La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en el mundo. De manera combinada, las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos, como por ejemplo un infarto agudo al miocardio (IAM), accidente cerebrovascular (ACV) e insuficiencia cardiaca, generan el deceso de al menos 20,5 millones de personas cada año.

La mayoría de estas muertes ocurren en países de medios y bajos ingresos.

Entre los principales factores de riesgo para las ECV están la edad, sexo, presencia de hipertensión arterial, dislipidemia, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, malnutrición por exceso, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, sedentarismo, antecedentes personales y familiares de ECV.

Para su prevención, es fundamental fortalecer las intervenciones en los factores de riesgo modificables como la disminución del sedentarismo, el hábito tabáquico y la obesidad, entre otros.

Con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento, cada 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, instancia impulsada por la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Como parte de esta conmemoración, en la capital regional estaremos hoy en el Parque Brasil (frente a la Clínica Bupa Antofagasta) con una feria dirigida a educar, concientizar y dar a conocer los parámetros óptimos respecto a la salud cardiovascular de la ciudadanía.

En conjunto con la Atención Primaria de Salud y alumnas de la carrera de Nutrición de la Universidad de Antofagasta (UA), estaremos entregando información sobre el programa nacional de salud cardiovascular y realizando exámenes de peso y talla a la población.

Asimismo, se entregará orientación en torno al Programa Nacional de Alimentación Complementaria y de nutrición, mientras la unidad de Profesiones Médicas y Farmacias de nuestra Seremi, se instalará con stand, folletería y consejería respecto al uso racional de medicamentos.

El Día Mundial del Corazón es una oportunidad para que todos se detengan y consideren la mejor manera de usar el corazón para la humanidad, para la naturaleza y para usted. Vencer la enfermedad cardiovascular (ECV) es algo que le importa a todo corazón que late.

A medida que nos acercamos a las elecciones municipales y de gobernadores, un hecho preocupante se hace evidente: la falta de nuevos liderazgos políticos emergentes que puedan competir con las figuras actuales que ocupan estos cargos. A pesar de que el tiempo avanza y las oportunidades surgen, la renovación en la política parece ser un desafío esquivo.

La ausencia de caras frescas y nombres desconocidos en la arena política se ha convertido en una tendencia preocupante. ¿Qué está impulsando esta falta de renovación? En gran medida, el descrédito de la actividad política juega un papel fundamental. Los escándalos de corrupción y la percepción de que la política no siempre sirve a los intereses del pueblo han alejado a muchas figuras jóvenes de esta esfera.

El resultado es una especie de vacío, donde las generaciones más jóvenes se muestran reacias a asumir roles de liderazgo en la política. Esta renuencia a participar tiene consecuencias significativas. Al evitar el riesgo, se cede el espacio a los actuales titulares y a aquellos a quienes son llamados como "viejos conocidos". Esto perpetúa un ciclo en el que los mismos actores ocupan los cargos de elección popular una y otra vez, sin dejar espacio para nuevas voces y perspectivas.

Es esencial reconocer que la falta de renovación en la política puede tener un impacto negativo en la democracia. La diversidad de opiniones y la participación activa de ciudadanos de todas las edades son fundamentales para un sistema democrático saludable.

En este contexto, es importante que se fomente un ambiente político que atraiga a líderes jóvenes y promueva la confianza en la actividad como una vía efectiva para el cambio positivo. Algo que hoy vemos muy lejos de ejecutar.

La renovación no solo implica nuevos rostros, sino también un cambio en la forma en que se hace política, con un enfoque en la transparencia, la integridad y la responsabilidad.