La encrucijada constitucional: anticipando retos y consecuencias
Cristián Rodríguez Salas , Director del Instituto de Políticas Públicas UCN
El próximo 17 de diciembre de 2023, Chile se enfrentará a una de las encrucijadas políticas más relevantes de su historia contemporánea: el plebiscito para una nueva constitución. A medida que se acerca la fecha, las señales que entregan las encuestas de opinión pública anticipan un panorama complejo, donde las divisiones profundas y la polarización política podrían desencadenar un segundo resultado adverso. Desde la óptica de las ciencias políticas, es imperativo desentrañar las causas y consecuencias potenciales de un eventual fracaso.
La inminente incapacidad de acuerdos, reflejada en la dinámica actual de la Convención Constitucional, no es un fenómeno aislado. Responde a estructuras políticas y prácticas que privilegian posturas radicales que resisten compromisos. Históricamente, los sistemas políticos que caen en la trampa de la polarización y fragmentación tienden a experimentar dificultades en procesos de cambio institucional significativo.
La polarización no sólo dificulta el consenso, sino que también puede engendrar una dialéctica de antagonismo que debilita la textura democrática de la sociedad. El predominio de posiciones extremas desalientan el compromiso, dificultan la construcción de coaliciones amplias y entorpecen el diálogo y la construcción de pactos duraderos.
Si la polarización y la incapacidad de acuerdos prevalecen, generando un rechazo ciudadano al proyecto constitucional, podríamos enfrentar una profunda crisis de confianza. Los períodos históricos de desilusión colectiva pueden llevar al desencanto democrático, la profundización de erosión de las instituciones y el surgimiento de movimientos populistas o radicales que ofrecen soluciones fáciles a los retos actuales de la sociedad.
Por otro lado, una frustración generalizada podría revitalizar movimientos y tensiones sociales, evidenciando la desconexión entre la clase política y las demandas ciudadanas. La percepción de que las élites políticas son incapaces de alcanzar acuerdos, y que los intereses partidistas prevalecen sobre el bien común, profundiza el escepticismo hacia las instituciones. En un contexto donde la democracia representativa enfrenta cuestionamientos a nivel global, un golpe en la confianza ciudadana puede tener repercusiones a largo plazo en la estabilidad y el desarrollo del país.
La ciencia política, en su análisis constante de fenómenos y tendencias, nos brinda herramientas para comprender y anticipar desafíos. Chile se encuentra en una encrucijada que pone a prueba la robustez de su tejido democrático y su capacidad para renovarse institucionalmente.
El plebiscito del 17 de diciembre es más que una votación; es un termómetro del estado de la democracia chilena y de su capacidad para evolucionar. Los desafíos anticipados requieren de liderazgos lúcidos, dispuestos a priorizar el bien común sobre intereses sectoriales, así como reinventar nuevas formas de hacer política en pro del futuro del país.