Es sabido que una de las principales causas que limita la integración regional - y principalmente los intercambios comerciales intrarregionales - es la complejidad de los procesos o trámites en las fronteras de nuestros países. El 75% de los retrasos en el comercio se atribuyen a procesos ineficientes y procedimientos inadecuados, según el BID. Lo singular es que esas soluciones para reducir los costos comerciales requieren inversiones menores, en relación a las necesarias para mejorar la infraestructura.

Esta realidad, que vivimos en los pasos fronterizos de todo el centro oeste sudamericano, es la que los empresarios y gobiernos de Brasil y Paraguay en la Región Trinacional -antes conocida como "triple frontera"- decidieron afrontar mediante un proyecto que logre una gestión coordinada de fronteras. Su objetivo es "trabajar en conjunto con todos los actores de los sectores público y privado en el diagnóstico del proceso de transporte en los puntos de frontera terrestre entre Brasil y Paraguay, con el objetivo de identificar desafíos y obstáculos, y proponer soluciones acordadas para operarlo de manera eficiente". Así se atacará una realidad que impacta directamente a las empresas de la región, frenando el crecimiento de su volumen comercial, restringiendo su competitividad y complicando su integración en las cadenas de valor globales, según el diagnóstico compartido por sectores públicos y empresariales. La decisión de estudiar y poner en práctica una gestión coordinada de fronteras entre Brasil y Paraguay fue impulsada por la Asociación Comercial e Industrial de Foz de Iguazú (ACIFI), contando con el apoyo del Gobierno del Estado Paraná, del de Paraguay y de Itaipú Binacional, en un acuerdo que prevé la Gestión Coordinada de Fronteras y la promoción del comercio, el turismo, la producción, la logística y la capacitación.

Según los especialistas de la consultora Instituto Procomex, una alianza pro modernización logística del comercio exterior, que lo ejecutará, "el concepto de Gestión Coordinada de Fronteras es un enfoque coordinado entre las agencias nacionales e internacionales de control fronterizo, para lograr una mayor eficiencia en la gestión de los flujos comerciales y de viajeros, al tiempo que se cumplen los requisitos legales", con participación activa de empresarios y funcionarios públicos. Los análisis previos han dejado claro que "el funcionamiento ágil de las fronteras requiere un análisis basado en un enfoque sistémico y holístico, con una perspectiva internacional e integradora. Para llegar a propuestas realistas y concretas … es necesario partir de la realidad operativa y del conocimiento de las personas involucradas en el día a día, tomando como referencia casos específicos, para eliminar los obstáculos e interrupciones en la circulación de mercancías a través de los diferentes modos de transporte y países". Las soluciones a implementar aumentarán los flujos comerciales regionales, al facilitar los procesos fronterizos, con una reducción del tiempo y de costos operativos, o sea un aumento de la competitividad de las empresas en la región. Hacerlo a través de la colaboración público-privada llevará la realidad operativa al centro de las discusiones, como base para la construcción de soluciones efectivas.

El éxito de esta iniciativa servirá a toda la Región Trinacional, incluida Argentina. También puede ser un precedente valioso para aplicar en los puestos fronterizos del Corredor Vial desde Mato Grosso do Sul y luego al Corredor Bioceánico Multimodal desde el Atlántico (puerto de Paranaguá) por el Estado Paraná, Paraguay, Argentina y puertos del norte de Chile.

¿Quién se hace responsable del nuevo accidente fatal en la avenida Salvador Allende de Antofagasta? Nadie. Una vez más todos los que pudieron hacer algo para evitarlo entregarán sus explicaciones y detallarán sus gestiones para que el ingreso de camiones a la arteria -el factor de todos los accidentes- se impidiera. Otros se escudarán diciendo que no está dentro de sus competencias.

Lamentablemente esas explicaciones de poco servirán para los familiares del trabajador de mantención de áreas verdes que fue atropellado en la loca carrera de un vehículo de alto tonelaje. Serán tardías y sin ningún sentido, más allá de sumarse al desconsuelo.

Se pudo hacer algo, claro que sí. El mismo alcalde Velásquez comentó que el MOP le rechazó su propuesta de instalación de un pórtico y vigilancia en el sector. Desde el MOP explican que no cumplían con los estándares de carreteras.

Es la voz oficial y se debe atender, pero no resultaba más adecuado mantener la propuesta en calidad de provisoria a la espera de los trámites, papeleos, análisis, reanálisis y determinaciones del gobierno central. La respuesta la tienen los involucrados, las que naturalmente una vez más nos costará entender.

Al ofrecimiento municipal se suman otras, las que corrieron una suerte similar. Se descansó en el proyecto presentado al MOP y que hasta el día de hoy no ve la luz.

Es momento de promover soluciones, aunque sean transitorias, para detener el reguero de muertes en ese sector. Simples y efectivas, como fue la garita de control instalada en su momento y que duró un corto tiempo. Puede que haya otras y se deben recoger, porque seguir esperando que la burocracia central entregue las autorizaciones no es lo más aconsejable.

Quienes somos de la región sabemos lo que cuesta que este tipo de decisiones sean rápidas, porque se sigue dependiendo de quienes no conocen la zona.