La Región de Antofagasta es eminentemente minera y todos los años, el 10 de agosto, conmemora a San Lorenzo, patrono de la actividad, fecha que también es conocida como Día del Mineros. Por ello resulta incomprensible que definiéndose como día feriado para algunas regiones del país no haya sido incluida, y lo peor es que no exista mucha claridad sobre las razones.

El senador Pedro Araya, votó en contra del proyecto, por esa razón y está a la espera de una explicación de parte del Ejecutivo sobre la exclusión. A priori se puede especular en un tema económico para el país o que la iniciativa haya surgido de parlamentarios de las regiones favorecidas con el feriado (Tarapacá y Atacama). Lo cierto es que en gran parte de las comunas de la región es una fecha tradicional y hay celebraciones de antigua data que lejos de desaparecer han logrado permanecer en el tiempo, pese a los cambios.

Por ende, el Ejecutivo debiera atender la solicitud de los parlamentarios, autoridades y asociaciones locales, quienes han manifestado la importancia de esta fiesta religiosa en la zona.

Y lo que causa molestia es que si bien no es un feriado para todo el país, se debió reconocer a las regiones mineras e incluirlas a todas. No se entiende que hayan quedado fuera Antofagasta y O'Higgins, donde existe una tradición minera, desde las antiguas divisiones de Codelco hasta los nuevos yacimientos.

No hay que olvidar que las demandas productivas y las condiciones de las minas más tradicionales han dejado de promover estas actividades, las que se han circunscrito a iniciativas de organizaciones gremiales y de trabajadores, las que siguen reuniendo a hombres y mujeres que se desempeñan en este rubro.

Claramente los feriados demandan un costo económico y este no es igual en todas las regiones, pero la regla necesariamente debiera ser para todas las zonas mineras.

Odiar lo sentimos como inhalar putrefacción. Se odia y se revierte hacia sí mismo. Odiar es negarle la existencia a quien se odia. Y quien te odie desea tu inexistencia. El odio oscurece tu visión de la vida. Escuchamos a un candidato presidencial: "vamos aniquilar al Partido X". Se odia a lo que se me presenta como una amenaza a mi legitimidad de ser diferente e incluso a la cultura de vivir.

En política y religión, ambas dimensiones de la naturaleza humana, suelen ser fuentes de aversiones entre quienes son del bando diferente. (hemos visto agresiones verbales y físicas en Parlamentos… .) Se dicen: no somos enemigos, somos adversarios que sería lo mismo. En estas aguas el Bien Común naufraga. Priman los enfrentamientos ideológicos.

Todo ser biológico ataca si es atacado, en lo humano se "solapan" las venganzas hasta que ardan. "El cuerpo grita lo que la boca calla", Aparecen diversas enfermedades corporales como mentales. "El mal humor", "el mal genio", el agresivo son chispas de las brasas internas. El odio es "natural como nonatural" pues socava, horada el sentido de la felicidad, de paz que todo humano desea. ¿Por qué tantas marchas ardientes? Porque se han herido o limitado las necesidades vitales…. Y las represiones lo convierten en un círculo vicioso.

Mahatma Ghandi, "el alma grande" decía: "ojo por ojo y el mundo acabará ciego". El Sr Secretario General de la ONU confesó: "Sólo por suerte no estamos aún en la tercera guerra mundial".. Hay países que se jactan de sus poderes bélicos y lo ostentan en sus celebraciones nacionales o en diversas ocasiones. La ambición humana ¿no es también el caldero de los trastornos ambientales?

El Perdón reverso del Odio:

Perdonar es rescatarse como ser humano: "Si la gente amara con la misma intensidad que suele odiar. El mundo sería un mejor lugar". Nacer como humano es nacer con las condiciones para llegar a ser persona integral. Pablo Neruda versaba: "Para nacer he nacido". Nos desarrollamos desde nuestra corporalidad, desde nuestra afectividad, desde nuestro espíritu.

La vida sin perdón es una prisión constante. Deseando siempre lo peor a su abusador, explotador. Sanarse del odio requiere dar un salto desde lo más íntimo donde se encuentre con la dimensión de su espíritu. Nuestro espíritu se cultiva en sus infinitas formas de la belleza. La belleza es para admirarla, como el aroma de una flor que la sientes sin poseerla, nos "des-egoíza". Es el bálsamo para el yo herido. Se dice que sólo los hábitos de cultivar el espíritu de ver y sentir la belleza que nos embriague, puede salvarnos de un destino infernal. El alma humana se inspira a sus anchas ante un paisaje, ante una música, ante ver nacer tanto a un pollito como a un ser humano. El arte nos trasciende a nosotros mismos y nos aúna, ver un eclipse de sol cómo nos anonada y se humedecen nuestros ojos…. Hasta una gota de rocío nos levanta….. las heridas del alma se cicatrizan. El verdadero arte no tiene precio, es "inútil" pues no se usa, sólo nos gratifica y nos embelesa. Los pétalos de la belleza es la bondad como los senos maternos.

Hace 21 siglos un hijo de carpintero llamado Jesús irrumpió la historia con su proclama "he venido a liberar a los oprimidos", a los subyugados de los poderes humanos y lo refrendó desde Su Cruz: "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen". Maestro en el amor, en el sufrir. Y replica: "ve a reconciliarte a quien has dañado, y vuelve a presentar tu ofrenda en el altar", Con soberbia nos perdemos, con la humildad de la verdad, del comprender las raíces nos restauramos. Lo que nos sofocaba, el perdón nos libera para liberar.

Todos somos limitados, todos dependemos de todos, el rico de quién le saca su basura de la casa, del panadero, del labrador, del carpintero, y, qué decir en las horas finales cómo dependemos de quienes nos auxilian. Esto nos fundamenta en construir una sociedad solidaria, de reciprocidades. Todos somos mutables pero también amamos la quietud bajo un árbol, todos somos limitados pero tenemos sed de infinito en las instancias de gozo, todos somos diferentes, distintos pero si nos miramos más allá de nuestras apariencias nos abrazamos…. Somos Uno, no por menos existe las Naciones Unidas.

Una sociedad fratricida hace de cada ser humano un absurdo, una sociedad solidaria nos hace de cada ser humano amable, digno de ser amado pues desde el amor fuimos engendrado. ¡Qué mayor y mejor coherencia !.