Atraer y retener profesionales calificados
Sören Scholvin , Académico Depto. de Economía UCN
El desarrollo económico a nivel regional depende, en gran medida, del capital humano. Hace unos 20 años, el geógrafo norteamericano Richard Florida explicó que los profesionales altamente calificados se trasladan a ciudades que consideran atractivas para vivir. Estos lugares - como, por ejemplo, San Francisco en California - se benefician de enormes inversiones privadas y una dinámica económica impresionante.
Antofagasta no es percibida como una ciudad atractiva para vivir. Extranjeros y chilenos se mudan al Norte Grande con el fin de ganar mucho dinero durante unos pocos años. Luego se van. Los que trabajan por turnos a menudo optan por la conmutación, viviendo en otras ciudades del país. Como resultado, el crecimiento y la diversificación de la economía regional enfrentan una barrera considerable.
En el marco de un proyecto de investigación llevado a cabo por la UCN, se estudian los factores que motivan a profesionales calificados para trasladarse a Antofagasta. Los primeros resultados revelan que más allá del clima agradable y la proximidad al mar, se valoran especialmente las distancias cortas dentro de la ciudad. Los profesionales calificados entrevistados señalaron que pueden almorzar en casa todos los días e ir a buscar a sus hijos al colegio - algo imposible en ciudades grandes como Santiago.
Sin embargo, la gran mayoría de ellos vinieron a Antofagasta por motivos laborales. Más allá de los altos salarios, trabajar en el Norte Grande se percibe como un avance significativo en la trayectoria profesional. Los entrevistados manifestaron que con la experiencia adquirida en la región, es más fácil conseguir un buen trabajo en Santiago.
Aunque se reconoce la creación de espacios públicos que hace 20 años no existían, la imagen de Antofagasta sigue siendo negativa. La ciudad es percibida como sucia y descuidada, con problemas de acumulación de basura y una sensación general de inseguridad. Ofrece pocas actividades de ocio. Mudarse a Antofagasta además conlleva desafíos en términos de socialización en una sociedad minera que tiende a ser más cerrada e individualista que el resto del país. Es llamativo que pocos de los entrevistados tienen amigos antofagastinos, moviéndose casi exclusivamente en círculos de migrantes.
Estas condiciones no solo dificultan la atracción de personas cuyas habilidades son esenciales para la economía regional, sino también la retención. Además, surge la pregunta si se puede retener el capital humano formado en la región, dado que las nuevas industrias como el hidrógeno verde, por sus sistemas de turno, van a permitir la conmutación, mientras que la creciente digitalización de actividades de la minería parece potenciar el trabajo remoto.