El "virus" de la tecnología
En el día de mi cumpleaños y mientras escribo estas líneas, no puedo dejar de pensar en cómo los avances tecnológicos nos han cambiado la vida. Muchos de ellos de manera positiva. Por ejemplo, el hecho de estar conectados al instante con nuestros seres queridos, o amistades, aunque se encuentren en apartados lugares de un mundo que aparenta ser más chico, a medida que avanza la tecnología.
Pero también existe una suerte de adicción tecnológica, que puede perjudicar gravemente a nuestra juventud, principalmente. La tecnología, bien utilizada, contribuye de manera sustancial al progreso de la humanidad. Sin embargo, uno de los efectos más nocivos de la tecnologizada vida moderna está configurado, precisamente, por el perfil psicológico de las personas, que a pesar de vivir integradas al planeta a través de una compleja red digital, se han convertido en seres desarraigados, confundidos, individualistas y solitarios.
La industria digital y tecnológica, con Silicon Valley a la cabeza,?procura llenar este vacío interno generando vehículos que permiten a cada hombre y mujer escapar de la cotidianidad, para acceder a un "mundo feliz" de experiencias sustitutivas, proyectadas ahora sobre múltiples pantallas digitales, como son los teléfonos inteligentes, la computación, la televisión o el cine a domicilio.?Se utilizan técnicas de acción psicológica sobre las poblaciones, que activan y manipulan las necesidades más profundas de la psiquis humana, logrando así formar su estructura mental, y generando altos grados de aceptación y permeabilidad a nuevas sugestiones al actuar sobre el inconsciente de las personas. Tener siempre más, comprar los últimos adelantos tecnológicos en telefonía, computación y televisión, o usar la ropa de marca que esté de moda, son consideradas necesidades perentorias y su ausencia es sinónimo de fracaso, hecho que puede conducir a las frustraciones y depresiones más graves, incluyendo el suicidio.?
Los humanos están siendo inducidos a aceptar pasivamente determinados conjuntos de ideas, pautas y paradigmas - casi todos con un marcado acento materialista y simplista -, mientras rechazan otros, a menudo con la irracionalidad que caracteriza a los reflejos condicionados. Este fenómeno se ha visto aumentado en el mundo por el ocaso de los temas espirituales, refugiándose las nuevas generaciones en el maquinismo tecnológico propuesto y fomentado actualmente por sus propios creadores, lo cual ha debilitado aquellos mecanismos psicológicos con los que las personas se relacionaban tradicionalmente con lo inmaterial.?De esta manera, tenemos a seres desorientados y desconcertados que son presa fácil de enfermedades mentales, tan perniciosas como frecuentes hoy en día; con Chile a la cabeza. Este "vacío"?de la vida cotidiana, es el resultado final al que conduce el virus tecnológico que estamos recibiendo a diario a través de Internet, las redes sociales y otros medios masivos de comunicación.
Como contrapartida a lo anterior, se hace necesario fortalecer nuestras tradiciones familiares, culturales y sociales; las costumbres populares que aún persisten en algunos lugares de Chile y Latinoamérica.?A pesar de que éstas van cambiando con el paso del tiempo, siempre queda un legado al que podremos recurrir, para que sirva de muro de contención y evitar así algunas de las consecuencias más negativas de la modernidad.
José Miguel Serrano
Opinión
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Este "vacío"?de la vida cotidiana, es el resultado final al que conduce el virus tecnológico que estamos recibiendo a diario a través de Internet, las redes sociales y otros medios masivos de comunicación.
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Economista Universidad de Columbia