon una "hipótesis de desplazamiento", que describe como la tenencia de recursos "no costosos" promueve el no buscar los que sí dependen directamente del municipio, como los que se consiguen por medio de impuestos territoriales, permisos de circulación o patentes comerciales.
"Comenzamos a explotar esta idea, a modelarla matemáticamente, y comenzamos a buscar si los datos podrían explicarnos esta situación, y en el último par de papers encontramos evidencia de que esa situación podría estar ocurriendo. Calculamos que por cada dólar que se recibe de recursos no costosos, se dejan de recolectar entre 0,5 y 0,7 de los recursos que sí cuestan", profundizó Paredes.
Con miras al royalty
Este estudio, el cual fue posible por medio de proyectos FONDECYT, tomó alrededor de cinco años en realizarse, y sus resultados fueron publicados a lo largo de cuatro informes difundidos a través de la editorial Elsevier, especializada en contenido científico y técnico que es considerada como una de las más prestigiosas en estas materias. Pero más allá de eso, sus planteamientos vienen a tomar una nueva importancia en el presente, dada la reciente aprobación del Royalty Minero y lo que conlleva su puesta en marcha.
Para Paredes, los resultados de la investigación dan una advertencia sobre cómo se usarán los recursos que generará la medida, y asegura que es necesario observar con atención la regulación que existirá al respecto.
"Siento que hubo una discusión sana, pero un tanto excesiva, sobre los montos que sacará cada región. Pero a mi me llama la atención lo poco técnica que ha sido la discusión en torno a las reglas con las cuales estos recursos se pueden usar. Se puede pensar en una justicia territorial, pero la economía es más compleja que eso y muchas veces las buenas intenciones se ven cubiertas por incentivos que luego no se logran materializar", señaló el académico.
A su vez agregó que "el Royalty es una excelente noticia para los municipios mineros. Sin embargo, el punto que queremos levantar con este proyecto es la necesidad de tener una conversación técnica. Si esta no se tiene, podemos quedar con un escenario en que estos recursos no necesariamente se traduzcan en mejoras significativas para las personas que viven aquí".
Potencial solución
Ante la posibilidad de que el traspaso de estos recursos sin condicionar a municipios mineros provoquen un impacto nulo en los demás fondos, una de las opciones a considerar para abordar la problemática es aplicar un sistema de copago que condiciona la ganancia de dinero externo a lo que se pueda conseguir con la gestión propia.
"La mayoría de los países desarrollados han aplicado este método para solucionar el problema. En vez de pasar el dinero sin condiciones, se propone que lo que recauda el municipio pueda ser doblado, lo que implicaría un incentivo para que este pueda mejorar la salud de sus finanzas municipales. Sabrán que si quieren usar un millón de pesos, deben ser capaces de recaudar el mismo monto en recursos propios, evitando el efecto de desplazamiento que nosotros estamos sospechando", profundizó Paredes.
Aterrizándolo a la segunda región, este sistema podría ser aplicado en Antofagasta o Calama, mientras que localidades más pequeñas deberían contar con otro tipo de normativas, ya que su obtención de recursos conlleva mayor dificultad.
"Este efecto de desplazamiento es el doble en los municipios más grandes que en los pequeños, lo que es comprensible porque los grandes son los que realmente pueden rescatar dinero de fuentes locales. Ciudades como Sierra Gorda o María Elena no tienen mucho de donde tirar mano, en cambio sí hay incentivos en Antofagasta o Calama. Por lo mismo es muy importante sentarse a conversar sobre las reglas", indicó el también economista.