El impulso al desarrollo de la industria del litio implementado por Gobierno, a través de una planificación productiva liderada por el Estado y que incluye a privados, mantiene hasta hoy distancia en las comunidades atacameñas próximas a los salares.

La denominada Estrategia Nacional del Litio anunciada por el presidente Gabriel Boric en abril pasado halló casi inmediata respuesta por parte del Consejo de Pueblo de Atacameños. Una organización que unifica a las 18 comunidades del Área de Desarrollo Indígena de Atacama la Grande, al interior de la Región de Antofagasta.

Esta organización a inicios de mayo, en una convocatoria a la entrada de San Pedro de Atacama, manifestaba su rechazo a la Estrategia Nacional del Litio. "En la actualidad, en el Salar de Atacama se utilizan métodos convencionales de baja eficiencia de extracción, en los que más del 85% del agua de las salmueras se evapora, perdiéndose cerca de 1650 litros de agua por segundo, trayendo consigo grandes impactos medioambientales en el territorio", dijo en la ocasión Vladimir Reyes, presidente del Consejo de Pueblos Atacameños.

Una inquietud que Reyes volvió a exponer el miércoles pasado, al término del seminario denominado "Impacto de la Política del Litio en la Región de Antofagasta 2018-2023", organizado por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte (UCN). Este encuentro incluyó la colaboración de la empresa SQM.

"Se requiere una participación activa del consejo en la toma de decisiones. También de cada una de las comunidades que están cerca del salar y que ven con preocupación cómo las empresas actualmente establecidas están generando bastante daño a los humedales. Se ha llevado a juicio medioambientales, y se ha podido determinar que hay un humedal en que para poder recuperarse pueden pasar como 400 años. Ese es el efecto de las distintas empresas establecidas, del litio y del cobre, y eso es lo que nosotros tenemos que proteger", dijo Reyes.

"Esa es la mirada crítica porque en realidad si hay dos empresas establecidas que están causando daño, una en menor escala que otra, imagínense cuántas, si son cinco o más que se van a establecer, cuánto es el daño que van a generar", añadió Reyes.

Boric en el anuncio de abril pasado había planteado que la puesta en marcha de este proceso consideraba una conversación directa entre el Consejo de Pueblos Atacameños y su persona. Un encuentro que se concretó el 30 de junio con la visita del Primer Mandatario a San Pedro de Atacama.

Reservas de litio

La denominada Estrategia Nacional del Litio, en un documento de 32 páginas, detalla que el país cuenta con una de las mayores reservas de este mineral en el mundo, que representan en la actualidad entre el 36% y el 40% del total global estimado. Según este documento, en un estudio del año 2013, Sernageomin consigna que Chile cuenta con un potencial geológico privilegiado para la explotación del litio: 63 ambientes salinos (45 salares y 18 lagunas salinas) de características físico-químicas e hidrogeológicas diversas.

La Estrategia Nacional del Litio también incluye un plan de sostenibilidad social y ambiental. Una medida que considera un nuevo marco institucional de salares y litio para actualizar normativa y regulación actual, considerando especialmente aspectos de sostenibilidad tales como minimizar el consumo de agua fresca a nivel local, y asegurar el uso de energías renovables, como solar fotovoltaica y eólica, entre otros aspectos.

Responsabilidad territorial

Justo Zuleta (Ind), alcalde de San Pedro de Atacama, manifestó que el seminario organizado por el Instituto de Políticas Públicas de la UCN se trató de una instancia relevante porque consideró a los actores locales, como el Consejo de Pueblos Atacameños y la Municipalidad de San Pedro de Atacama. "Hemos sido parte de la discusión en un momento trascendental de la política del litio para el país. Desde ese punto de vista estamos conformes por el nivel de discusión", dijo.

Zuleta agregó que desde hace tiempo han estado atentos a todo lo relativo al litio y su efecto para la comunidad. "Internamente tenemos niveles de discusión, participación y cuestionamiento respecto a cómo se están tomando decisiones. Hemos visto con preocupación los anuncios a nivel central sobre todo cuando lo que se exporta sale del Salar de Atacama. Nosotros, que somos los actores del territorio, deberíamos ser convocados a participar especialmente en la mirada de responsabilidad por el territorio", planteó.