Existen dos tipos de liderazgos. Aquellos que toman la desconfianza y la rabia, acrecentando el malestar para posicionarse como supuestos salvadores. Hay otros que con templanza, coraje y prudencia son capaces de comprender las causas de ese malestar y ofrecer alternativas de acción y diálogo que permitan avanzar y definir nuevas vías de conducción.En nuestra región, desde el Gobierno Regional, hemos optado por la segunda vía. Ante la desconfianza debemos entregar a la comunidad la certeza en un actuar transparente, que releve el diálogo para definir estrategias de acción. Nos alejamos de aquellos discursos violentos que solo saben impugnar mediante descalificaciones, sin ninguna propuesta de desarrollo.Ese es el camino que iniciamos hace un año durante el mes de la minería. Nos enfocamos en construir en conjunto una hoja de ruta que defina lo que queremos como región y los compromisos que todos los actores estamos dispuestos a hacer para alcanzarlos. Esa es la Estrategia Regional Minera (EMRA) que construimos en conjunto, subrayando esta última palabra en conjunto.
Como profesor de filosofía hay muchas cosas que no sé, pero de algo de lo que sí tengo el convencimiento es que la humanidad nace del encuentro y el diálogo. Por eso relevo el apoyo recibido por la Organización Para La Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y del Instituto De Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Católica Del Norte que nos permitieron construir en estos espacios de diálogo y encuentro, abriendo la puerta para elaborar una estrategia minera que es producto de un trabajo colaborativo de los actores regionales, tanto comunidades (incluidos nuestros pueblos originarios) como las compañías mineras. La riqueza de esta estrategia, es la apertura de diálogo, escuchando las necesidades y dolores de las comunidades, entendiendo las complejidades de cada territorio. Y a partir de ese diagnóstico, definir propuestas de desarrollo y de vinculación que permitan mejorar y engrandecer la labor productiva. Hemos buscado afianzar una senda de crecimiento sostenible que permita la colaboración público-privada en la región de Antofagasta, sobre la base del consenso, de grandes acuerdos en torno a retos comunes en los ejes económico, social y por supuesto medio ambiental.
Esta no será una lista de supermercado con peticiones varias al mundo minero. Todo lo contrario, más que recursos lo que se pide es colaboración y sinergia en pos de un desarrollo equitativo en el que todos ganen. Se busca que la industria otorgue a los municipios equipos técnicos para levantar capacidades de diagnósticos y elaboración de proyectos. Queremos compromisos en plazos concretos, para aumentar la contratación de mujeres y bajar niveles de conmutatividad. Que nuestras universidades y centros de formación técnica locales se fortalezcan para entregar una oferta académica y de investigación acorde a los desafíos futuros. El estado tendrá que obligarse a mejorar la gestión de sus servicios regionales para acelerar los tiempos de respuesta a solicitudes de la industria. Y entre todos, comprometernos por impulsar ciudades más atractivas, con servicios garantizados, protegiendo nuestros ecosistemas.
Esa es la senda que hemos trazado y que hoy finalizando el mes de la minería requiere de un compromiso mayor: LIDERAR. Nuestra región debe prepararse para liderar el desarrollo de nuestro país. Soñamos con una región de prestigio internacional, reconocida ante el mundo como el lugar en donde se estimula la electromovilidad, en donde se aporta con Litio y Cobre para enfrentar el grave cambio climático que todos vivimos, que estimula el desarrollo de energías limpias y renovables y que se atreve a proponer el Hidrógeno verde como solución global. Una región que se posiciona en el mundo y que lo hace desde su identidad particular, protegiendo y promoviendo la rica cultura ancestral de nuestros pueblos originarios y cuidando con fuerza la fragilidad de nuestros salares. Somos una región que en medio de un clima de desconfianza, se propuso dialogar y construir en conjunto. Por lo mismo hoy el desafío es Liderar. Ser la región que ofrece a Chile y al Mundo oportunidades de un desarrollo realmente sostenible y en eso seguiremos trabajando.
Decisiones estratégicas, ahora
De la mano de su cobre, litio, energías renovables y potencial logístico portuario, nuestra Región de Antofagasta emerge como actor clave de la estrategia mundial contra lo que las Naciones Unidas han calificado como la mayor amenaza a la vida planetaria: el cambio climático.
Requerimos decisiones robustas para aprovechar esta oportunidad.Parto por nuestro litio. Nuestra región produce el 100% de litio chileno, aún somos los segundos productores mundiales y, con los aportes de SQM y Albemarle, aportamos históricos recursos al presupuesto nacional. Con este respaldo, declaramos que no podemos seguir retardando las decisiones para aprovechar la experiencia y tecnologías de nuestras actuales empresas productoras. Debemos asegurar su continuidad operacional y sus nuevas inversiones, para captar todos los beneficios de este superciclo.
Por otra parte, la actual conversación entre Codelco y SQM, debe asegurar todos los aportes que hoy esta industria entrega a nuestra región. Respecto a nuestro cobre, declaramos que es urgente recuperar el dinamismo en la inversión, producción, competitividad y empleo. La mayor amenaza climática mundial nos reclama: "no pueden continuar con esta permisología paralizante de proyectos urgentes para la humanidad".
Las energías renovables son la base de la minería verde, hidrógeno verde y cambio climático. Hoy lideramos la capacidad de generación y proyectos de inversión. Junto con atraer inversiones, debemos aumentar nuestra capacidad de concentración de energía y acelerar la infraestructura para una mayor capacidad de transmisión. Junto a la agenda proinversión, no podemos olvidar que nosotros, la principal región aportadora de recursos al royalty minero, quedó "a la cola" en su distribución. Esto no es aceptable. Junto a las autoridades y parlamentarios debemos corregir esta situación.
Tercer desafío: nuestro capital humano. Debemos asegurar a nuestras niñas y niños, una educación de calidad desde la primera infancia. Hoy, tenemos en marcha iniciativas potentes. Una es el Instituto de Tecnologías Limpias, cuya sede principal estará en nuestra región y, por ello, necesita todo nuestro respaldo para ponerlo en marcha a fines de año. Otra es Impulsa 4.0 proyecto estratégico, liderado por la Corporación Clúster Minero, para desarrollar las competencias técnicas y sociales de la minería verde e industria 4.0 en nuestros liceos técnicos profesionales y capital humano regional. Por lo dicho, es muy valiosa la iniciativa liderada por el Gobernador Regional para construir participativamente una Estrategia Regional Minera. Instrumento de planificación para los próximos años. El sector público y privado deben continuar con su participación, aportando con grandes acuerdos que sean incorporados a la estrategia como objetivos claves de esta hoja de ruta.