Alcalde de Mejillones alerta por alto nivel de inseguridad de campamento Villa Esperanza
SEGURIDAD. Homicidio registrado esta semana en este asentamiento, en una supuesta riña que terminó con otro herido, revelan riesgos para familias del sector.
"Es como una tierra de nadie", comenta el alcalde de la comuna de Mejillones, Marcelino Carvajal (PPD), sobre los altos niveles de inseguridad que se registran a diario en el campamento Villa Esperanza, escenario de un nuevo caso policial en este asentamiento que finalizó con el homicidio de una residente extranjeros a inicios de semana.
Desde la Policía de Investigaciones (PDI) informaron que el hecho habría ocurrido al interior de una vivienda ubicada en este campamento, en que otro residente extranjero terminó herido en este incidente.
El campamento Villa Esperanza, también llamado campamento Internacional, se ubica en una ocupación irregular en terrenos destinados inicialmente para actividades semindustriales. Este asentamiento lo habitan entre seis mil a siete mil personas, gran parte de las cuales corresponde a familias migrantes, comentan desde el municipio, desde donde califican a este asentamiento como uno de los más grandes del país.
Carvajal detalla que la causa del asesinato se hallaría en una riña, que volvió a evidenciar la alta inseguridad y conductas ilícitas al interior de este campamento.
"Uno no está en contra de ellos, porque ya están; pero yo creo que las cosas que pasan ahí a veces son demasiado complicadas. En el día a día de ese campamento, se toman terrenos, construyen y arman casas, las venden, aunque la ley dice que esto está prohibido. Hay negocios de todo tipo, como negocios clandestinos, pero están exentos de fiscalización, porque cuando llegan los cierran. Ahí tú encuentras de todo. Hay también expendio de alcohol, en cambio, los chilenos tienen que cumplir con todas las reglas que se exigen. Cuando en la ciudad se cierra a las 3 de la mañana, por disposición legal, los negocios de expendio de alcohol, para ellos es libre, porque a la hora que llegas encuentras de todo en el campamento".
"Hay mucha gente que llegó y está trabajando, pero hay otros que están en la vida fácil. Prestan plata y todo lo que se ve en otras ciudades también ocurre, por las prácticas de algunos extranjeros. Aquí se vende droga libremente, y los taxistas no quieren ingresar porque a algunos los han asaltado y están incluso cruzando la cuadra y la avenida. No todo está malo, en cuanto a la gente que vive ahí, porque muchos vinieron a trabajar y a hacer una vida normal, pero hay otras personas que se aprovechan. Es como una entrada a un laberinto. Por lo mismo, cuando hay un incendio es complicado. Muchos van a obtener casas, porque están en comité (de vivienda), pero no va desaparecer el campamento, porque ya están vendiendo lo que tienen", afirma Carvajal, quien agrega que en este campamento no solo existen viviendas precarias, porque se ha identificado otras con un alto estándar de construcción en sus interiores.
Cifras
De acuerdo a datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, Mejillones registraba en 2022 una tasa correspondiente a Delitos de Mayor Connotación Social (DMCS) de 2.592,4 por cada 100 mil habitantes. Una cifra en que, pese a la menor población de esta localidad, se asemeja a urbes mayores como Antofagasta (2.800,3) y Calama (3,661,8).
Carvajal, en tanto, valora la labor de apoyo de Carabineros para enfrentar este tipo de contingencia. Sin embargo, también reconoce las limitaciones de la institución para activar fiscalizaciones diarias en el sector. "Esta no es la primera muerte en el campamento, han ocurridas otras antes. Es como tierra de nadie, aunque para Carabineros hay cosas que se escapan de las manos. Hace unos días hubo una pelea de como 50 personas. Porque también hay diferencias entre ellos. Si tú vienes a esta toma, es como una ciudad aparte. Ellos no respetan lo que el Estado impone, porque al chileno se le imponen mil 'peros' si va a instalar un negocio. En cambio en el campamento, ellos tienen negocios y saben cuándo va a ir la fiscalización y los cierran. Hay de todo ahí, venta de alcohol clandestina, otros dicen que también hay prostíbulos. La gente sabe que si se acaba la noche acá (en la ciudad), puede seguir en el campamento", añade Carvajal.
Según datos del Primer Informe Nacional de Homicidios Consumados, del Centro para la Prevención de Homicidios y Delitos Violentos -órgano ejecutivo de la Subsecretaría de Prevención del Delito- la Región de Antofagasta al cierre del 2022 se ubica en el tercer lugar en tasa de víctimas de homicidios consumados por cada 100.000 habitantes (9,4). Le anteceden las regiones de Arica y Parinacota (17,1) y Tarapacá (13,4).
Mayor control
Según Carvajal se requieren medidas efectivas de control en el campamento Villa Esperanza para frenar las incivilidades y delitos violentos. "Creo que hace falta una fiscalización como corresponde, con el Servicio de Impuestos Internos, con Carabineros, PDI y seguridad. No toda la gente que vive ahí está al margen de la ley, porque hay personas que ya legalizaron su situación, aunque viven en lugares que no les corresponde. Ellos se los toman y después se arma el campamento, además arman negocios ilegales (…) No estoy en contra de los campamentos, como lo dice mucha gente, pero uno quisiera que el impacto fuese positivo", añade Carvajal, quien agrega que la presión migratoria en Mejillones hoy mantiene 600 sobrecupos en el sistema educacional.
"Hay políticas de Estado que están otorgando regularización al campamento, pero no cumple con ninguna norma urbanística. Cuando hay incendios son verdaderos laberintos y a los bomberos les cuesta un mundo llegar. La otra vez hubo un incendio y agredieron a los bomberos, porque quieren que lleguen rápido y, cómo lo hacen, si los camiones son grandes y hay pasajes en que apenas cabe un auto. Hay un alto riesgo en caso de un incendio grande con viento", reflexiona el alcalde de Mejillones.