Erdogan asume su tercer mandato en Turquía con un discurso de unidad
ULTIMO PERIODO. Lo acompañaron a jurar una treintena de jefes de Estado, entre los que se encontraba el de Venezuela, Nicolás Maduro. El mandatario presentó su nuevo gabinete y pidió "amar y ser amado".
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, fue investido por tercera vez como jefe de Estado de Turquía, momento en el que dio un giro en sus agresivos discursos y pidió "amar y ser amado".
"Hemos ganado el honor de servir a la nación turca otros cinco años. Abrazo a todos los 85 millones (de ciudadanos), tengan la visión política, el origen, el carácter o la religión que tengan", dijo Erdogan durante su alocución en el palacio presidencial.
"La campaña electoral terminó el 28 de mayo (día en el que ganó la segunda vuelta de las presidenciales con un 52,2% de los votos). Ahora decimos: 'Amemos y seamos amados'. Necesitamos que 85 millones de personas se mantengan unidos como ladrillos de una pared. Necesitamos un gran abrazo" dijo, recién investido.
El mandatario llegó al palacio presidencial bajo una persistente lluvia, tras haber jurado el cargo el cargo en el Parlamento, acompañado de su mujer, Emine Erdogan, sus hijos Esra, Bilal y Sümeyye y el marido de esta última, el fabricante de drones Selçuk Bayraktar.
Erdogan dirige Turquía desde 2003, primero como primer ministro y desde 2014 como presidente, cargo que desde un referéndum en 2017 reúne las funciones de jefe de Estado y jefe de Gobierno.
Su nuevo mandato se extenderá hasta 2028 y, salvo cambios en la Constitución, debe ser el último, ya que la Carta Magna prevé un máximo de dos turnos para el presidente.
Este aspecto ya causó polémica al presentarse Erdogan para su tercer mandato, pero la Judicatura aceptó la tesis de que el número de legislaturas solo debe contarse a partir de las elecciones de 2018, celebradas acorde a la Constitución aprobada el año anterior.
Jefes de estado
A su llegada al palacio presidencial, Erdogan saludó a una treintena de jefes de Estado y de Gobierno extranjeros, entre ellos el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que ya llegó ayer a Ankara, y el de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, así como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.
La gran mayoría de los demás jefes de Estado procedían bien de África subsahariana, bien de los Balcanes o de los países túrquicos de Asia Central.
También estaba presente el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, cuyo país se halla en un difícil proceso de reconciliación con Turquía, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que se halla hoy y mañana en Ankara, con una reunión bilateral con el presidente turco en la agenda. El acto terminó con una prédica de Ali Erbas, jefe de la Diyanet, el organismo equivalente a un Ministerio de Religión, seguida por un concierto de música clásica y una cena de Erdogan con sus invitados extranjeros.
Luego, Erdogan presentó a su nuevo gabinete, donde mantuvo sólo a dos ministros y donde destaca la presencia del economista ortodoxo Mehmet Simsek como ministro de Finanzas.
El nombre de Simsek, que ya ocupó el cargo entre 2009 y 2015, fue objeto de numerosas especulaciones, ya que la prensa turca considera que su regreso a un puesto de poder puede anunciar una vuelta hacia políticas más ortodoxas. Simsek tendrá por delante la tarea de sanear la vapuleada economía turca y estabilizar la lira, que ha perdido un 20 % de su valor en un año, y un 85 % desde que el economista dejó el cargo.
Para ello debe frenar el actual ciclo de consumo e inflación, algo que normalmente se haría subiendo drásticamente los tipos de interés, pero es una medida que Erdogan ha condenado reiteradamente en los últimos años.