Este año son 4 días de Fiestas Patrias, y a nivel regional, como lo es a lo largo del país, hemos planificado servicios preventivos y operativos que apuntan a reforzar la seguridad, en las calles, en las fondas y ramadas, en las rutas, en las ceremonias cívico militares y en todos los puntos donde se reúnan nuestros vecinos para celebrar. De esta manera, entre el viernes 15 a la madrugada del miércoles 20 de septiembre, reforzaremos nuestra oferta preventiva en toda la Región.
Sin embargo, y pese a los esfuerzos que podamos desplegar, existe un factor que no depende de nosotros y es el compromiso de cada uno con el autocuidado y la responsabilidad.
Lamentablemente para muchos, celebrar es sinónimo de ingesta de alcohol, esto no sería un problema si no fuera por el consumo excesivo e irracional, siendo este comportamiento la puerta de entrada a hechos que pueden tener consecuencias fatales.
El consumo desmedido de alcohol puede tener graves secuelas y ser la causa de delitos contra la seguridad vial (accidentes de tránsito con resultados de muertes o lesiones), las personas (riñas, robos, homicidio, abusos físicos y lesiones), la libertad e indemnidad sexual (agresiones y abusos sexuales) y a la autoridad.
Esto porque afecta los mecanismos inhibidores de las conductas agresivas o violentas, además produce cambios cognitivos, emocionales y psicológicos, disminuyendo la percepción de peligro lo cual significa que la persona intoxicada está más propensa a acciones temerarias.
En el tránsito (como conductores, peatones o incluso como pasajeros) el alcohol también tiene nefastas consecuencias ya que modifica el comportamiento habitual de las personas, afectando las capacidades que requieren para transitar por las vías en cualquiera de sus modos.
En los conductores, deteriora las funciones esenciales para una conducción segura, como la visión y los reflejos, disminuye la capacidad de discernimiento y genera una sobreestima en las capacidades en la conducción, lo que se asocia a otros comportamientos de riesgo, como el exceso de velocidad, es más, es tan peligroso su consumo en la conducción que incluso en cantidades relativamente pequeñas, aumenta el riesgo de verse involucrado en siniestros viales, de hecho la Organización Panamericana de la Salud señala que el riesgo de sufrir un siniestro mortal es 17 veces mayor para una persona que conduce bajo los efectos del alcohol que para una persona sobria.
En tanto a los peatones, podrían implicar el cruce de calzadas en lugares no destinados a ello o accesos a éstas de manera sorpresiva, exponiéndose al riesgo de ser atropellados y; finalmente, en el caso de los pasajeros, podría conllevar a interferir en la conducción, generando situaciones no previstas para los conductores.
Las cifras hablan por sí solas, en Chile durante el 2022 (en comparación al 2021), los accidentes donde la causa es "Alcohol en el conductor", presentaron un aumento del 15,8% en los siniestros de tránsito, un 121,6% en las personas fallecidas y un 13,4% en el total de lesionados, ocupando esta causa en los últimos 10 años, el cuarto lugar de los fallecidos por siniestros de tránsito, manteniendo la misma posición el año 2022.
En relación a las Fiestas Patrias del año pasado - a nivel nacional - la segunda causa de accidentes y de accidentes con fallecidos fue la conducción en estado de ebriedad, y si bien como Región lamentamos un fallecido en un siniestro vial, estos pudieron ser más, ya que sacamos de las calles a 50 conductores, los que fueron detenidos por conducir en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol, es decir, se evitaron 50 potenciales accidentes y sus consecuencias.
Esperamos que este año prime la responsabilidad y el autocuidado, los invito a celebrar de manera segura, los invito a ser parte de la prevención.