Las tradiciones y ritos ancestrales que marcan la identidad de nuestra región
El pueblo atacameño, también denominado lickanantay, atesora una tradición textil milenaria, denominada por algunos investigadores como el "arte mayor de los Andes", lo mismo que la comunidad quechua en la zona de Ollagüe.
El Día Nacional de los Pueblos Indígenas, que coincide con el solsticio de invierno, es un reconocimiento histórico para los pueblos originarios y así relevar la importancia de sus culturas, sus lenguas y tradiciones.
Además para los pueblos originarios, el solsticio de invierno, cuando el sol alcanza su punto más lejano en el hemisferio norte y comienza a avanzar de regreso al hemisferio sur, representa un nuevo comienzo y la renovación de la vida en la naturaleza y las personas.
Durante este acontecimiento, los pueblos originarios realizan rituales y ceremonias espirituales de renovación y purificación para celebrar que el sol se acerca a la Tierra y comienza el tiempo de una nueva siembra.
Así, el Machaq Mara para los aymaras marca el inicio de un nuevo ciclo agrícola donde su identidad se fortalece con la energía solar y el compromiso de respeto a la Madre Tierra.
El Inti Raymi es la ceremonia del año nuevo quechua y representa el regreso del sol. Antiguamente el inca esperaba junto a su pueblo que el sol, la vida o Inti volviera para acompañarlos en su trayecto por este mundo, generando los productos necesarios subsistir.
El Estado de Chile, mediante la Ley N° 19.253, reconoce como principales pueblos indígenas a los mapuche, aymara, rapa nui, atacameños o lickanantay, quechua, colla, chango, diaguita, kawésqar y yagan.
Según el Censo de Población y Vivienda 2017, un total de 2.185.792 personas declaró ese año pertenecer a un pueblo originario, cifra que corresponde al 12,8% de la población efectivamente censada.
En el extremo norte del país, la mayoría de las personas pertenecientes a pueblos originarios son aymara (59.432 en Arica y Parinacota y 48.964 en Tarapacá). En Antofagasta prima el pueblo lickanantay o atacameño (25.262), además del quechua; en Atacama y Coquimbo, el pueblo diaguita (26.381 y 26.470, respectivamente). En todo el resto de Chile predomina el pueblo mapuche.
Los atacameños o lickanantay ocupan valles, oasis y quebradas del Salar de Atacama y la cuenca alta del río Loa y su afluente, el río Salado, en las comunas de Calama y San Pedro de Atacama, ambas en la Provincia El Loa. La lengua de los atacameños es el kunza. Muchos de sus miembros se autodenominan lickanantay, palabra que en kunza significa "habitantes del territorio".
En el arte atacameño destaca la cerámica, la cestería, los textiles, la orfebrería, el baile y la música, y su economía tradicional es de base agroganadera.
Asimismo, los quechuas se definen como etnia a partir de su lengua, el quechua. Sus comunidades se localizan en la zona de Ollagüe y en el río San Pedro, un afluente del río Loa (el más largo de Chile). Esta región posee relaciones históricas con el Salar de Uyuni (Bolivia), y articulaciones económicas con la cuenca del río Loa y la costa del Pacífico.
Su economía se basa en la ganadería y agricultura, y hoy conservan como artesanía la alfarería y arte textil.
La historia de los pueblos indígenas está ligada a la Provincia El Loa. Por ello en 2013, la biblioteca pública de Calama cambió su nombre de Biblioteca Central a Biblioteca Pública Tomás Paniri.
Hace casi dos siglos y medio, Tomás Paniri, caravanero originario del pueblo de Ayquina, se sublevó contra los españoles. Acusado de ser enviado del diablo por un sacerdote, un 14 de mayo de 1781 su nombre se convirtió en leyenda al ser ejecutado.