Blanca Lewin y Pablo Cerda llegan a la cartelera con un thriller policial chileno
ESTRENO. "Allanamiento" se llama la película de Camila Rodó. Actores y la guionista cuentan la historia tras la cinta.
Amelia Carvallo
Inspirada en un hecho real, la película "Allanamiento" transcurre en 48 horas y sigue a cuatro corruptos detectives que intentan limpiar las huellas de sus crímenes. El thriller, protagonizado por Pablo Cerda y Blanca Lewin, se estrena el próximo 31 de agosto en salas nacionales.
Camila Rodó es la productora y guionista y cuenta que todo partió en 2012 por una noticia que le llamó la atención sobre un grupo de detectives de la PDI que realizó un allanamiento sin autorización. "Partimos hace varios años atrás esta investigación con mi casa productora que es Pira. Nos gusta mucho trabajar las problemáticas sociales, pero más que hacerlo como documental, trabajamos desde la ficción, así que siempre estamos viendo lo que sucede a nivel país y nos llamó mucho la atención una noticia que sucedió el 2012. Como pasó en el marco de unas eliminatorias de fútbol, pasó muy por debajo del radar de la atención pública", recuerda.
-¿Y cómo fue tomando forma?
-Nos agarramos de esa primera noticia y empezamos a tirar los hilos de la investigación, en algún momento íbamos como avanzando juntos con la investigación de todos los crímenes por los que finalmente estos detectives fueron condenados, que fueron allanamientos ilegales, apremios ilegítimos, que son torturas, también mantenían una red de narcotráfico, habían grabado a un fiscal. Nos sirvió además para tratar un gran tema como lo es el de la corrupción institucional en Chile, sentimos que hay poco material narrativo audiovisual.
-¿Pudieron entrar en contacto con la PDI?
-Fue difícil entrar a la órbita oficial, porque no les interesaba mucho hablar del tema, tuvimos un par de entrevistas con ex detectives y logramos entrar un poco en confianza, pero hay una dinámica de valoración hacia la institución y poco se habla de estas cosas, de los trapos sucios.
-¿Cuál es tu invitación?
-Que vayan a ver esta película que tiene una narrativa un poquito distinta dentro del abanico de historias que estamos contando en Chile. Creo que es un tema súper atingente con respecto a tanto caso policial que se ha visto últimamente, y además relevamos el star system de actores chilenos que tienen tanto talento y que se ponen al servicio de esta historia para volverla más compleja y humana.
Género policial
Pablo Cerda es el subcomisario Matos. Cuenta que su personaje se ajustó bastante al guion y que la novedad del tema lo convenció para trabajar en la película. "Este proyecto me llamó la atención por lo inusual de su tema y mi personaje es un tipo duro, ajustado al género del policial y de suspenso, hay una estética oscura que apuesta por un género que se da poco en Chile. Generalmente lo detectivesco solía llevarse a la comedia o al sarcasmo, acá optamos por un sesgo realista, y ya que el protagonista sea un villano es muy estimulante, suena bien.
-¿Cómo recuerdas el rodaje?
-Fue bien estructurado y programado, como se hace en Chile, con poco tiempo y muchas ganas, y a veces no tanto presupuesto, entonces no hay mucho tiempo para improvisar. Fueron rodajes bien acotados, las noches de grabación se programaron bastante bien, el elenco es numeroso, entonces el orden del rodaje era importante.
Por su parte, Blanca Lewin es la comisario Novoa, jefa directa de Matos y cuenta que es "una mujer de poder en un ambiente súper masculino donde ella tiene que ponerse en sintonía, incluso ser más masculina que todos los hombres que la rodean, y con esto quiero apuntar a lo masculino con carga negativa, aludiendo a la falta de compromiso, la traición, el maltrato".
-¿Qué te pareció explorar en el cine el tema de la corrupción policial?
-Me parece súper fuerte, porque efectivamente uno se siente como súper desprotegido. Vivimos muchos años creyendo que nuestras policías eran impecables, imposible corromperlas y empezamos a ver una buena cantidad de casos de corrupción en Carabineros, por ejemplo. Entonces uno decía "ya, pero los de la PDI son los buenos, son como los que hacen el trabajo real de investigación y todo". Y claro tienes este caso que lo contradice y es súper triste. Ahora, yo no sé si esto pasa en todo el mundo, porque donde hay poder hay corrupción, siempre, en todas partes.
-Hay que cuidarse de no terminar como un monstruo cuando se los combate.
-Sí, eso te hace deambular por lados de la vida más oscuros. Mi personaje está en una situación de poder incluso respecto de su cuadrilla, es súper conveniente su posición, porque no tiene que vincularse con nadie, son los otros los que hacen el trabajo sucio. Es una posición súper cómoda, que tiene pura ganancia al final. Ella no ve nada del daño real, es como la gente que manda a matar y te preguntas si la falta de contacto con el hecho criminal, con el hecho físico en sí, disminuye la culpa, que la sientas aminorada, menos intensamente. Eso tiene que ver con lo que sucede en la historia, que el hilo se corta por donde es más fino y la gente que planificó e hizo la estrategia, los de las redes de corrupción más armadas, quedan en las sombras.