"Para que vayamos avanzando, esto lo tenemos que hacer todos juntos"
En Chile el porcentaje de mujeres pilotos es de un 6,6%. Latam es una de las empresas de aviación que se ha inclinado por incluir mayor presencia de mujeres a las cabinas de los aviones, por ello, hoy ya cuenta con 38 mujeres líderes de equipo, entre las que se encuentra Loreto Vidal, iquiqueña, pero antofagastina de corazón, quien ha dedicado más de 20 años de su vida a la aviación. En el día de la mujer piloto, el Mercurio de Antofagasta conversó con la capitán Loreto Vidal.
¿Cómo descubrió el interés por los volar?
-Nací en Iquique el año '82 mi familia materna es iquiqueña, pero mi papá era oficial de la Fuerza Aérea. Entonces yo nazco en Iquique y a mi padre lo mandan destinado Antofagasta, ahí viví mis primeros años de vida, así que yo soy totalmente nortina. Yo que me siento muy identificada con Iquique, pero también Antofagasta por todos los años que estuve ahí. Crecí en la base Cerro Moreno lugar en el que empiezo a estar rodeada de aviones, los veía despegar y cuando tenía aproximadamente 14 años empiezo a volar con mi papá los fines de semana y me planteo como una posibilidad el volar, en algo que yo eventualmente podría ser mi profesión. Fue a mis 17 años, cuando estaba en cuarto medio cuando se abre la posibilidad de que las mujeres ingresan a la Fuerza Aérea. Me aceptaron e hice mi carrera como oficial durante 12 años.
¿Cómo fue para ti el cambio de entregar 12 años a la Fuerza Aérea y tomar la decisión de seguir en el aire, pero pilotando aviones comerciales?
-Cuando estuve la FACH tuve una etapa muy bonita de crecimiento y desarrollo, luego empiezo a formar mi familia y quise buscar una opción que me acomodara a ese crecimiento. Para mí en ese momento parecía una buena opción entrar a la aviación comercial, la que, si bien también es volar, es diferente, pero estoy súper agradecida de mi tiempo en la Fuerza Aérea (…). Creo que son cosas distintas y no podría hacer un punto de comparación, pero quería buscar también otros horizontes profesionales y creo que es lo que ha encontrado ahora la aviación comercial.
En Chile actualmente existe un 6,6% de licencias de mujeres piloto, ¿cómo se enfrenta a la cifra?
-Empecé a volar hace 21 años cuando el porcentaje era mucho menor. La verdad es que creo que hoy en día ayuda mucho el dar visibilidad a las mujeres en este tipo de profesiones porque para nosotras las puertas siempre han estado abiertas, pero muchas veces por desconocimiento quizás, las mujeres prefieren tomar otras líneas de carrera porque no es muy conocido que existimos mujeres volando en aerolíneas y en las Fuerzas Armadas. Creo que este número va a ir progresando cada vez más, aunque hoy día parece que es poco, pero es un número significativo con respecto a lo que teníamos el año 2000. Ha habido bastante crecimiento y este 6% responde a un porcentaje que es a nivel mundial. Hoy en día las jóvenes tienen las puertas abiertas y solo falta que ellas vayan a buscar los nuevos desafíos.
¿A qué se enfrentan las mujeres en la aviación? ¿Existe la discriminación?
-Respecto a la figura femenina, están las puertas abiertas para nosotras, pero es algo relativamente nuevo. Muchas de las mujeres que ingresan van realizando estos primeros hitos, abriendo el camino hacia nuevo desafíos, responsabilidades y oportunidades y en específico en la aviación creo que no existe la discriminación porque todos los pilotos tenemos que cumplir con un estándar,. Eso es transversal a cada género, por lo tanto, entre nosotros hay un respeto profesional tremendamente alto, más aún, hoy en día donde el mundo apunta a la inclusión y cobra mayor importancia para nosotros como líderes de equipos de trabajo de tripulaciones de vuelo ir a la misma dirección de tal manera de poder maximizar la eficiencia de nuestros equipos. Soy parte de un legado que abre en el año 1930 Graciela Cooper y donde después vienen una serie de mujeres que van marcando hitos en la aviación nacional y yo soy parte de alguna de esas cosas, pero no de todas. Por lo tanto, entiendo que para que vayamos avanzando, esto lo tenemos que hacer todos juntos y cada una va aportando con un pequeño grano de arena a seguir engrandeciendo el camino de la mujer.