Ha sido un año difícil el que nos ha tocado enfrentar como gobierno. Desde nuestra instalación, con algunos accidentes, pero también con mucha voluntad de cambio y humildad, hemos recibido el llamado de atención que la ciudadanía nos ha hecho, y con humildad hemos ido aprendiendo, pero nunca renunciaremos a nuestro deseo de construir un país más justo y mejorar la calidad de vida de nuestra ciudadanía.

Es por ello que, a pesar de muchos obstáculos, hemos avanzado sustantivamente en una ley que reduce la jornada de trabajo a 40 horas y que contempla bandas de flexibilidad horaria a la entrada y la salida, para que las trabajadoras puedan llevar/retirar sus niños al colegio previo acuerdo con su empleador. Asimismo, logramos tramitar la ley de pago efectivo de deuda de pensiones de alimentos, para que nuestros niños nunca más vuelvan a sufrir carencias porque alguno de sus padres no cumple con sus respectivos pagos de manutención mensual, y sin dejar de mencionar el alza del salario mínimo desde $410.000 pesos este 2023 a $500.000 pesos al 2024, para contener las alzas inflacionarias a las que ha sido expuesta nuestra economía.

Relativo a la materia minera se logró apoyar el Royalty Minero hace algunas semanas, que sin lugar a dudas beneficiará a todas las regiones del país y sobre todo a la nuestra, en particular las comunas en que se explotan los yacimientos. Este avance resultará fundamental para mejorar la calidad de los servicios que entregamos a la ciudadanía, así como también la investigación científica para poder mejorar la actividad minera. Todo ello implicará una mejora sustantiva de nuestras vidas, que impactará directamente a la región de Antofagasta.

Pero no sólo eso, una vez culminados los respectivos estudios, se pondrá en marcha la estrategia nacional del litio, que busca instalar una industria para capturar más riqueza para Chile y así impactar directamente en el bienestar de la ciudadanía. No sólo se promoverá la investigación e innovación, ya que el litio es el mineral del futuro debido a sus enormes propiedades en materias de energías renovables, pero con un fuerte protagonismo del Estado e invitando, por su puesto, a los privados a hacerse cargo de este potencial negocio.

El combate a la delincuencia y el crimen organizado se ha tomado nuestra agenda de manera prioritaria. Hemos decidido extender el Estado de Excepción en la zona de La Araucanía, pero también proteger nuestras fronteras en el norte del país, a lo que se suma el mayor aumento de recursos para seguridad en los últimos cinco años, y nuestras acciones han impactado de manera positiva en la reducción efectiva de los delitos. El año 2022 se redujeron en un 31% los eventos de violencia rural, y el año 2023 registra una caída de un 56% de los ingresos por pasos no habilitados respecto del año anterior. A lo anterior se debe agregar el establecimiento del Plan Calles Sin Violencia, la Política Nacional contra el Crimen Organizado, el Plan de Reposición del Parque Vehicular de Carabineros, el Fortalecimiento de la Normativa de Seguridad, Ley de Delitos Económicos y Ambientales y la Ley Antinarco.

Esperamos con todos estos planes seguir trabajando con mucha humildad por construir un Chile mejor y más justo.

Como era de esperar los dirigentes políticos del oficialismo y la oposición tuvieron dispares opiniones respecto a la maratónica Cuenta Pública, que realizó ayer, el Presidente, Gabriel Boric. Era su segunda oportunidad en la que rendía cuenta al país y estuvo casi tres horas y media en una extensa exposición de lo realizado y lo que pretende hacer durante su mandato.

Calificativos como "sólido" o "contundente" se reiteraron entre los políticos de sus filas. Mientras que en contraparte, los opositores dijeron que extrañaron anuncios para la reactivación económica o que "parece no estar en sintonía con el país".

Y para quienes no están en ninguna de las veredas pareció extenso, sin muchas novedades, pero sí con un valor importante en el llamado a la unidad, al diálogo y a lograr acuerdos en beneficio del país, en especial de los más desposeídos.

Pero, las miradas y los análisis no se detienen ahí. Hay quienes creen que la propuesta de acuerdos, está bajo el tinte y la necesidad de sacar adelante las reformas de pensiones y tributaria. No obstante, lo distinto es que claramente la búsqueda de consensos no parte desde la imposición, sino de la seguridad que todos deberán estar dispuestos a hacer actos de grandeza y concesiones.

Una lección aprendida y que difiere de anteriores posturas en que el "sí o sí ,a cómo dé lugar", tenía una mayor preponderancia. Un nuevo sistema de gobernar.

Es obvio que se requerirán recursos para resolver los problemas de seguridad, en salud y en economía. Lo importante será equilibrar esos desafíos con las cargas tributarias para empresas y las personas, en momentos en que la aflicción económica es la característica.

Sólo el diálogo fructífero permitirá que se pueda ir avanzando en temas sensibles, en demandas históricas y en resolver los pendientes con la población vulnerable. No hay certezas, pero sí esperanzas en que se logrará.