La importancia del diálogo constructivo
No basta con sentarse a una mesa sin el menor interés de lograr acuerdos. Ese tipo de acercamientos no sirven. Tiene que existir el compromiso de un nuevo pacto. A 50 años del golpe queda la sensación que el llamado de los expresidentes fue el mismo hecho en ese año, respecto a la necesidad de avanzar en acuerdos y un nuevo pacto.
A propósito de los 50 años del golpe de Estado en Chile, diversos medios han programado entrevistas con expresidentes, quienes han recordado sus experiencias respecto al 11 de septiembre de 1973. Miradas individuales que explican la situación vivida, su devenir, el actual país y sus sueños para el desarrollo nacional.
Como era de esperarse el llamado siempre es al diálogo, a superar las diferencias y a concentrar la labor en los más necesitados, junto con impulsar políticas que mejoren exponencialmente los accesos a salud, educación y vivienda. Tres ejes que deben abordarse sin dilación, aunque la premura de los temas de seguridad absorban la agenda inmediata.
No se puede obviar que son muchas las voces, y de distintos sectores, que aseguran una reducción en los índices delictuales mejorando los tres ejes anteriormente citados. Lo que significa que se puede avanzar y esperar un buen resultado.
A 50 años del golpe queda la sensación que el llamado de los expresidentes fue el mismo hecho en ese año. Las marcadas diferencias impidieron avances y se terminó rompiendo la democracia.
Es lo que hoy buscan preservar los defensores de este sistema de gobierno y por ello están dispuestos a sentarse con opositores en busca de acuerdos.
El gobierno y los partidos de oposición la semana pasada se reunieron tras aquietarse las aguas con la conformación del nuevo gabinete y la renuncia de Giorgio Jackson. Los involucrados reconocieron que el avance fue sentarse, porque siguen las distancias y esas tendrán que acortarse para firmar acuerdos y se retome el compromiso con los sectores vulnerables sin dejar de lado el crecimiento.
Hay que revertir aquel mal presagio sobre la ingobernabilidad actual y apostar por un diálogo fructífero.