Amelia Carvallo

Marcelo Kiwi comienza la quinta temporada de "Siempre hay un chileno", programa en el que oficia de camarógrafo y conductor desde 2017 y con el que recorre el mundo tras la historia de compatriotas que viven en diferentes lugares fuera del país.

Kiwi cuenta que en un comienzo no tenía muchas expectativas, pero que siempre ha manejado, con la maestría de un pulpo, micrófonos y cámaras para seguir a sus entrevistados. "Hoy el programa se ha transformado en un verdadero ícono y voz de los chilenos que viven fuera de Chile. Recibimos cientos de pedidos de chilenos sueñan con salir en el programa y mostrar cómo lo hacen viviendo en el exterior", explica este viajero que lleva cuatro años viviendo en Barcelona, desde donde se desplaza para grabar.

-Tienen una base de espectadores, ¿qué pueden esperar ellos tras dos años sin estar al aire?

-En este tiempo fuera de pantalla hemos juntado muchas ganas y experiencia. También estuvimos trabajando en contenido para YouTube y redes sociales, donde ya hay una gran comunidad de personas que nos siguen. Desde que se emitió el último estreno del programa, nuestras redes se han quintuplicado llegando a 110.000 seguidores activos. Esta nueva entrega viene más juguetona y divertida con personajes, situaciones y lugares que nos van a llevar a viajar a rincones insólitos, sorprendentes, desconocidos y también conocidos, pero desde otra mirada. Me gustaría destacar la meticulosa y laboriosa selección de los participantes que ha sido liderada por Macarena de Cea, experimentada investigadora que hemos sumado al equipo de trabajo del programa. A través de exhaustivas entrevistas, ella se ha reunido con chilenos interesados en participar, asegurando una amplia diversidad de historias y experiencias en cada temporada.

-Cómo llegan a esta quinta entrega, ¿qué desafíos les plantea?

-Nos encuentra muy ilusionados de reencontrarnos con nuestro público, tenemos muchas ganas de estrenar los nuevos capítulos. Pensando en los desafíos del programa, hemos puesto un esfuerzo especial en mejorar el formato y mantener también todo eso que ha hecho a al programa tan popular. Cuando partí haciendo el programa, fue más bien una aventura de viaje y trabajo que nunca imaginé que iba a llegar a una quinta temporada. Pero ahora viendo para adelante creo que hay muchas más temporadas por venir y hay una evolución del programa que se ha ido notando conforme pasan las temporadas.

-¿Queda mundo para recorrer en esta quinta temporada?

-Queda muchísimo mundo más por recorrer, esto recién está comenzando. Haciendo estadísticas, hemos estado tan solo en 50 países del mundo realizando esta experiencia y si lo piensas bien hay más de 180 países y miles de historias por contar.

-¿Puedes adelantar algo de esta temporada?

-En esta temporada son 37 las historias que vamos a conocer, porque tendremos a tres personajes por capítulo y en el capítulo estreno de Dublín serán cuatro. Se me viene a la cabeza la historia de Fefi, una chilena que nació con espalda bífida y que, contra todo pronóstico, se fue a vivir con su esposo Roco a la Costa Azul en Francia, pese a los cuestionamientos y dificultades que tuvieron que enfrentar. Otra historia que me llamó profundamente la atención fue la de dos chicas de San Antonio, qué siguiendo sus sueños de ser luchadoras de lucha libre profesional hoy viven en Japón y México y son súper reconocidas. También está la historia de Cazuela, un guerrero de corazón que nunca soñó con ir a vivir a Marbella y vive desde lejos los partidos de su Colo Colo amado.

-¿Bajo qué parámetros te ubicas para mostrar historias de vida, qué te interesa mostrar de esas personas que encuentras?

-Soy un viajero empedernido, amo viajar y conocer lugares y personas. En una semana más cumplo 47 años y es loco pensar en todos los lugares y personas que me ha tocado conocer en este tiempo. Lo que se ve en el programa es lo que pasa de verdad cuando conoces a una persona por un día y conectas. Aquí no hay libretos ni grandes producciones, sino que la vida misma. Reflexionando en lo que es el programa, siento que más que un programa de viajes es un programa que muestra cómo es conectar. Cuando estoy grabando no estoy consciente de que alguien después va a verlo, sino más bien me interesa lo que ocurre en ese momento.

-¿Has podido encontrar algo en común que compartan las chilenas y chilenos que has mostrado?

-Aparte de los indios pícaros que todos me han mostrado con cierta cara de malicia, lo que he podido encontrar en los chilenos que he grabado es un profundo sentimiento de cariño hacia nuestro país. Muchos lo añoran y lo extrañan, pero también son muchos los que ya han hecho vida afuera y no estarían dispuestos a volver. Ser chileno es un sentimiento especial. Como bien me dijo Giovanni Canale en Miami: "Es que ser chileno es la raja".

-¿Qué ciudades o rincones se te vienen a la cabeza cuando piensas en esta quinta temporada?

-Son muchas las postales que se me vienen a la cabeza, por ejemplo, el templo de los 5.000 monos que hay en Jaipur, India, o la librería Lello donde el mito dice que J.K. Rowling se inspiró para escribir Harry Potter en Porto, Lisboa. También el Arena México repleto de gente gritando enardecida alentando a los luchadores de lucha libre, o el mercado de Nishiki Market en Kyoto, Japón, donde un simple paquete de frutillas puede llegar a costar 24.000 pesos chilenos; o el mercado de Sonora, México, donde una curandera me vaticinó algo que espero se cumpla para esta temporada.

La nueva entrega de "Siempre hay un chileno" parte este sábado en Canal 13 en horario prime, después de T13 central.