"Dejamos de lado la reducción de precios, a los clientes finales dejamos de tenerlos en el centro"
La posición de liderazgo que ha tomado Chile, y en particular la Región de Antofagasta, en el desarrollo de energías renovables no convencionales (ERNC), abre un sinnúmero de oportunidades, pero también de importantes desafíos, entre otros, de infraestructura y normativa.
Así lo explica el gerente de Desarrollo y Nuevos Negocios de Plataforma Energía, Luigi Sciaccaluga, quien sostiene que el Plan de Descarbonización no cuenta con un plan b y que además -en todo este incipiente desarrollo- se perdió de vista al cliente final.
¿Cuáles son las principales urgencias del sector eléctrico?
-Las energías renovables, principalmente las no convencionales, han tenido un avance en Chile, sobre todo la eólica y solar, gigantesco en los últimos años, y eso tiene que ver con que tenemos recursos naturales para desarrollar eso de una manera impresionante. El potencial que tiene Chile en materia de energías renovables es de más del 70% de la capacidad instalada hoy, y por lo demás las mismas empresas renovables, hace 10 años atrás habían muchos detractores que pensaban que no se la podían, han demostrado con creces la capacidad de desarrollo efectivo.
Ahora, hoy en día hay un crisis de energías renovables, pro esa crisis es también un fenómeno mundial que no solamente está ocurriendo en nuestro país, con casos de alta penetración de energías renovables y con falta de complemento, porque si bien yo no hablaría de intermitencia, sino más bien de variabilidad, porque requieren complementos y desde punto de la tecnología existen. Nosotros lamentablemente nos lanzamos como país a un plan de descarbonización, plan para eliminar el carbón como combustible, sin un plan B.
Entonces, en un momento nos ilusionamos con una promesa de desarrollo de red que no di el ancho y dejamos de lado el tema de la reducción de precios, a los clientes finales dejamos de tenerlos en el centro, que en la transición energética progresivamente hemos insistido en eliminar señales de localización, de precios, de eficiencia y eso ha sido lamentable.
Claro, hoy en día estamos atrasados y efectivamente falta desarrollar transmisión, automatismo para otorgar flexibilización en la operación del sistema. Está bien el tema del almacenamiento de energía para complementar esta variabilidad, pero estos proyectos no se desarrollan de un día para el otro. Hay harto por hacer, integrar a la distribución y al cliente final dentro del sistema.
¿Cuando habla de "clientes" se refiere al nivel domiciliario de consumo o a las empresas?
-Son todos los consumidores, en ese sentido, tanto clientes libres como clientes regulados. No son sólo las grandes empresas, son todos, son las pymes que les impacta el precio, al residencial también, pero si no existen señales de precio adecuadas, en ese sentido ahí está la relevancia de los medidores inteligentes, para que tengan incentivos a consumir en los horarios en que abunda la energía renovable y que son de menor precio, de menor costo, la verdad quedan insensibles, no tienen el incentivo a poder hacer ese consumo en los horarios que son más baratos y eso ayudaría de gran manera a poder electrificar los consumos, y tener señales de precio que resulten en que la tarifa final, la promedio, finalmente la facturación o la boleta por el consumo de energía sea más bajo.
¿Esto supone desafíos normativos, regulatorios, de infraestructura, inversión u otros factores?
-De todo, aquí hay temas normativos que van en la escala completa, aquí hay temas que se pueden hacer desde el punto de vista de la norma técnica, otras cosas que pueden ser de menor jerarquía administrativa, pero también hay otras cosas que se requieren en términos de modificaciones de ley y complementariamente, que es súper importante, los temas de educación, educación hacia los consumidores, o sea no es solamente dar una señal de precio, si no que hay que explicar, en términos muy sencillos, estás señales.
Entonces hay un gran crecimiento, pero aguas abajo las personas no notan la diferencia.
- Sobre todo el cliente regulado no tiene cómo verlo, qué tan renovable es el consumo es algo que se establece a través de la operación del sistema, pero un cliente regulado no tiene la opción de poder aumentar, en ese sentido, el porcentaje que tiene de energías renovables. No tiene acceso, por ejemplo, a poder elegir un proveedor, elegir que sus mayores consumos sean en un horario en que el porcentaje de energía renovable sea mayor.
¿Es muy rígido nuestro sistema eléctrico?
- Muy rígido, y más aún porque hay cosas que son aberrantes, porque dejamos de lado centrales a carbón, demoníaco el carbón y el punto es que al tener un sistema operacionalmente frágil, no tener flexibilidad, y no tener correctamente desarrollada la transmisión y no tener baterías, resulta que nos quedamos sin plan b y terminamos en una contracción bastante grande porque para efectos de mantener la seguridad del sistema, sin centrales a carbón, no es que se hayan sacado todas sino que se empezaron a sacar la primeras; resulta que en momentos que el sistema se ve más estresado en términos de la demanda, entramos a operar más gas y peor aún.... más diésel, altamente contaminante y a un precio, para la operación del sistema que es mucho más caro.
¿Resolver todos estos desafíos es de largo aliento?
-Sí, efectivamente, o sea aquí hay un proyecto de transición energética que esencialmente apunta a la transmisión, pero también deja de lado completamente la distribución y no pone en el centro al cliente y un proyecto de ley, como sabemos, es abrir una caja de Pandora donde se abre y no sabes bien dónde termina, y los resultados no van a verse en el corto plazo.
De este proceso de transición energética ¿Qué se puede destacar como lo que ha hecho bien?
-Creo que las cosas que se han hecho muy bien, y hay evidencia de esto, son las licitaciones para clientes regulados, que han permitido desarrollar mucha mayor capacidad. Ahora esas licitaciones se fueron haciendo cada vez más sofisticadas, permitiendo que la empresas renovables no convencionales y ciertas tecnologías, pudieran tomar riesgos más acotados y participar en bloques horarios en los que pueden obtener mejor desempeño.
Experiencia en el sector eléctrico
Luigi Sciaccaluga es Ingeniero Civil Eléctrico de la Universidad Técnica Federico Santa María, posee un diplomado en Regulación del Sector Eléctrico y Telecomunicaciones y un MBA con especialización en finanzas, ambos en la Universidad de Chile. En su trayectoria profesional destacan su paso por diversas empresas del sector eléctrico, tales como Chilectra, Enel Green Power North America y Enel. Actualmente es el gerente de Desarrollo y Nuevos Negocios de Plataforma Energía.