Frases
"Es muy difícil recuperar los 97 millones (…) como no hay garantías será muy difícil".
Jorge Bermúdez
Contralor de la República en caso Democracia Viva
"Es muy difícil recuperar los 97 millones (…) como no hay garantías será muy difícil".
Jorge Bermúdez
Contralor de la República en caso Democracia Viva
Fue identificado el asaltante muerto por uno de sus propios compañeros en el robo del dinero con que se hacía el pago a trabajadores en la Hacienda "Rautén", de Quillota. El individuo era Rosalindo Barrera Bustamante, con un gran historial delictivo. Aunque aún no se ha detenido a los autores del mencionado asalto, se estima que uno de ellos es hermano del fallecido.
Si bien no es una estadística reciente -data de 2021-, son de las que se disponemos y es posible que no tengan una variación hacia la baja, lo más probable es que hayan subido y si ya eran preocupantes puede que sea aún peor. El informe del Senda pone el acento en la salud mental y en el consumo problemático de alcohol y drogas en la población regional, el que en palabras sencillas es alarmante.
En ese año hubo 221 intentos de suicidio y 42 suicidios consumados. Al desglosar las cifras se desprende que el 67% del intentos y el 50% de los consumados estuvieron en Calama, una realidad que se arrastra por décadas y que necesita un enfoque más holístico y de mayor inversión en promoción, prevención y tratamiento de los trastornos mentales.
De acuerdo a número oficiales el Estado destina sólo un 2% del presupuesto de salud para atender este tipo de pacientes. Muy lejos del 5% de países OCDE y de lo que realmente se necesita para combatir la problemática.
Se suma a ello el déficit de especialistas en todos los rangos etarios, pero especialmente en edades pediátricas y en personas mayores.
Es una realidad triste y que no puede seguir avanzando, porque como sociedad debemos responder a quienes sufren este tipo de enfermedades o trastornos. No abandonarlos, ser parte de su red de apoyo y también procurar que al menos el sistema publico cuente con los recursos materiales y humanos para su atención.
De los datos regionales preocupa la realidad de Calama y su eterna lucha por combatir estos males. Lamentablemente los avances son pocos.
En este sentido, es necesario mirar las cifras y entender que tras ellas existen personas, casos humanos que no podemos dejar de verlos y el compromiso de ayuda debe venir de quienes definen las políticas públicas en salud y también con una sociedad comprometida con ellos.
SANTIAGO.- Con sólo parte de su equipaje y sin despedirse de su anciana madre, partió ayer a Asunción, Paraguay, con escala en Buenos Aires, el general de Brigada (r) Roberto Viaux Marambio, que deberá estar 5 años en el destierro. En la capital argentina se reunió con su esposa y 4 hijos del matrimonio. Viaux dejó parte de su equipaje en custodia en el aeropuerto.
¡Hum! Para ser sinceros, ¡no! La sensación de seguridad de pe a pa ha ido de más a menos. Está claro, seguridad es una sensación de total confianza que se tiene de algo o alguien, nos lo dicen. Es una apreciación subjetiva. Lo que es seguridad para uno, quizás no sea tanta para otro. Asimismo, se dice de seguridad que es ausencia de riesgo o peligro. En este caso, adquiere un carácter de materialidad, se percibe más objetiva.
Aun así, se trate de la materialidad a la subjetividad o de la subjetividad a la materialidad, no nos sentimos seguros. Y muestras de esta apreciación son evidentes día a día, jornada tras jornada, el drama no es de un día específico (antes los temibles viernes) o de horas específicas (cerca de la medianoche), ya es 24/7, sin descanso (literalmente no se puede descansar, no hay espacio para descuido).
Las alarmas, los dispositivos de variado tipo y en diferentes escenarios abundan. Las medidas de seguridad se multiplican. Ya no es solo una buena chapa o un cerco, cada vez más alto, este ya ha de ser imponente, grosero, casi intimidante, aun así, basta un portonazo, literalmente. Las cámaras propias, las cámaras comunitarias, las de vigilancia de seguridad ciudadana, los pitos, las chicharras, todo eso y más, son insuficientes. Esto, en la ciudad, en los medios urbanos.
Y, ojo, que la desconfianza se ha extendido a los medios rurales, allí, donde no había cerco, ahora hay, allí donde no había chapa en la puerta, ahora hay; las mascotas han de ladrar, siquiera a modo de alerta.
Y, también, lejos de los pueblos o ciudades de igual manera sabemos de intimidaciones, asaltos, hurtos, incendios, ataques, amedrentamientos.
En resumen, seguridad y confianza, en pugna; libertad y seguridad, en conflicto. Todo es zozobra, inquietud, preocupación, nerviosismo, tensión, incluso.
Aun así, la confianza vive, existe, la animamos; no obstante, los índices de confianza han mermado, cada vez más falta su concurrencia. Por ende, la libertad plena se experimenta menos, cualquier decisión, cualquier empeño en tenerla, gozarla, debe tener en cuenta variables antes impensadas. Hora, lugar, quién, con quiénes, cómo,…
Fe. La fe también se anima, se sostiene, se apuntala, sin embargo, son menos, muchos menos hoy quienes la cultivan, la avivan. Vivificarla ayuda, ayudaría en circunstancias de desasosiego, de intranquilidad, pero cada vez se anima menos. Y es que en estos casos, oponerla a muestras de fuerza, de violencia, es utilizar armas blandas.
La seguridad se viste de muchas maneras, estar seguros tiene muchas formas de presentación, empero cuidarla, implica denuedo, temple, coraje, propósito, atención, prudencia, y no solo de parte de uno, de unos, sino de todos.
La educación asoma una y mil veces como el antídoto, la cura, solo que a muchos años plazo. Es preciso reeducarnos.
¿Comencemos por casa?