África pide a Putin alto al fuego en Ucrania y una solución a la guerra de los cereales
SAN PETERSBURGO. En el segundo día de la cumbre Rusia-Unión Africana, los líderes sin embargo no se refirieron en la declaración final al conflicto armado. Sí rechazaron las sanciones unilaterales, "especialmente bajo pretexto de DD.HH.".
La Unión Africana (UA) pidió ayer al presidente ruso, Vladimir Putin, un alto al fuego en Ucrania y una solución a la guerra del grano, al término de la cumbre Rusia-África que se celebró en San Petersburgo.
"Debemos lograr un alto el fuego (en Ucrania), ya que la guerra siempre es algo imprevisible. Cuanto más dure, más imprevisible se vuelve. Putin demostró que está dispuesto a dialogar", dijo el presidente de Comoras, Azali Assoumani, presidente de turno de la UA.
La guerra en Ucrania no tuvo cabida en la declaración final de la cumbre, pero el medio centenar de países que acudió a la cita no ocultaron que la seguridad alimentaria depende en gran medida del cese de las hostilidades.
Paz en ucrania
Assoumani, que aludió al plan de paz de diez puntos presentado a Moscú y Kiev por los países africanos, destacó que "ahora debemos convencer a la otra parte".
"Nosotros actuamos en calidad de mediadores. Hablaremos con ambos bandos. Espero que logremos resultados positivos", dijo.
El plan incluye, entre otros puntos, el arreglo pacífico del conflicto, una desescalada de las hostilidades, garantías de seguridad para ambos bandos y el respeto de la soberanía, según la carta de la ONU.
Los países africanos encabezados por el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, presentaron el plan a mediados de junio en Moscú y en Kiev, pero el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, respondió, como ocurriera con la iniciativa china, que las negociaciones deben incluir la total retirada del Ejército ruso de los territorios ocupados.
Por su parte, Putin, quien acusó a EE.UU. y la OTAN de negarse a dialogar con Rusia, aseguró que anoche hablaría "con los países africanos interesados" sobre la situación en torno a Ucrania.
La declaración final de la segunda cumbre Rusia-África no incluye ninguna referencia concreta a Ucrania, pero condena "el nacionalismo agresivo, el neonazismo y el neofascismo", al igual que la "afrofobia y la rusofobia".
Rusia, granero de áfrica
Por otra parte, la cumbre estuvo precedida por la renuncia de Rusia a los acuerdos sobre el grano, lo que disparó de nuevo el pánico entre los países más necesitados sobre una profundización de la crisis alimentaria.
La UA destacó que Putin "prometió" ayudar a seis países -Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, la República Centroafricana (RCA) y Eritrea- con cargamentos de cereales gratuitos, aunque el secretario general de la ONU, António Guterres, ya aseguró que dicha medida únicamente provocará un nuevo alza de los precios.
"Sí, hay intentos de desbloquear la situación. Veremos cómo lo podemos hacer, cómo aliviar esta etapa", reconoció Assoumani.
En la intervención con la que cerró la cumbre Putin aseguró que Rusia seguirá suministrando grano al continente de manera gratuita y también a través de contratos bilaterales, después casi duplicar las exportaciones de productos agrícolas en el primer semestre.
Putin recordó que Moscú ha enviado este año casi 10 millones de toneladas a África, de ellas 9 millones son de trigo, lo que demuestra su solidez como granero del continente.
Durante el plenario, el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, instó a alcanzar "urgentemente" una solución al problema del suministro de alimentos "a los países más necesitados".
Además, Putin adelantó que Rusia tiene intención de reabrir las embajadas cerradas tras la caída de la Unión Soviética. Para empezar, los diplomáticos rusos volverán a Guinea Ecuatorial y Burkina Faso.
"Vemos que el continente africano se convierte en un nuevo centro de poder. Su papel político y también económico aumenta en progresión geométrica. Y todos tendrán que tener en cuenta esta realidad objetiva", subrayó.
También arremetió contra "las manifestaciones de colonialismo", que aún "son practicadas por parte de las antiguas metrópolis", y se alegró de que los países asistentes aboguen también por un nuevo orden mundial y el ingreso de la UA en el G20.
De hecho, en la declaración final, Rusia y los países africanos rechazaron las sanciones unilaterales, especialmente "bajo pretextos de (protección de) los derechos humanos".