Los hermanos Salinas apuestan por un "broche de oro" en los Panamericanos
SANTIAGO 2023. La Selección chilena de handball viene de ganar plata en Lima 2019 y ahora busca el premio mayor. Los "Lobos" debutarán el lunes 30 de octubre y Rodrigo Salinas debutará como capitán.
Con años de experiencia europea, dos de los estandartes de la Selección Chilena de Balonmano buscarán consagrarse en su ciudad natal. Se trata de los hermanos Rodrigo (34 años) y Esteban (31) Salinas, oriundos de Viña del Mar, en cuyo Gimnasio Polideportivo se llevará a cabo desde el lunes 30 de octubre la competencia de esta disciplina en los Juegos Panamericanos.
La evolución del Balonmano en Chile ha dado pasos agigantados en los últimos años. Sin ir más lejos, esta semana el hándbol playa -aunque muy distinto al de superficie dura- el combinado nacional fue bronce en el Sudamericano de Santa Marta. Pero lo cierto es que desde 2011 los "Lobos" han estado presentes en todas las ediciones del Mundial en la "40x20" y no se han bajado del podio en los Juegos Panamericanos.
En Santiago 2023 buscarán dar el gran salto que les falta: conseguir la medalla de oro y, así, clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Esta deuda no es solo del handball. Chile nunca ha ganado oro en un deporte colectivo en los Panamericanos y, desde la Selección de Fútbol cosechó medalla de bronce en Sydney 2000, ninguno ha estado presente en una cita olímpica.
A pesar de esto, los Salinas, junto al resto de la llamada "generación dorada" de los "Lobos", la hacen propia. Estuvieron cerca de saldarla en Lima 2019, pero perdieron ajustadamente la final contra Argentina.
Rememorando ese choque en Perú, Esteban admite que "es una espinita clavada", pero que les servirá de cara a Santiago 2023. "Tenemos esa experiencia y hay que aprender de los errores. Acá en Chile vamos a tener a nuestro público. Va a estar lleno y eso es una motivación extra para nosotros".
Los "Lobos" vienen de un campamento de entrenamiento de dos semanas, la última instancia antes de los Panamericanos. Estuvieron en Santiago entrenando todos los días en doble turno y luego, en Punta Arenas, jugaron dos duelos amistosos con Argentina, con un triunfo para cada país.
Juntos en bidasoa
Ambos hermanos, así como el resto de los miembros de la Selección, volverán ahora a la vida de sus clubes antes de retornar en octubre para Santiago 2023. En el caso de los Salinas, ese club es el Bidasoa español, uno de los más importantes de Europa. Rodrigo juega desde 2017, mientras que Esteban vuelve tras tres temporadas en el Granollers.
"Volver a jugar con mi hermano a nivel de clubes es un premio por el trabajo que venimos haciendo hace años, un esfuerzo gigante", dice Rodrigo, que recientemente renovó por tres temporadas. Esteban, que ya estuvo dos ciclos en el club vasco antes de ir al Granollers, añade que uno de los objetivos de volver al Bidasoa, club acostumbrado a disputar la Champions, es "jugar contra los mejores".
A pesar de esto, con el Granollers, Esteban viene de ser subcampeón de la Europa League, el segundo certamen más importante del Viejo Continente. "Fue increíble, son momentos únicos e irrepetibles", recuerda tras la lucha de igual a igual que dio el Granollers con gigantes del continente, como el Flensburg y el Füchse Berlín, cuadro con el que cayeron ajustadamente en la final.
Esteban recuerda que, años atrás, él vivió como espectador estas instancias finales y que eso le ayudó a forjarse como joven deportista. "Cuando Marco (Oneto) ganó la Champions League (2011 con el Barcelona) fue una motivación para todos los que veníamos de abajo al ver que un chileno, con trabajo, perseverancia y disciplina, puede llegar ahí. Mi hermano también llegó a la final de la Europa League con el Nantes (2016). Fue increíble verlo competir con los mejores del mundo. Son vitrinas importantes para los jóvenes, para que puedan ver que hay otras opciones para ganarse la vida, como es el deporte", dice.
Fue un dulce final para una temporada que comenzó con el Mundial de Handball de Egipto. Chile perdió sus tres partidos, por lo que debió disputar la Presidents Cup (ronda de perdedores), pero Esteban saca cuentas alegres. "Para una Selección como la nuestra, el Mundial te da competición, rodaje, pero lo más importante para nosotros son los Panamericanos, y más ahora que se juegan en nuestro país. Ahora con el cambio de entrenador (Aitor Etxaburu reemplazó el año pasado a Mateo Garralda) estamos implementando un sistema nuevo, en el que los jóvenes tienen más minutos, hay más rotación, que es algo que nos hacía falta, para no llegar tan reventados", señala.
En busca del oro
"Hablo por el grueso del equipo cuando digo que en Santiago 2023 queremos conseguir de una vez por todas la medalla de oro, que nos daría la clasificación directa a París 2024. Para mí es una instancia muy emotiva porque será mi primer Panamericano como capitán, y jugaremos de local en mi ciudad, en Viña del Mar", asegura Rodrigo.
"Para nuestra generación sería un broche de oro a un camino muy duro, de mucho sacrificio, mucho trabajo y mucha entrega, Esta medalla sería un broche de oro a grandes carreras de grandes jugadores para la Selección", agrega.
"Va a ser la primera vez que juego en Chile (...) Con mi hermano estamos muy motivados, van a estar nuestros amigos y nuestra familia y queremos demostrar todo lo que hemos crecido en todos estos años en Europa y como Selección", señala Esteban.
El lunes 30 de octubre, en el Polideportivo de Viña del Mar, arrancará la competencia del balonmano y todavía quedan entradas disponibles.
El premio sería doble, ya que les daría el pasaje a París 2024. De todas formas, en caso de obtener la medalla de plata, Chile disputará el repechaje.
Próximamente se realizará el sorteo de los Grupos A y B, mientras que la nómina definitiva de Etxaburu aún está en conformación.