Un inusual fósil muestra la evidencia de un mamífero atacando a un dinosaurio
RESTOS. Este descubrimiento abre nuevas teorías sobre el comportamiento animal.
Agencias
Un fósil de 125 millones años constituye una rara evidencia de un mamífero carnívoro atacando a un dinosaurio de tamaño considerablemente superior, lo que pone en duda la suposición de que durante el Cretácico los primeros eran presa de los segundos.
El hallazgo que publica Science Advances y firma un equipo encabezado por el Museo Canadiense de la Naturaleza en Ottawa identificó el dinosaurio como una especie de Psittacosaurus, herbívoro y del tamaño aproximado de un perro grande, mientras el mamífero era un animal parecido al tejón, llamado "Repenomamus robustus".
"Los dos animales están enfrascados en un combate mortal, íntimamente entrelazados, y es una de las primeras pruebas que muestra un comportamiento depredador real de un mamífero sobre un dinosaurio", según Jordan Mallon, del citado museo.
Un examen detallado de la pareja de fósiles muestra que el Psittacosaurus está tumbado boca abajo, con las extremidades posteriores plegadas a ambos lados del cuerpo.
El cuerpo del Repenomamus se enrolla hacia la derecha y se sienta encima de su presa, con el mamífero agarrando la mandíbula del dinosaurio.
El mamífero también muerde algunas costillas y la pata trasera del Repenomamus se agarra a la pata trasera del dinosaurio. "El peso de las pruebas sugiere que se estaba produciendo un ataque activo", afirmó Mallon.
El equipo descartó la posibilidad de que el mamífero estuviera simplemente carroñeando un dinosaurio muerto, pues los huesos de este último no tienen marcas de dientes.
Además, es poco probable que los dos animales se hubieran enredado tanto si el dinosaurio hubiera muerto antes de que el mamífero se lo encontrara. La posición del Repenomamus sobre el Psittacosaurus sugiere que era el agresor.
Este inusual fósil descrito por científicos canadienses y chinos fue recogido en la provincia china de Liaoning en 2012, y ambos esqueletos están casi completos.
Su integridad se debe a que proceden de una zona conocida como los yacimientos fósiles de Liujitun, que han sido bautizados como "la Pompeya de los dinosaurios de China".
El nombre hace referencia a los numerosos fósiles de dinosaurios, pequeños mamíferos, lagartos y anfibios de la zona, que quedaron sepultados repentinamente en masa por aludes de lodo y escombros tras erupciones volcánicas.
El fósil sugiere que los mamíferos suponían una amenaza para algunas especies de dinosaurios y pone en entredicho la suposición de que simplemente eran presa de dinosaurios de mayor tamaño.
"La coexistencia de estos dos animales no es nueva, pero lo que es nuevo para la ciencia gracias a este asombroso fósil es el comportamiento depredador que muestra", afirmó Mallon.