A palos con el Simce
Manuel Dannemann Correa , Magister en Psicología Positiva
Se han publicado los resultados del SIMCE 2022. En marzo, voces ministeriales alertaron que no serían buenos. Tres meses más tarde las comunidades educativas se informaron de la cuantía del descalabro. Publicación tardía. Después de una pandemia. Los resultados 2017 y 18 se entregaron a mediados de mayo del año siguiente. Para 2016, a fines de abril. ¿Quién retrasa reportes de cualquier orden, cuando tiene atisbos que pueden ser negativos?
El Ministerio de Educación pidió la suspensión del SIMCE 2022. La última aplicación era de 2018. No conocer los signos vitales, después de dos años de enfermedad. El Consejo Nacional de Educación dejó a firme la aplicación en 4º Básico y IIº Medio. Disponiendo la suspensión de los otros niveles. Hoy el SIMCE es el único instrumento que entrega información individualizada y comparable sobre cómo enseñan las escuelas y cómo aprenden los alumnos. Dirigentes del magisterio peregrinando para hacerlo desaparecer. El mundo al revés. ¿Hay alguien que se pueda oponer a que se conozca el estado en que están aquellos que son el futuro de la patria? En aprendizajes, en desarrollo personal y social.
Los niños, niñas y adolescentes chilenos perdieron 1,5 años de clases en la pandemia. Con la participación activa de diversas entidades. En el congreso futuro en enero de este año, en la cuenta de junio, el Presidente de la República hizo autocrítica. Refiriéndose a quienes participaron, junto con él, en el Parlamento, en el cierre de las escuelas. Como también sobre los efectos en la convivencia escolar y la pérdida de aprendizajes. Otras agrupaciones, que empujaron en esa misma dirección, se mantuvieron silentes.
Los números y puntajes son conocidos. Tendencia a la baja, que viene sucediéndose hace rato. Golpeando una vez más a quienes tienen menor capital cultural. Más dificultades en el hogar para el trabajo escolar. Sobre todo acompañamiento y supervisión. Menor o nula conectividad. Todo bien injusto. Los mandaron a las casas pero sin herramientas. Con consecuencias también en los profesores. Los problemas de salud mental se han disparado.
Raya para la suma. A palos con el SIMCE. Barreras para no aplicarlo. Demora en publicarlo. Menos tiempo para planificar e implementar mejoras. A la fecha, en suspenso la aplicación 2023. Plan de recuperación educativo con buena voluntad, que quería saltarse el SIMCE. Dirigentes de una agrupación del magisterio que tienen bajo amenaza las clases. Por otro lado, el 58% de la población considera que el SIMCE es importante y muy importante para evaluar la calidad de la educación (CADEM). Hay una serie de escuelas que estaban muy descendidas y que tuvieron avances significativos. Y la buena noticia es que siguen existiendo centros escolares, en lugares de alta vulnerabilidad, que consiguen buenos resultados. Sin el SIMCE nadie lo habría sabido. Recojamos estas mediciones, todas las posibles. Que den certezas serias. Basadas en evidencias concretas. Para la mejora, no hay otro camino.